Aparte de todo esto, que está muy bien, hay un punto de inflexión que todo el mundo suele pasar por alto y que marca un antes y un después en la actitud de los españoles frente a la gaysidad, que es la irrupción de Boris Izaguirre en Crónicas Marcianas a finales de los 90.
Un gays con pluma over 9000 que salía cada noche de lunes a jueves en el late-night más visto de la época y que duró entre 1997 y 2005.
Tiene mucha más influencia eso en la conciencia colectiva de la población que cualquier película de Almodóvar...
Boris Izaguirre normalizó la gaysidad en televisión hasta un extremo en que los españoles al final no se daban ni cuenta de que Boris era un gaiazo inaceptable en cualquier otra televisión del mundo. Se notaba mucho cuando venían invitados extranjeros a Crónicas y se les desencajaba la mandíbula cuando oían la vocecita de Boris... Tardaban como varios minutos en entender que aquello no era una broma y que en España ese freak era una estrella respetable.
Después de Boris Izaguirre, Telecinco ya vio la puerta abierta para poner a mariquitas chismosas en la posición de presentadores, como hicieron con Jorge Javier Vázquez, que ninguna televisión hubiese aceptado como presentador antes del huracán Boris... En cualquier país del mundo, un Jorge Javier Vázquez jamás habría pasado de colaborador o tertuliano en el programa de Ana Rosa, que es como empezó en los noventa.
Pero en España hoy en día es el presentador por antonomasia, contribuyendo todavía más a afianzar la normalización de la gaysidad.
Es decir, para mí hay 3 personajes destacados que explican ese 89% de españoles que ven la gaysidad como natural: Almodóvar, Boris Izaguirre y Jorge Javier Vázquez.