Psicoherejía: el legado del satanista Jung

Mateo77 dijo:

Dios nos ha dado su Palabra porque ve el problema que tenemos los seres humanos con el concepto de verdad: cada cual acaba retorciendo su conciencia para amoldarla a su idiosincrasia particular. Los mismos protestantes son ejemplo de lo que ocurre cuando se separan de la roca sobre la que Dios edifica su iglesia: ya hay más de 40000 denominaciones distintas, cada cual con una interpretación distinta del mismo texto. Esto es una constante en la Creación: el ser proviene de Dios, y a medida que cualquier criatura se aleja de Él, se vuelve más y más amorfa hasta llegar al caos, la fin, la inexistencia. La verdad se vuelve relativismo, la razón emoción, la salud enfermedad, el amor placer, la lealtad conveniencia, la justicia venganza, la paz guerra, la vida fin. La razón, la ciencia, la filosofía o cualquier forma de conocimiento solo es posible si se acepta la Verdad, con mayúsculas. La misma humanidad es solo posible cerca de Dios. Todo el bien se vuelve gradualmente mal a medida que el ser humano se aleja de Dios.

Hoy día estamos viendo esta degeneración, esta vuelta al irracionalismo gracias al relativismo jovenlandesal que desdeña la existencia de verdad objetiva y para considerar que todo puede ser tras*formado (con lo que es susceptible de ser comprado y vendido). Este es el "nuevo orden del siglo", como se refleja en los dolares americanos: que el ser de las cosas no proviene de Dios sino que puede ser manipulado a voluntad por el hombre y, por tanto, comprado y vendido, y es en la sociedad norte-americana donde este orden se ha plasmado con mayor pureza.



Recientemente he leído de un exorcista que en la psique humana se pueden distinguir parte consciente, inconsciente (proveniente de los ancestros), subconsciente (proveniente del tiempo de gestación) y supraconsciente (adquirido durante la vida). Es normal ese interés en el inconsciente y el subconsciente por parte de los simpatizantes de las sociedades pre-monoteistas ya que la razón, que es el buen funcionamiento de la parte consciente, es posible solamente gracias a la Verdad revelada. La creencia en un Dios consciente, personal, justo y bueno otorga una forma superior de mirar al mundo que la que tenían los pueblos anteriores, con su parte consciente sumida en tinieblas. Por esto los pueblos monoteistas han dominado el mundo (y dentro de los monoteistas, particularmente los cristianos): sencillamente disponían de una ventaja enorme frente al resto.
También es legítimo el interés de los psicólogos y psiquiatras en el inconsciente y el subconsciente porque en ellos hay muchas heridas difícilmente detectables por nuestra consciencia. El problema está en que se afronte la curación de manera no cristiana.


En general te esfuerzas en presentar las virtudes del patriarcado pagano, y llegas a señalar muchas similitudes con el cristianismo. También afirmas que el bien y la justicia no son construcciones sociales sino algo intriseco al ser humano. Esto es correcto en cierto sentido, pero se contradice con tu anterior defensa de la inexistencia de una única verdad.
El ser humano se compone de espíritu (dado por Dios) y cuerpo (que incluye la base material de la consciencia). Es cierto que todo ser humano ha sido creado para el bien, para la verdad, para la justicia, para la vida, y esto está sustentado por el espíritu que Dios nos da. Sin embargo, el pecado oscurece esta luz del espíritu y nos impide discernir conscientemente el bien y el mal en muchas ocasiones. Este pecado se puede deber a nuestros actos pero también es heredado (en el inconsciente y el subconsciente). Por esto hay mucha "luz de Dios" en todo ser humano, y esto lo reconoces en las virtudes que atribuyes a esas idealizadas sociedades patriarcales paganas, pero tambien hay mucho mal en cada persona. Una máxima que enseña la Iglesia es la de luchar contra el error para salvar al ser humano: todo ser humano puede, si este lo quiere, ser liberado de las tinieblas del pecado para ser así libre de expresar la naturaleza única que Dios le ha concedido.

Sí, los cristianos hemos cometido muchas injusticias a lo largo de la historia, sobre todo cuando entra en juego el poder temporal, pero el mal aquí es achacable precisamente al poder temporal y no al cristianismo. En la Biblia se presenta una complicada historia de la fragmentación del poder temporal (Caín) frente al sacerdotal (Abel), y cómo los demonios (que se ocultan tras muchas de las deidades paganas) adquirieron un cierto dominio sobre el poder temporal mediante la manipulación de quien por derecho ha de ostentarlo (seres humanos). En Cristo se reunifican ambos poderes, pero hasta la fecha las diversas pruebas de llevar esta unificación a la práctica en sociedades cristianas no siempre han tenido demasiado éxito, y muchas veces han llevado a grandes fracasos. Quizá el peor ha sido el de la época del colonialismo, donde las naciones cristianas se convirtieron no en guardianes de sus hermanos sino en sus explotadores. Por esto la Iglesia, mediante los últimos Papas, se ha esforzado en pedir perdon por muchos de los excesos cometidos.

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