Topo estepario recibe un baneo


(c)by Topo Estepario.

Todos los derechos reservados.
Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento en cualquier forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito del titular del copyright.
Los hechos y personajes de este relato son producto de la ficción. Cualquier parecido a personas o hechos reales es mera coincidencia y resultado de la casualidad.

Reportada la señora chris y el autor del texto. Ambos responsables por igual de los INSULTOS y alusiones ofensivas que hay en él.

Si queda impune espero que ejerza todo el mundo con la misma impunidad el mismo trato a esta ¿señora? y al otro . Con los mismos términos de "fulastre" y todo lo que está posteando y thankeando estos días.
Luego no venga a reportar y banear por un simple "iluso" o lo que se tercie, la muy hipócrita.

Si ahora viene un foreo baneado y me pasa un texto con insultos para que lo publique le digo que no o se los censuro, pero no hago de portavoz de cosas así.
Tu famosa dignidad de la pasas por el forro, hipócrita.


Habla el señor Topo de sembrar cizaña...ja, ja, me parto. ¿Cuántos hilos habéis abierto dedicados a mí? muchos ni llegué a verlos, los borraron.
 
Última edición:
Miércoles, 8 de agosto – Día 3. 10.30 horas



El Presi espera en pie frente al enorme escritorio con la mirada fija en el inmenso ventanal. En la cabina de ducha se oye cerrar un grifo, alguien canturrea.

—Y dices, Presi, que Topo se ha escapado.
—No lo sabemos, simplemente esta mañana no estaba en el recuento.

Afuera, un astuta ártico acaba de saltar sobre su presa oculta en la nieve.

—¡Qué tedio! ¡Qué engorro! —querido líder sale desnudo secándose por detrás de las orejas. Se para ante el ventanal y suspira. De reojo se mira en el espejo de la pared, contoneando los glúteos— Voy a tener que hacer algo con estas estrías.

El Presi carraspea incómodo.

—Dime, Presi, ¿cuántos presos han huido con éxito de mi nevera?
—Ninguno.
—¿Crees que Topo va a ser el primero que lo consiga? —querido líder habla con voz tranquila sigue mirando distraidamente por el ventanal secándose el resto del cuerpo.
—No lo creo, oh líder.

No lo ha visto venir, el hombre que miraba por la ventana una fracción de segundo antes, ahora está sentado sobre el pecho de El Presi presionandole inmisericorde las sienes con los pulgares.

—Cuidado, Presi... si tú plan no funciona y Topo destapa el pastel, yo estaré estropeado, pero tú no lo cuentas.

El Presi no se atreve a defenderse, se deja hacer. El parietal cruje levemente y un estallido de dolor y miedo se derrama sobre su repruebo... y el dolor desaparece. querido líder está otra vez mirando por la ventana, con la misma expresión de indiferencia.

El Presi se incorpora, se arregla el vestuario y saluda antes de irse... un último vistazo por encima del hombro le revela que querido líder tiene una inmensa rigidez*.



(c)by Topo Estepario.

Todos los derechos reservados.
Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento en cualquier forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito del titular del copyright.
Los hechos y personajes de este relato son producto de la ficción. Cualquier parecido a personas o hechos reales es mera coincidencia y resultado de la casualidad.
 
Jrande topillo,Jrande...Desde el obligado reposo por un par de pies ensangrentados (millas mediante),te mando una manta térmica, animándote a continuar con este exquisito retablo.

Algunas personas os creceis con las adversidades,y otras...digamos que deben estar ahí, como los necesarios fulastres de burbuja. Probablemente sin sus owneds, la guarde no sería lo que es (para bien o para mal).Impresionantemente retratados, si señor...

Aprovecho estas líneas para mandar un besito a mi gremlin fulastre favorito. Como anda en el ignore, y un servidor en otras cosas, no le leeré su histérica respuesta (si es que existe), pero que sepa que mañana por la mañana, cuando baje al baño a pasar de lo abstracto a lo concreto,la tendré en mis pensamientos.

Y un abrazo a las almas de buena fe,que andan campando por aquí, y que disfruten de las vacas,sea como sea...Nos vemos en unos días.
 
Esta interesante la historia,si señor.



big12.gif
big12.gif


Y la cateta ahi esta dale que te pego con los reportes creyendo que alguien le hace caso. :roto2:
 
jorobar, cuando el Topo vuelva de la nevera me voy a dedicar sistemáticamente a reportarle para que siga el Diario..es adictivo¡
 
El relato es aburrido como el solo, empezo bien, pero al querer alargarlo tanto para ser el centro de atencion, se a vuelto soso y sin contenido, es malo... malo a mas no poder :XX::XX:
 
http://www.burbuja.info/inmobiliaria/6968462-post1.html


espero que sea tenido en cuenta para el desenvolvimiento de la trama. Ésto podría disparar el share del serial, lo que sería celebrado por los accionistas de la cadena. Hay que conseguir el máximo dividendo :roto2:

Pues, a tenor de la foto que colgó de la chica con la que se iba a pegar un homenaje hace unos días, davitín lo mismo le ve al topo y se henamora profundamente de él.
 
El relato es aburrido como el solo, empezo bien, pero al querer alargarlo tanto para ser el centro de atencion, se a vuelto soso y sin contenido, es malo... malo a mas no poder :XX::XX:

Pompero (de cosa): haz el favor de mostrar un poco de respeto, lo primero, y no vuelvas a postear en este hilo que no tienes galones para ello, lo segundo.
 
Esta interesante la historia,si señor.

Y la cateta ahi esta dale que te pego con los reportes creyendo que alguien le hace caso. :roto2:

Qué bien sentirse impunes, eh.

Y te thankea el otro insultador impune.

100.000 insultos para por fin un baneo.

Ahora que lo dices...reporté vuestro trolleo (descarado y en manada con moderador incluído) a mi hilo acerca del tag y en efecto no pasó NADA. Ni pusieron los spoiler que pedi para poder leer el hilo.
Hasta pegaron textos de ingeniería y tal...
Un forero, el señor Dilbertido citó TRES VECES el mismo post enorme mío solo para impedir la lectura del hilo.
NADIE FUE BANEADO POR TROLLEO NI BORRARON POST ALGUNO.
Por lo tanto ¿se puede hacer lo mismo en TODOS los hilos del mismo subforo?

No digamos en un hilo en el que postea un BANEADO a través de una portavoz y sigue insultando en sus textos. Tampoco se sanciona ni se impiden esos posteos.
Ni se cierra el hilo, se borra ni nada de eso que han hecho con otros.

Pues venga, ¡misma medicina para todos!

Espero que las normas no dependan del nº de reportadores sino de las normas en sí, jurisprudencia(como dijo Non grato) y algo de objetividad.


Cita:
Miércoles, 8 de agosto – Día 3. 1.49 am



—¡Cállate! —el Presi me sigue observando— ¿sabes lo que estás haciendo? No, ni idea, claro.

Se levanta y me da la espalda con un desplante casi torero. Lleva ropa militar y un grueso abrigo de cuero neցro con cuello de piel de castor. Niega con la cabeza y juguetea con una cadenita de la que cuelga una calavera de plata con incrustaciones de rubíes en las cuencas de los ojos.

—¿Sabes porqué estás aquí, Topo?
—Bueno... al parecer definí demasiado bien a un orate y...
—¡No! ¿Tú crees que nos importa una cosa que se hiera el ego de un analfabeto? Piensa más.
—No sé, no recuerdo haber insultado a nadie más, salvo que decirle a Siken que me gustaría que me la comiera sea considerado un insulto, y no un halago habida cuenta del hambre que parece pasar.
—¿Tienes idea de lo costoso que es mantener a un fulastre en burbuja sin que se vaya? ¿Sabes la cantidad de recursos que querido líder ha destinado a cuidar y mimar a esos tres?

La mandíbula casi se me desencaja de la sorpresa:

—¿Me estás hablando del Mongotrío?
—Son tres especímenes cultivados in vitro. Millones de euros dedicados a escoger los genes más debilitados e incompletos, luchando contra las leyes de Darwin para lograr que lleguen a la edad adulta, sin que se amputaran algún miembro bajando la tapa del water, para que ahora vengas tú a destrozarles el ego.
—No entiendo.
—¡menso! son garantía de visitas. Si Siken postea en un hilo las visitas se multiplican. Siken siembra la cizaña, inmy la riega y Thor la siega. Son ojo ciego, pedo y cosa. Por mucho que os esforcéis siempre hay alguien que los contesta y el resto no es más que emponzoñar y para eso está Siken.
—Pero eso tiene un nombre: troll.
—¡Por supuesto, estropeado besugo! Siken es tan buen troll que mantiene alejados a los demás trolls de internet. Y cuando se descontrola un poco la baneamos unos días para que le haga efecto la paroxetina.

Es como descubrir a tus padres amando, no salgo de mi asombro. El Presi se acerca a la ventana y mira afuera, se pasa una mano por la cabeza, desde la frente hasta la nuca.

—No me creo que querido líder esté tan loco como para hacer esto, Presi.

Se da la vuelta y me mira con tristeza, el ojo se le ha llenado de lágrimas y le tiembla el mentón.

—Topo... tú no sabes lo que ha cambiado querido líder desde que se puso a dieta. —se vuelve contra la pared y da un abrazo en la repisa que hace volar los retales de La Razón.— Antes podías comerte con él un entrecot de choto con patatas, regarlo con un Vega Sicilia y terminarlo con dos flanes con helado y un Malta 12 años. Ahora come tan sano que lo que caga tiene el mismo aspecto que le entró por la boca.

De pronto, avergonzado por el momento de debilidad que he presenciado, se vuelve y me da una bofetada. Caigo al suelo sangrando por la nariz.

—Tú... —se agacha, me coge de la pechera y me levanta en vilo con una sola mano, se acerca a mi cara tanto que puedo oler una mezcla de aftersave y orujo— tú, has estado a punto de mandarlo todo al carajo, Topo. Un plan de años urdido desde los anales del burbuja y has estado a punto de destruirlo.
—Yo no sabía...
—Ni sabrás, ya me encargaré yo de ello. Te voy a lobotomizar, Topo, te voy a dejar al nivel del Mongotrío...
—No, Nooo —el terror me embarga más que si me dicen que me van a cortar las piernas.
— ...Y tu vida se reducirá a una existencia de adulación y locura, jaleando a Siken.
—Noooooo —se me ha aflojado el esfínter y noto la calidez de la orina corriendo por la parte interior de las piernas... mis pies siguen sin toccar el suelo.
—Sí, Topo, sí —se dirige a la puerta sin soltar la presa, estoy al borde de la asfixia— ¡Guardias!

De inmediato entran dos hombres con armaduras antidisturbios con el rostro cubierto por un pasamontañas. Llevan un nombre grabado sobre el pecho. No consigo leerlo, hasta que El Presi, me arroja contra ellos como si fuera un peluche.

—¡Llevaos esta sarama a la galería veintiuno!

Estoy boca arriba a los pies de los dos guardias se miran y uno de ellos balbucea al preguntar.

—¿Ha... Ha dicho la vein... veintiuno, señor?

El presi no habla, sólo mira.

—Sí... sí señor —me cogen por las axilas y me arrastran al pasillo, mientras me deslizo hacia la ausencia— ha perdido los zuecos.
—Déjalo, a donde va ya no tiene importancia.
—Pobre diablo —es lo último que oigo antes de hundirme en una misericordiosa inconsciencia.


Cita:
Iniciado por Topo baneario
Un hombre con la cabeza afeitada y las manos a la espalda se recorta contra la luz de tungsteno. Está sólo, pero su confianza en el medio que maneja, deja muy claro que no necesita guardaespaldas para ver a un preso. Me incorporo en el jergón y le miro.

Tiene la mirada cansada. Una gran cicatriz le atraviesa la parte izquierda de la cara desde la ceja hasta el mentón, aumentando la feroz agresividad de sus ragos que, no obstante, no consigue atenuar la tristeza en la mirada de su único ojo.

Da tres pasos lentos en una dirección, para darse la vuelta sin dejar de mirarme, y caminar otros tres en la opuesta.

Fuma. Da cortas caladas a un Farias.

Se acuclilla ante el camastro sobre el que sigo tumbado sin atreverme a mover. Y es entonces cuando sé ante quién me encuentro.

—Vaya —acierto a decir—, cuanto honor, señor Presi.



Cita:
Miércoles, 8 de agosto. Día 3 – 1.47 horas.



Una hermosa hembra me acaricia la cara. No sé quien es, pero la conozco de toda la vida. No sé porqué me sonríe, pero sé que debería saberlo. Se abraza a mi cuello y me roza los labios con los suyos, por los que se desliza una fruta fresca y dulce, como un trozo de melocotón.

—Topo —la voz es firme.

La mujer se aprieta contra mí y noto su vientre contra el mío, cálido y ligeramente húmedo de sudor. El sol nos baña y ella sabe a sal y aftersun. No lleva más que un bikini de los que se anudan en las caderas. Sería muy fácil alargar mi mano y deshacer el nudo abriendo el regalo, pero la mera posibilidad de hacerlo cuando quiera me frena y me lo impide.

—Topo —la voz es impaciente.

¿Cuál es tu nombre? ¿Por qué veo tus ojos en mis sueños desde que era un niño? Por la espalda me corre una lengua de arena que se ha desprendido de su brazo derecho, que sigue abrazándome. Me acaricia el cuello bajo la oreja, y noto los dientes ceñidos a sus labios cuando me besa en la comisura. Coqueta, la punta de su lengua me eriza la nuca.

—¡Topo! —la voz es imperiosa.

Un hombre con la cabeza afeitada y las manos a la espalda se recorta contra la luz de tungsteno. Está sólo, pero su confianza en el medio que maneja, deja muy claro que no necesita guardaespaldas para ver a un preso. Me incorporo en el jergón y le miro.

Tiene la mirada cansada. Una gran cicatriz le atraviesa la parte izquierda de la cara desde la ceja hasta el mentón, aumentando la feroz agresividad de sus ragos que, no obstante, no consigue atenuar la tristeza en la mirada de su único ojo.

Da tres pasos lentos en una dirección, para darse la vuelta sin dejar de mirarme, y caminar otros tres en la opuesta.

Fuma. Da cortas caladas a un Farias.

Se acuclilla ante el camastro sobre el que sigo tumbado sin atreverme a mover. Y es entonces cuando sé ante quién me encuentro.

—Vaya —acierto a decir—, cuanto honor, señor Presi.


(c)by Topo Estepario.
Todos los derechos reservados.
Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento en cualquier forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito del titular del copyright.
Los hechos y personajes de este relato son producto de la ficción. Cualquier parecido a personas o hechos reales es mera coincidencia y resultado de la casualidad.

Cita:
Día 7 de agosto. Día 2 – 5.30 am


No sé en qué momento se apagaron las luces, pero sé que al encenderse me han despertado. De forma simultánea alguien va abriendo las puertas de forma tan violenta, que si hubiera estado cerca de ella me hubiera quedado como los dibujos animados, estampado contra la pared.

Salgo al pasillo y hago como el resto de reclusos, quedarme al lado de mi puerta esperando lo que fuera que tenga que pasar. Frente a mí está Thor. Camina con dificultad, tiene un ojo totalmente cerrado y la hinchada boca deja ver que tiene un par de dientes rotos. No deja de murmurar algo sobre matarnos a todos. De cuando en cuando grita “¡Viva Cristo Rey!” y vuelve a sus murmullos, mirando a un lado y a otro como un perro callejero mil veces apedreado.

A mi izquierda, un preso me mira condescendiente. Está impoluto, como recién duchado. El mono tiene hecha hasta la raya de las perneras y pulcramente doblada sobre el brazo izquierdo, lleva la rebequita. Lleva un brazalete púrpura que pone “All included”

—Ése es Celerón —reconozco la voz de inmediato— cuidado con él. Si empieza a hablarte y no puedes huir, arráncate las orejas.

Ahora veo al dueño de la voz. Un ser encorvado y con las manos encogidas sobre el pecho. Lleva el pelo y la barba largos y enmarañados, tanto que no se le ve la cara. Sólo se adivinan unos brillantes ojos azules y una boca desdentada que no deja de sonreir de forma pícara. Me recuerda a Ben Gunn en “La isla del tesoro”. Tiene el mono lleno de remiendos y la rebeca deshilachada por los puños. En los codos lleva parches de un tejido no identificable.

Al fondo se abre la puerta de la galería y todos comienzan a marchar hacia ella de forma ordenada.

—Oye ¿a qué vino anoche lo de la subida de peso?
—¡Aaah! Madamme Bell ¡Qué hembra! ji ji ji ji ji ji! Thor es un hombre afortunado.
—¡¿Afortunado?! Pero si le han reventado el ojo ciego y se lo han rellenado de Salsa Perrins como a un pavo.
—Podría haber sido peor, le podría haber tocado el amaciervos.

Un sudor frío me aflora por toda la espina dorsal y se me eriza el pelo de la nuca.

—¿El amaciervos está aquí?
—Sí, pero sólo lo usan con los presos más violentos. Es demasiado bizarro. Por cierto, coge tu escudilla y el cucharón o te quedarás sin comer.

Papilla de Maizena. Ese es el desayuno y por lo que me dice mi anónimo guía, comida y cena. Según él lo más sólido que te puede tocar es un grumo de la harina de maiz.

—Con el tiempo aprenderás a valorar el aporte calórico de las cucarachas autóctonas —me dice entre risas— están mejor alimentadas que tú. Y si tienes la fortuna de que llegue un roedor a tu celda, no desaproveches la oportunidad de añadir carne a tu dieta ji ji ji ji ji ji ji. Hace un par de años atrapé a una pareja ratones y me pude dedicar a la ganadería ji ji ji ji ji... fue un buen año.



(c)by Topo Estepario.
Todos los derechos reservados.
Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento en cualquier forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito del titular del copyright.
Los hechos y personajes de este relato son producto de la ficción. Cualquier parecido a personas o hechos reales es mera coincidencia y resultado de la casualidad.
Última edición por chris9030; 07-ago-2012 a las 19:09


Cita:
Lunes, 6 de agosto. Día 1 – Una hora más tarde
He tardado un buen rato en reponerme del shock. De hecho las lágrimas siguen resbalando por mis mejillas sin medida. La prisión de querido líder es harto conocida por la crueldad del confinamiento. No hay guardias, no hacen falta. Es la propia soledad la que te mantiene preso y la peligrosidad para presos comunes el toparse con el resto de presos. Suelen ser orates, forzadores y rameras pilladas en el acto de apiolar. De cuando en cuando encierran a un visionario, a un mesías, pero esos acaban en las mazmorras más profundas con las puertas tapiadas, obligados a mirar el mundo exterior amordazados.

Sé que es agosto, pero el frío es intenso aquí. Me he puesto la rebequita. Por dentro tiene una etiqueta que pone “Pura lana virgen”, pero el crepitar de estática al ponérmela delata su origen sintético. El cabrón de querido líder ya recorta hasta en esto. Con lo míticas que eran estas prendas.

Me tumbo en el jergón y consigo serenarme.

Por el ventanuco sin cristal entra una luz azulada y el viento trae restos de ventisca. Me levanto y miro y veo un páramo yermo y pelado, un paisaje ártico hasta el mismísimo horizonte. Una llanura sin ninguna elevación, sin ninguna referencia. Un mar de nieve lisa hasta donde alcanza la vista.

La celda apenas tiene tres metros de largo por dos de ancho, aparte del camastro, bajo la ventana hay un cubo metálico, y una repisa donde hay un montoncito de hojas de La Razón cuidadosamente guillotinadas en retales de diez por quince centímetros, una pastilla de jabón lagarto y una escudilla de madera con un cucharón con muescas de dientes .

—Eh, Topo —Doy un respingo.— ¿Ya te has puesto la rebequita? Ji ji ji ji ji.

La voz ha sonado desde un punto indeterminado frente a mí. Es una voz afilada e incisiva, vieja y desequilibrada.

—¿Quién eres?
—No, amigo mío, ji ji ji ji ji, yo ya no soy, yo fui, pero ya no ji ji ji ji ji.
—¿Quien fuiste, pues?
—Eso ya poco importa, ji ji ji ji ji, llevo tanto tiempo aquí metido, que lo que hubiera podido importar ya ha dejado de influir en cualquier suceso.
—¿Cuánto llevas?
—¡Uy, amigo! cuando uno lleva los zuecos gente de izquierdas es mejor no contar el tiempo, se puede hacer muy largo. ¿De qué tonalidad son los tuyos?
—Verdes fosforitos.
—¡hijomio! En una semana estarás fuera, a mi me ha caído la perpetua. Hace un par de días trajeron a un tal Troll Esponja que se había cagado en la progenitora del querido líder (oh, luz, guía y consuelo), le han clavado la platano a un madero... pero llevaba los zuecos amarillos, en un mes estará fuera. Pero a mi me ha caído la perpetua, total por nada.
—¿Qué hiciste?
—Nada.
—Hombre, si al pobre Troll Esponja le han clavado el nardo a una viga por cagarse en la progenitora de querido líder y lo sueltan en un mes, tú con la perpetua la tuviste que liar parda.
—Ni la mitad que tú, amiguito ji ji ji ji ji ji, ni la mitad que tú.

La voz no suelta prenda sobre sí misma, pero parece saber mucho sobre este lugar y las normas que lo gobiernan. Así que será mejor que le saque todo lo que pueda.

—Contigo trajeron a otro ji ji ji ji ji supongo que te liarías con él en el foro ¿verdad? cómo chillaba el condenado, estaba poseído. No dejaba de gritar “Sikeeeeen, lamma sabac thani!”. Le tuvieron que dar porra de lo lindo. Lo tienes en la celda de enfrente.
—No recuerdo mucho las horas previas a despertar aquí.
—Ya, ya... es parte del tratamiento.
—¿Tratamiento?
—Sí, es muy nuevo, todavía está en fase de experimentación... aunque ya hay versiones beta circulando por el foro. ji ji ji ji ji Son peligrosas, muy peligrosas ji ji ji ji ji. Te vuelven contra tí mismo, a veces te acabas devorando los dedos para no postear, pero es imposible. Sé de gente que se ha arrancado la lengua a mordiscos para evitar teclear con ella.

Se oyen pasos en la galería. Son apresurados y no aventuran nada bueno. Se paran cerca y se oye descorrer un cerrojo.

—Thor, hora del enema
—Nooooooo, hijas de ***** desgraciada. Sikeeeeeen, sálvameeeeeeeeee.

Me acerco sigilosamente a la puerta y miro por la tronera furtivamente. Una mujer subida de peso como un tonel y vestida de cueros, esgrime un enorme consolador cromado, en cuya parte posterior hay conectado un tubo que termina en una enorme botella de salsa Perrins.

A Thor se le desorbitan los ojos mientras el ayudante de la mujer, un hombre con cara de perrito pequinés, sujeta al infeliz a un potro, dejando todo el ojo ciego ofrecido.

—Edu— dice la subida de peso —agárrale bien no lo vaya a atravesar como al último.

Me acurruco en un rincón, mientras un grito desgarrador inunda la galería y la voz de la pared no deja de reir con esa voz afilada y envejecida

—jiiiiii ji ji ji ji ji jiiiiiiiiiii jijiji



(c)by Topo Estepario.
Todos los derechos reservados.
Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento en cualquier forma de cesión de la obra sin la autorización previsa y por escrito del titular del copyright.
Los hechos y personajes de este relato son producto de la ficción. Cualquier parecido a personas o hechos reales es mera coincidencia y resultado de la casualidad.


Cita:
Lunes, 6 de agosto: Día 1

Hace frío. No sé en qué momento perdí el conocimiento. Sólo recuerdo una agradable conversación con una mujer de grandes pechos que insistía en que le probara mis reconocidos encantos, mientras la progenitora de alguien gritaba desde la tumba que no estaba muerta y de pronto, la oscuridad.

Hace frío, hago un leve intento de abrir los ojos pero una intensa migraña me taladra las sienes en cuanto la luz me estimula los ojos, aunque poco a poco se amortiguan las punzadas y consigo mantener los ojos entornados.

Hace frío. Veo manchas azuladas, luz mortecina que se cuela por una borrosa fuente. Un ventanuco de apenas 40 centímetros que se va enfocando a medida que lo miro.

Hace frío. Oigo unos gritos lejanos, vienen como a oleadas y rebotadas por mil pasillos.

—Sooooooy Dooooon Paaacooooo, hijos de puuuuta, sooooy Doooon Paaaacooooo, hijos de puuuuuta

Hace frío. Por fin consigo abrir los ojos. Estoy en una celda, tirado en un jergón sobre un camastro oxidado. Estoy totalmente desnudo, y ya estoy lo suficientemente despierto como para darme cuenta que de mi boca sale con cada respiración una nube de condensación y que tengo los agujeros de la nariz ribeteados de escarcha. A los pies de la cama, cuidadosamente dobladas hay varias prendas: un mono gris, un par de calcetines blancos, y unos zuecos de goma verde fosforito. Al examinar la ropa, no veo ninguna marca, salvo mi nombre grabado en neցro en la espalda del mono y bajo el un enorme “PRESO” en letras muy gruesas. Me visto rápido, el mono no es de mucho abrigo, pero reconforta y los calcetines devuelven lentamente la circulación a los pies.

Y de pronto la veo. Una prenda colgada cuidadosamente en un clavo oxidado en la pared. Me acerco a ella con la mano temblorosa y barruntando el horror, su tacto es suave y ligero, su tonalidad azul oscuro y al descolgarla oigo rozar los botones sobre el tosco enfoscado de adobe. La extiendo y es entonces cuando empiezo a llorar. De pronto comprendo dónde estoy. En mis manos tengo una rebequita.


Topo estepario ha recibido un baneo castigador por parte de El_Presi
La razón: insultos
El baneo se levantará: 13-ago-2012, ~18:00

Topo estepario, no te lo tomes como algo personal. Son las normas.

Dura lex, sed lex

9626472.jpg

Dura lex, qué sed.
 
Última edición:
Pompero (de cosa): haz el favor de mostrar un poco de respeto, lo primero, y no vuelvas a postear en este hilo que no tienes galones para ello, lo segundo.

Escribire donde quiera y me apetezca, si un relato es malo lo digo, tu no eres nadie para impedirmelo ¿te molesta? dos trabajos tienes.

Y al del relato, Manolete... si no sabes desarrollar una trama ineteresante ¿pa que te metes? :XX::XX:
 
Escribire donde quiera y me apetezca, si un relato es malo lo digo, tu no eres nadie para impedirmelo ¿te molesta? dos trabajos tienes.

Y al del relato, Manolete... si no sabes desarrollar una trama ineteresante ¿pa que te metes? :XX::XX:

Oigo un lejano rumor, como del viento soplando en la alameda... ¿puede ser que alguien esté hablando? No lo creo.
 
Volver