Hay que reflotar, para que se lean las lecturas. Así que nada que perdonar.
Yo soy de tu opinión. Quizás en el pasado hiciese falta, pero ya hoy día no tanto.
Hay mucho para formarse: libros, YT, podcast...yo me centraría en una liturgia pausada, bien hecha...y las lecturas. Bien leídas, con lectores formados. El Evangelio, proclamado con toda solemnidad.
Y el salmo cantado, que es para lo que está pensado.
La homilía me parte la misa, y le da ese tono de "encuentro horizontal", le quita sacralidad...pero es mi opinión. Otros la disfrutan, claro que aquí pesa mucho que el sacerdote sea un buen orador.