Pero yo no hablo de meras distracciones. Sino de insultos a lo más Sagrado. Básicamente lo contrario de alguna frase que se diga en misa, o de alguna oración.
No me pasa mucho, de momento sólo dos o tres veces.
Yo veo esos pensamientos pasar y digo, ¿pero de dónde sale ésto?
Me arruina completamente la sesión, y me preocupa bastante.
Yo le pido al Señor (y a todo santo del que eche mano) que me limpie la mente, pero no me quedo tranquilo sólo con eso.
A lo peor es un espíritu inmundo dando problemas (aparte del inmundo que soy yo mismo).