autsaider
Madmaxista
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Dicen que la batalla perfecta es aquella que se decide antes de que el enemigo pueda darse cuenta de lo que está pasando. Y la de Teutoburgo lo es.
Unos 20.000 romanos se dirigían al Rin por el camino establecido cuando vieron una torre ardiendo. En ese momento cambiaron de dirección y se metieron en el bosque de Teutoburgo. Nadie sabe por qué lo hicieron. Los romanos debieron de pensar que era una mini-rebelión y que bastaría con presentarse con todo el ejército y ejecutar a algún cabecilla rebelde para restablecer el orden. Y Arminio (el germano que les traicionó) debió de convencerles de que la mejor opción era atajar por el bosque. Sea cual sea el motivo, el caso es que se metieron ellos solitos en un bosque denso con un terreno abrupto.
El pesado equipo que llevaban los legionarios les impedia atacar en ese terreno. Solo las tropas ligeras de auxiliares podían hacerlo. Y justo ellos les traicionaron. Los romanos se quedaron sin posibilidad de atacar ni de devolver ataques. Y justo entonces se les vino encima una intermitente lluvia de dardos, piedras y flechas.
Lo difícil del terreno y lo denso del bosque, hacía que la columna romana fuera estrecha y avanzara lentamente. Si en una sección de la columna había 200 romanos, los germanos podían concentrar 800 guerreros, masacrar a los romanos, y largarse antes de que el resto de la columna romana pudiera hacer nada. Y es lo que hicieron.
Llegó la tarde. La caballería romana según algunas versiones entró en completo pánico y escapó. Según otras versiones se marchó para pedir refuerzos. La tropa estaba tan asustada que los romanos montaron un campamento improvisado para que la tropa tuviera unas horas de calma. Además quemaron las carretas y expulsaron a los civiles (unos 10.000) porque les retrasaban. Los civiles fueron capturados y convertidos en esclavos.
El segundo día fue una repetición del primero (lluvias de dardos y ataques fulgurantes sobre la columna romana), pero con la diferencia de que esta vez siguieron avanzando de noche. Al amanecer habían salido del bosque y habían llegado a un terreno relativamente llano. Los romanos se sintieron aliviados. Estaban agotados y diezmados, pero al fin se había acabado la pesadilla del bosque.
La alegría les duró poco: encontraron crucificados a los comandantes de la caballería romana. Lo cual les hizo darse cuenta de que los germanos sabían de antemano que la columna romana se dirigía justo hacía allí. Por tanto estaban donde quería el enemigo que estuvieran.
Los romanos estaban formando en campo abierto cuando les llegaron los gritos germanos de "libertad o fin". Los romanos sabían que no estaban en condiciones de resistir. Cuando empezó la lucha los comandantes romanos se suicidaron en masa. La tropa siguió luchando para salvar la vida. Trataron de escapar en dirección a una colina que los germanos habían fortificado. El grueso de los combates tuvieron lugar en las laderas de esa colina. Atacados desde arriba y desde todas partes, sin posiblidad de huir ni de seguir resistiendo, agotados, desmoralizados y sin comandantes, el ejército romano finalmente se vino abajo y los legionarios fueron masacrados.
En los dias siguientes los germanos peinaron el terreno y masacraron a las pequeñas bandas dispersas de romanos que estaban tratando de escapar. Pero algunos legionarios lograron llegar al Rin y contaron lo sucedido.
Unos años después las tropas de Germánico llegaron al lugar de los hechos. Encontraron montones de huesos apelotonados o dispersos según que hubieran muerto tratando de resistir o de escapar. Los bosques cercanos estaban llenos de cabezas de legionarios clavadas a los troncos. Y también de áltares germanos donde los tribunos y centuriones habían sido torturados y ejecutados.
Teutoburgo fue una victoria perfecta y completa. Los germanos tuvieron en todo momento el control de la situación. El ejército romano fue aniquilado sin posibilidad de hacer nada. Y en Roma decidieron que Germania no merecía la pena ser conquistada. Mandaron a Germánico para limpiar la humillación, pero no volvieron a intentar conquistar Germania.
Unos 20.000 romanos se dirigían al Rin por el camino establecido cuando vieron una torre ardiendo. En ese momento cambiaron de dirección y se metieron en el bosque de Teutoburgo. Nadie sabe por qué lo hicieron. Los romanos debieron de pensar que era una mini-rebelión y que bastaría con presentarse con todo el ejército y ejecutar a algún cabecilla rebelde para restablecer el orden. Y Arminio (el germano que les traicionó) debió de convencerles de que la mejor opción era atajar por el bosque. Sea cual sea el motivo, el caso es que se metieron ellos solitos en un bosque denso con un terreno abrupto.
El pesado equipo que llevaban los legionarios les impedia atacar en ese terreno. Solo las tropas ligeras de auxiliares podían hacerlo. Y justo ellos les traicionaron. Los romanos se quedaron sin posibilidad de atacar ni de devolver ataques. Y justo entonces se les vino encima una intermitente lluvia de dardos, piedras y flechas.
Lo difícil del terreno y lo denso del bosque, hacía que la columna romana fuera estrecha y avanzara lentamente. Si en una sección de la columna había 200 romanos, los germanos podían concentrar 800 guerreros, masacrar a los romanos, y largarse antes de que el resto de la columna romana pudiera hacer nada. Y es lo que hicieron.
Llegó la tarde. La caballería romana según algunas versiones entró en completo pánico y escapó. Según otras versiones se marchó para pedir refuerzos. La tropa estaba tan asustada que los romanos montaron un campamento improvisado para que la tropa tuviera unas horas de calma. Además quemaron las carretas y expulsaron a los civiles (unos 10.000) porque les retrasaban. Los civiles fueron capturados y convertidos en esclavos.
El segundo día fue una repetición del primero (lluvias de dardos y ataques fulgurantes sobre la columna romana), pero con la diferencia de que esta vez siguieron avanzando de noche. Al amanecer habían salido del bosque y habían llegado a un terreno relativamente llano. Los romanos se sintieron aliviados. Estaban agotados y diezmados, pero al fin se había acabado la pesadilla del bosque.
La alegría les duró poco: encontraron crucificados a los comandantes de la caballería romana. Lo cual les hizo darse cuenta de que los germanos sabían de antemano que la columna romana se dirigía justo hacía allí. Por tanto estaban donde quería el enemigo que estuvieran.
Los romanos estaban formando en campo abierto cuando les llegaron los gritos germanos de "libertad o fin". Los romanos sabían que no estaban en condiciones de resistir. Cuando empezó la lucha los comandantes romanos se suicidaron en masa. La tropa siguió luchando para salvar la vida. Trataron de escapar en dirección a una colina que los germanos habían fortificado. El grueso de los combates tuvieron lugar en las laderas de esa colina. Atacados desde arriba y desde todas partes, sin posiblidad de huir ni de seguir resistiendo, agotados, desmoralizados y sin comandantes, el ejército romano finalmente se vino abajo y los legionarios fueron masacrados.
En los dias siguientes los germanos peinaron el terreno y masacraron a las pequeñas bandas dispersas de romanos que estaban tratando de escapar. Pero algunos legionarios lograron llegar al Rin y contaron lo sucedido.
Unos años después las tropas de Germánico llegaron al lugar de los hechos. Encontraron montones de huesos apelotonados o dispersos según que hubieran muerto tratando de resistir o de escapar. Los bosques cercanos estaban llenos de cabezas de legionarios clavadas a los troncos. Y también de áltares germanos donde los tribunos y centuriones habían sido torturados y ejecutados.
Teutoburgo fue una victoria perfecta y completa. Los germanos tuvieron en todo momento el control de la situación. El ejército romano fue aniquilado sin posibilidad de hacer nada. Y en Roma decidieron que Germania no merecía la pena ser conquistada. Mandaron a Germánico para limpiar la humillación, pero no volvieron a intentar conquistar Germania.