A mi hay una cosa que me encanta, que es ver a como 'la sociedad y el feminismo a tiempo real van en dirección contraria. Y me explico...
Durante años, ha habido una tiranía brutal en la cual la opinión ha estado secuestra por el feminismo obligatorio. Y se mezclaba la opinión aparentemente coherente (el discurso 'light' sin estridencias....) de igualdad oh qué bonito y tal, con acciones y políticas que iban escalando en barbaridad. Empezando por la viogen, que fue el primer elemento brutalmente disruptor.
Mientras duró esa tiranía, en la que absolutamente nadie se atrevía de decir nada en público, el feminismo siguió haciendo sus maldades legales, pero el problema es que iba escalando en poca falta de cultura. Bancos jovenlandesados, talleres masturbatorios empoderantes, y toda esa merluzez magistral que en España Montero y PAM y sus acólitas nos regalaron durante años.
El problema es que esa tiranía empezó a resquebrajarse hace unos pocos años (3, 4...), cuando algunos perdieron el miedo hablar. Y, poco a poco, si os dais, cuenta a día de hoy la gente tiene muchísimo menos miedo. En la prensa, en los medios, en las redes sociales. Por supuesto, sigue sin haber libertad total, pero es que es una delicia ver hoy en twitter a una de estas chaladas poner una estupidez, y que el 90% de los mensajes no sean debatiéndolo, sino directamente riéndose de ella.
Lo guapo es que mientras la sociedad empieza a volver a poner los pies en el suelo, el feminismo ha seguido escalando, superándose a sí mismo. Y como llevamos 15 años de estupideces, y tienen esa costumbre y esa necesidad de hacer un continuo órdago a la grande, lo que a estas alturas son capaces de hacer y decir no hacen más que retratarlas a un nivel brutal, sin que ellas se den cuenta de que la gente ni se calla ni se callará, lo cual hace que estén quedando como las pilinguis chaladas que son. Cada vez más, cada vez más imposible de ocultar, hasta el punto de que está obligando a la peña a pasarse públicamente al otro lado.
Esa señora inglesa que no conozco es un ejemplo, y últimamente he oído varias así. Como ha podido ser la Galeote, que ha pasado en unos días de hacerse un vestido con nombres de muertas para posar en un photocall a grabar a un abuelo haciéndose una manola en su casa. Como la ministra del igualdad dando un espectáculo lamentable gritando como una posesa a un nivel que daba vergüenza ajena, algo que se veía incluso en sus compañeros de partido que la aplaudían, pero que con su expresión reflejaban el bochorno que sentían. Como una chica que montó un drama (no sé en que red social) haciendo como que la habían acosado, solo porque en un parking se había encontrado con un par de hombres con los que luego se cruzó en un centro comercial. Como la tertuliana borracha (que no recuerdo el nombre...) a la que un compañero de tertulia domó como nunca después de que soltara una de sus estupideces.
Y me encanta, porque ellas a base de éxito (pagado por todos), y de monopolio (nadie tenía bemoles a enfrentarse a sus cosas...), justo ahora que la gente no se calla, es cuando han llevado sus imbecilidades a un extremo tal que no hacen más que quedar en ridículo. Y ¡no se dan cuenta!. Han vivido tan bien, con tanto presupuesto, con inexistencia de cualquier tipo de debate, que son una parodia de sí mismas. Ven que pierden poder, que todo el mundo se burla de ellas, y como necesitan el casito constante del que han vivido durante años, simplemente se esfuerzan porque la siguiente sea aún mayor.
Hasta gente que hace unos años parecía seguirles el rollo de corazón y no por interés, ahora se están desmarcando muchísimo. Y como son de órdago a la grande, cuanto más las ponen en evidencia, más absurda e impostada será la siguiente.
Que era lo que hacían antes para absorber cámara....