Este mes de Agosto, una señora mayor delante de mi en la caja del Mercadona, pagó con el móvil; le calculo unos 70 años, más tiesa que un ajo pagando con el móvil, y yo, cateto reconocido, cateto auténtico, pagando con mi billete de 50 ebros que es lo que te da el cajero. Os aseguro que ni me interesa el pago por móvil aunque recibo cada poco la propaganda para que me modernice, pero es que yo soy clásico, me gustan las mujeres femeninas (he dicho femeninas), y pagar hasta con calderilla.
Tengo móvil, pero no pienso ir por la calle mirando para abajo como los borregos esos, y si se me olvida en casa allí se queda.