Gonzalor
Bomb Rider
No se podía saber... ¿quién iba a sospechar que una mujer joven se casaba con ese Adonis por dinero y no por amor?Adrian gastó decenas de millones en darle todos los gustos a Samantha: le compró 30 caballos de pura sangre, contrató personal para el establo y hasta construyó un estadio para eventos. Años después se acabaron separando.