El "contrato" lleva muerto algunas décadas, solo tiene un interés fiscal.
Por supuesto que la demonización es un negocio más, solo que las ratas se están cebando con una gente que, en muchos casos, es inocente y ha sido estafada de mala manera con el "contrato".
No quiero diseñar ninguna clase de relación interpersonal, pero me molesta la injusticia manifiesta, y el mejor abono para ella es el privilegio.
Del mismo modo que la inteligencia matemática te puede ordenar el mundo físico, lal inteligencia emocional ordena el de las relaciones personales.
Mujeres y hombres han tragado generación tras generación unos cuentos chinos que les amargaron la vida. Casi todos veían la falsedad y se la comían con patatas. Nadie es más culpable o merece mayor castigo.
Si las condiciones del "contrato" se modifican o todos ganan o todos pierden, pero no puede ser el sesso el que incline la balanza.