El sítio de Gibraltar.
Como los españoles no consiguen tomar Gibraltar por tierra se opta por forzar un asedio hasta que los ingleses sean obligados a rendirse. El asedio, marino, se lleva con tal meticulosidad que los barcos españoles que lo llevan a cabo solo entran a puerto en caso de fuertes temporales.
Además las lanchas cañoneras de Antonio Barceló, (hay un forero con ese nick), cada día les mandan pepinazos. Que por otra parte son poco efectivos como solía ocurrir cuando se disparaba contra murallas.
En esto que los ingleses consiguen meter en el puerto barcos mercantes con abastecimientos. Los barcos españoles no consiguen impedirlo aunque prueba de que lo intentaron es que uno de ellos terminó estampado contra las rocas gibraltareñas.
Como se da el asedio por fracasado se pasa al siguiente plan. Se construyen las famosas
Baterías Flotantes de Gibraltar. Son unos ingenios, con algún parecido con los barcos, recubiertos de corcho y con agua en sus cubiertas para que no ardan ante la bala roja.
Igual porque artilleros de mar hay pocos, o igual porque no están tan locos de meterse ahí dentro, se opta por artilleros de tierra. Las baterías se colocan en posición pero no hacen casi daño, el mando entiende que la misión es un fracaso y que si dejan las baterías enteras terminarán en manos de los ingleses. Así que optan por destruirlas, la gente abandona las baterías como puede mientras estas van reventando, además como es de noche los anglos no se enteran de la película y aprovechan para machacarlos más todavía.
Cuando después le preguntan al jefe de la armada que por qué no había acudido al rescate de las baterías, este responde que los barcos no están hechos para bregar con las rocas.
Al poco se firma la paz entre España y Gran Bretaña quedando Gibraltar en poder de estos.
En el enlace, la lista de bajas de las baterías flotantes.
Bajas españolas de las baterías flotantes del ataque a Gibraltar el 13 de septiembre de 1782.
