Somos delincuentes peligrosos. Hemos cometido crímenes atroces, y lejos de arrepentirnos o sentir trauma alguno por nuestras acciones, hemos disfrutado. Estoy hablando de atrocidades cósmicas, al lado de nuestros crímenes, incluso los crímenes más atroces de este plano, son pálidas travesuras. Tortura, asesinato, violación, esclavitud, incesto... no son nada comparado con nuestros crímenes.
Esto no es un "cole", es una prisión para auténtica ralea. El objetivo no es "aprender" nada, no hay nada que aprender, somos irrecuperables y estamos aquí para cumplir una condena a cadena perpetua, alejados del mundo real para evitar que hagamos más daño.
Aquí nos condicionan y programan para que seamos víctimas y probemos nuestra propia medicina una y otra vez.