Muchas gente piensa que en la Guerra de Secesión Norteamericana, uno de los inventos más innovadores fue la ametralladora Gratling, o el primitivo submarino, pero no. Lo que decidió el curso de la guerra fue el uso de un nuevo proyectil:
Las balas minié.
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Desde que se generalizó el uso de arcabuces y mosquetes, su munición consistía en la típica bala esférica de hierro o plomo. Todo ello debía cargarse en el arma utilizando el método de avancarga ( esto es, cargar la bala por la boca del cañón), a parte de introducir la pólvora, y con la baqueta hacer que la bala de plomo se hundiese bien con la pólvora del fondo del cañón.
Después, se encendía el pedernal y disparaba. Pero su precisión era nefasta ( por ello en las guerras Napoleónicas, se necesitaba avanzar con una grupo en formación cerrada y todos disparaban al mismo Blanco para aumentar la efectividad de fuego), por no hablar de la cadencia, ya que un soldado habilidoso era capaz de recargar el mosquete en 30 segundos.
Por ello, se utilizaban esos uniformes tan ostentosos con colores tan chillones. La pólvora de color hacía que se formase tal humareda que no sabías quién era amigo o enemigo, así que los uniformes con colores llamativos paliavan esa confusión. ( Luego se cambiaron por pólvora normal y se hizo más hincapié en el avance de técnicas de camuflaje).
Volviendo a la bala minié. Esta, al ser ya una bala en forma cónica y estriada en la base, hizo que la precisión aumentase de una manera espectacular. Si a ellos le sumas los nuevos rifles con cañón de ánima rayada o estriada, conseguías un alcance y una precisión casi como la de los rifles actuales.
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La bala minié, al detonarse dentro del cañón estriado, daba vueltas sobre su propio eje obteniendo como digo, una precisión sin igual, amén del terrible destrozo para el enemigo. Estás balas hicieron estragos en los huesos en los que impactaban.
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Por ello, en las últimas etapas de la guerra de Secesión, hubo la necesidad de enterrarse en tierra haciendo rudimentarias trincheras y abandonando paulatinamente las viejas tácticas Napoleónicas. Lógicamente nadie quería ser pasto de la eficacia estas balas terribles.
Hago un paréntesis para recordar que los Yankees seguían utilizando uniformes azules y abrigados en la guerra de Cuba contra los Españoles, además de rifles con pólvora de color todavía.
En ese sentido, nuestros muchachos llevaban mejor armamento( el Máuser 1898, con un peine de 5 balas), como también un uniforme más acorde al clima tropical de la región:
El llamado uniforme de rayadillo, que era más cómodo. Debido a su algodón fino y su tonalidad claro, hacía de él un uniforme fresco y que permitía mucha más movilidad que el Estadounidense. Ilustro:
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Sin embargo, el Estadounidense, con su uniforme más abrigado y su características guerrera azul, era un blanco fácil para nuestros Hombres:
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Y me ha recordado Azog, otra guerra terrible para ser soldado:
La guerra del Rif, en su episodio más triste y cruel...El desastre de Annual.
Imaginad ser un soldado destinado allí: Con el calor apretando más que nunca; Con el peligro que suponía hacer las aguadas; con la kabilas acechando.
Hasta llegar al fatídico episodio del asedio de Monte Arruit. Eso le dejo a Azog desarrollarlo si quieres. Las salvajadas que los jovenlandeses hicieron a nuestros Hombres no son aptas para todos los públicos. Y los que sobrevivieron encima se encontraron años después con la guerra civil.