Ese es uno de los errores principales del pensamiento económico dominante: que sin consumo no hay desarrollo económico. Lo que se confunde es el crecimiento (lo que hace un cáncer, crecer, crecer y crecer) con el progreso derivado del ahorro en una economía capitalista.
La blackberry que te compras en la tienda es el resultado final de muchas etapas en todo su proceso productivo: desde extraer el silicio con que se hacen los chips, hasta ponerla en el escaparate del centro comercial.
Cuando dejas de consumir, lo que sucede es que las etapas más alejadas del consumo (como sacar silicio de la mina) se vuelven comparativamente más rentables que las más próximas al consumo: se libera mano de obra de la etapa final, y se lleva a la etapa más alejada y, al final, una menor cantidad de dinero compra los mismos bienes y servicios que antes porque la economía se ha vuelto más eficiente produciéndolos.
Es el ahorro derivado del lonchafinismo lo que favorece la acumulación de capital y que la sociedad sea cada vez más rica.
Es el consumismo desaforado lo que impide la acumulación o reposición del capital, y que en el largo plazo seamos más pobres.
El lonchafinismo es malo para el PIB, pero muy bueno para sanear la economía, permitir la generación de ahorro, y volver a crear empleo.
Bienvenido sea el lonchafinismo.
VA A CONSUMIR SU querida progenitora. :XX:
