(He decidido en este hilo
no salirme del interesante topic que lo ha abierto.
Aquí no, Colectivistas.
Aquí no es el sitio para prestar atención a vuestros errores.)
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Antes de conocer el Objetivismo, el coche viejo (de los 80) que tenía entonces era eso: Un coche viejo. Sin alegría, sin misterio. Una "chatarra" sin más.
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Después de conocer el Objetivismo econtré una nueva alegria en disponer de una máquina de tras*formación de energía química en cinética, una máquina que ha necesitado siglos de ingenio humano. Ayudaba además el que fuese un coche de lujo de los años 80. Empecé a disfrutar del esplendor pasado de aquella "chatarra".
Y encima comencé a apreciar el hecho de poderla usar para ir a donde quisiera, ya que en España (a diferencia de la URSS o Cuba) no hay pasaporte interno, esto es, no hay que pedir permiso y dar explicaciones para ir uno a donde quiera.
Reflexiones parecidas (sobre viajar en avión, entusiasmo al ver chimeneas humeantes...) me han hecho algunos de mis "conversos" al objetivismo.
Al conocer el Objetivismo uno pasa a AGRADECER PROFUNDAMENTE el poder disfrutar de milenios de ingenio humano, algo a lo que yo no daba ninguan importancia en mi época "Subjetivista" (hasta que conocí el objetivismo, para entendernos).
Uno casi, casi dice
"¡Gracias!" cada vez que enciende la luz.
Como dice el título de este cuadro:
Thank you, Mr. Edison
Thank you, Mr. Edison