Esta peli va de rompedora y es cliché tras cliché.
Y el final da mucha pena. orate e incoherente. Es curioso que una peli tan simple tenga los agujeros de guión que tiene.
Al menos no se molestan en explicar nada, que ciertamente hubiera quedado peor.
Molan mucho Dennis Quaid y Margaret Qualley en pelotas. Por ello llega al aprobada raspado.