Lopedeberga
Bravo y noble defensor del metal
Saludos, al final me he decidido a escribir unas cuantas líneas para describir un poco cómo me siento cuando leo el montón de paridas que cada día salen por aquí. Para muchos está claro que o eres de un lado, o de otro. Y yo, lo siento, pero no me da la gana de pasar por el aro. Soy catalán, padres catalanes, abuelos catalanes... de la provincia de Lleida, provincia olvidada desde siempre por todos los gobiernos y sistemas similares que han existido por estas tierras. No me fío de ningún gobernante, pero ninguno, el Mas ese, que solo es un aprovechado, se cree un iluminado, el Junqueres deja de ser historiador para ser otro mesías, y los demás, parece que estén ahí para hacer bulto. Y de los de Madrid, ya, bueno, el Rajoy cada día parece más orate e incapaz, el Rubalcaba se ve más que claro que todo esto le va grande, y los demás no pintan absolutamente nada. Siempre he considerado que la unión hace la fuerza, pero viendo el potencial de Cataluña y de la manera que están muchas infraestructuras, como pocas autovías, algunas autopistas, vías de tren obsoletas, pueblos que se inundan cuando llueve, y eso sin contar con los recortes en medicina, etc. De esta manera, muchas veces me planteo que la independencia podría ser la solución, ante todo esto y la avalancha de insultos, menosprecios y menoscabos que vienen de fuera hacia todo lo que es Cataluña. Eso sí, también me pregunto para qué sería válida la independencia si otra pandilla de aprovechados hicieran lo mismo que los de antes. Volver a pagar selecciones, olimpiadas estúpidas, y estupideces para que algunos farden y se hagan de oro. Yo no necesito ir a Vías y demás cosas para demostrar que soy catalán, ninguno de los que fue es más catalán que yo, pero si alguien me habla en castellano le hablo en el mismo idioma por deferencia y educación, esa educación que nuestros padres nos dieron, y eso es algo que yo al mío, fallecido hace poco más de dos meses, nunca agradeceré lo suficiente.