Ganndalf
Himbersor
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La Gran Comisión.
Aquí los herejes antitrinitarios andan expandiendo la idea de que la fórmula trinitaria en Mateo 28:19 es una adición posterior, o una interpolación, y ponen largas listas de pruebas por las que esta fórmula sería falsa, e incluso dicen que el papa Benedicto admitió en un libro suyo que era una invención del sII o sIII. Es completamente falso, esto es lo que realmente dice:
2.- La forma eclesial de la fe.
Notas sobre la historia y estructura de la profesión de fe apostólica.
Las páginas anteriores se han ocupado del problema formal, y solamente de él: ¿Qué es la fe? ¿Cuál es su punto de partida en el mundo del pensamiento moderno? ¿Dónde puede ejercitarse? Muchas y grandes cuestiones sobre el contenido de la fe permanecen todavía abiertas. Quizá el problema haya quedado un poco descolorido e indeterminado.
La respuesta a esos problemas sólo nos la puede dar una ojeada a la forma concreta de la fe cristiana. Es lo que vamos a hacer a continuación,
siguiendo el hilo de la llamada profesión de fe apostólica. Pero antes creo oportuno dar algunas notas sobre su origen y estructura, que a mi modo de ver iluminan el porqué de esa manera de proceder. La forma de nuestra profesión se elaboró en el tras*curso de los siglos II y III en conexión con el rito bautismal; por lo que atañe a su origen local es un texto romano, pero su origen interno es el culto divino, más en concreto, la administración del bautismo; ésta, a su vez, se refiere en su forma fundamental a las palabras del Resucitado relatadas en Mateo 28,19: Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Por eso al bautizado se le hacen tres preguntas: ¿Crees en Dios, Padre todopoderoso? ¿Crees en Jesucristo, Hijo de Dios...? ¿Crees en el EspírituSanto...? A las tres preguntas contesta en bautizado “credo” “creo”; después se le sumerge en el agua. La forma primitiva de la profesión de fe es, pues, un triple diálogo, pregunta y respuesta, y tiene lugar en el rito bautismal. Probablemente ya en el tras*curso de los siglos II y III la triple fórmula, tomada simplemente de Mateo 28, se amplió en el centro, es decir, en la cuestión cristológica. Se trata aquí de lo cristiano que se diferencia de todo lo demás; por eso uno se siente con el derecho de añadir, dentro de esta cuestión, una pequeña suma de lo que Cristo significa para los cristianos; así mismo la tercera cuestión, la confesión de fe en el Espíritu Santo, se explica y amplía como confesión en la actualidad y en el futuro de lo cristiano.
Y luego en otra parte del libro se reafirma en que la fórmula de Mt 28:19 es la base de la fórmula bautismal:
10.- La unidad de las últimas expresiones del Símbolo.
La afirmación central de la tercera parte del Símbolo reza así, según el texto griego original: “Creo en el Espíritu Santo”; falta, pues, el artículo al que nos ha acostumbrado la traducción. Esto es muy importante para conocer el sentido de lo que ahí se afirma; en efecto, de ahí se colige que este artículo en un principio no se concibió trinitaria, sino histórico-salvíficamente. En otros términos, la tercera parte del Símbolo no alude al Espíritu Santo como tercera persona de la Trinidad, sino al Espíritu Santo como don de Dios a la historia en la comunidad de los que creen en Cristo.
Con esto, sin embargo, no se excluye la comprensión trinitaria del artículo. Ya vimos antes cómo todo el Credo nació en un contexto bautismal, cuando al bautizado se le preguntaba si creía en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo. Por su parte, esta triple pregunta remite a la fórmula atestiguada por Mateo (28,19); por eso la fórmula más antigua de nuestra confesión de fe con sus tres miembros nos ofrece una de las raíces más importantes de la imagen trinitaria de Dios, pero cuando la fórmula bautismal se amplió hasta llegar al texto actual del Credo, quedó un poco en la penumbra la estructura trinitaria. Ahora, como vimos antes, el centro era toda la historia de Jesús, desde su concepción hasta su vuelta, esto tuvo como consecuencia el que también la primera parte se comprendiese históricamente, ya que se refirió esencialmente a la historia de la creación y al tiempo precristiano.
Cuidado pues con las mentiras de las sectas herejes.
El libro de Benedicto XVI lo podéis leer gratis aquí.
En este artículo se desmienten otras mentiras:
¿ES CIERTO QUE MATEO 28:19 ES FALSO?
entre 1 , 2 y 3 hay más diferencia entre susodichas cifras, que entre por ejemplo 101, 102 y 103