Amraslazar
Príncipe del Tabernáculo
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El retorno a Aristóteles de da en la Edad Media, realmente el Aristotelismo frenó los avances. Aristóteles fue un genio, pero especuló sobre ciertas cosas y erró mucho, precisamente el cristianismo empieza a "idolatrar" al pensamiento de Aristóteles y eso será lo que haga que ciencia no fuera tan rápido. Y esto si fue un error del cristianismo.
Ideas como el geocentrismo, la división del cosmos en esferas celestes perfectas, orbitas circulares perfectas, creencia en elementos, énfasis en la lógica (racionalismo) frente al empirismo, énfasis en la autoridad, búsqueda de la teleología de los fenómenos naturales en lugar de la simple observación, negación del vacío, tendencia a buscar principios universales, simples y generales para fenómenos complejos, etc.
En resumen, que gran parte de la intolerancia religiosa cristiana contra la ciencia no viene de creencias bíblicas, sino de la influencia y autoridad de Aristóteles que venía siendo incuestionable desde que se recuperó en la Edad Media. Lo contrario a lo que dices vaya.
Bueno, en defensa del pensamiento escolástico y del cristianismo en general, hay que decir que no me consta que los escolásticos prohibieran nunca la investigación empírica. Ciertamente había límites jovenlandesales impuestos a experimentación, pero también los hay hoy en día a la investigación científica.
A Galileo, los católicos nunca le persiguieron por fabricar telescopios mejores, observar los astros con ellos, y sacar y publicar conclusiones. A Galileo solo le persiguieron cuando cayó en la trampa que le tendieron sus rivales de ponerse a hacer teología a partir de ello. En el otro lado de la trinchera del cristianismo, los calvinistas no quemaron a Miguel Servet por sus investigaciones y publicaciones sobre la circulación de la sangre, si no por negar el dogma de la Trinidad.
Todos los avances que comenté antes (el vacío, la óptica, las órbitas elípticas...) se hicieron bajo la hegemonía del escolasticismo y sin que sus investigadores fueran quemados por ello. Copérnico hizo sus investigaciones y escribió su obra sin dejar de ser considerado un canónigo católico, justo cuando Lutero la había liado parda clavando sus 95 tesis en la puerta de la Iglesia de Wittemberg. Kepler hizo sus observaciones y publicó su obra en plena época de la Contrarreforma, y fue elegido por el muy católico Emperador Rodolfo II de Habsburgo como el matemático oficial de su corte.
Hay muchos fans del grecorromanismo que se empeñan en oponer el cristianismo al legado grecorromano, cuando no ha existido nadie mas fan de dicho legado que los propios escolásticos. Santo Tomás de Aquino legitimó a todos los filósofos "paganos", y no existía ningún escolástico que no considerara a Platón y a Aristóteles como "cristianos viejos" que fueron liberados de los infiernos cuando Jesucristo bajó allí a reclamar las almas de los justos.
Y Santo Tomás de Aquino no solo legitimó a los grandes filósofos clásicos. También legitimó a Hermes Trismegisto, al que consideraba un hombre que había sido capaz de llegar casi a la verdad antes de la aparición del Mesías. Y los empiristas, en la Edad Media, trabajaban al amparo del hermetismo, a través de la Alquimia, la Astrología, y la Numerología, disciplinas herméticas de las que surge nuestra química, astronomía y matemáticas modernas.
Santo Tomás de Aquino, por tanto, legitimó la investigación empírica. Y el catolicismo, al declarar a Santo Tomás como el mayor Doctor de la Iglesia (lo que venía a significar que el único que entendía cómo funcionaba el Universo mejor que Santo Tomás, era el propio Dios), también legitimó la investigación empírica.
Y que los cristianos legitimaran el empirismo amparado bajo las doctrinas herméticas, en vez de declararlo una Herejía castigada con Fuego en la Hoguera, dice mucho de la amplitud de mente que tenían esos cristianos medievales, frente a la cerrazón que les atribuyen los enemigos del cristianismo.
Lo que si que le pedían los escolásticos a los empiristas, es que no les demolieran la Teología, es decir la comprensión del mundo y del alma humana. Porque un investigador no puede enajenarse de las consecuencias jovenlandesales de sus descubrimientos. Y la verdad es que, visto cómo estamos hoy en día, uno no puede si no reconocerles cierta razón.
En los tiempos del escolasticismo, uno podía hacer las investigaciones empíricas que le diera la gana, siempre que se guardara el decoro y las buenas costumbres, y los saqueos de tumbas se hicieran con la debida discreción. Lo que no podían hacer los empiristas era leerse el Corpus Hermeticum y utilizarlo para montarse una herejía gnóstica y predicarla. En nuestros tiempos, sin embargo, se permite que alguien se lea a Hegel y publique un manifiesto comunista diciendo que hay que llevar a cabo matanzas masivas para liquidar todo el orden social existente y demoler todos los principios jovenlandesales que sustentan nuestra civilización.
Lo mas curioso de todo es que el hermetismo, que amparaba a los empiristas, es una doctrina idealista. Los defensores de la ciencia empírica y del racionalismo extremo deben la existencia de la ciencia moderna a una doctrina que afirma que todo el Universo es mental. Ya comenté en el hilo que abriste sobre las Brujas que la Magia es la Palabra, y que ciertamente a través de la Palabra podemos crear universos y tras*formar la realidad. Pero eso no significa que no existan límites. Si te arrojas desde un décimo piso, te vas a hacer pulpa al estrellarte contra el suelo, por mucho que durante la caída vayas repitiendo con gran convencimiento que la gravedad no es mas que una construcción mental.
Los seres humanos somos cuerpo, mente y espíritu. Y cada una de esas partes tiene su método para entenderla. El error habitual es creerse que uno solo de esos métodos basta para comprender las tres. Es como tener una caja de herramientas con un martillo, un destornillador y una llave inglesa, y empeñarse en utilizar el martillo para todo.
La materia se investiga y se entiende a través del empirismo. La mente se investiga y se comprende a través de la lógica racional. Y el espíritu solo se puede llegar a vislumbrar a través de la intuición. Por eso, aquellos que dan la espalda a la Fe, están condenados a ser ratones atrapados dando vueltas en una rueda.
Por todo esto, es es absurdo contraponer la ciencia a la religión, Grecia al Cristianismo, o el escolasticismo al empirismo. Cada uno tiene su objeto. Los grecorromanos se estancaron, atrapados en sus debates sobre el género de los ángeles. Los escolásticos se estancaron, atrapados en sus debates sobre el género de los ángeles. Y nosotros ahora estamos atrapados en debates que niegan la existencia de los géneros, y como consecuencia estamos al borde, no del estancamiento, si no de la extinción.
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