etsai
Será en Octubre
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Hasta cierto punto entiendo la postura del chaval y confieso que yo estaría en la misma situación si no fuese porque tengo seres queridos y un trabajo que me 'arrastran' a la calle. Me gusta demasiado estar en casa con mis cosas. Tuve algunos años dolidos en los que no tenía trabajo, ni estudiaba ni tenía motivación alguna para vivir. La vida era videojuegos y caricias hasta las 2 de la madrugada, levantarse tarde, hacer algunas tareas para no sentirme inútil total y salir a pasear o a correr.
Yo no es que no soporte a la gente, lo que me ocurre es que la mayoría de personas no me aportan nada y me es imposible mantener una conversación de más de 5 minutos sin empezar a bostezar. Admiro a la gente que se puede pasar horas y horas hablando de las cosas más banales porque yo soy incapaz, eso si, si conecto con alguien puedo tirarme toda la tarde conversando sin cansarme.
Lo que no tiene perdón de dios es que el chaval de nuestra historia, si es cierta, haya perdido el contacto con la naturaleza, la fauna, la flora, los bosques, el mar, la montaña, el desierto, etc... La naturaleza es una riqueza que se nos ha dado y que tiene poder de sanarte la mente, esto es cierto aunque suene happy happy. Cuando estuvimos encerrados lo echaba de menos, y de hecho pasear por el monte es lo último y lo primero que hice durante aquellos días. Cuando tengo un día estropeado me pongo unas botas y me voy a dar una vuelta y eso es medicina para el alma. Compadezco a todos esos hombres, mujeres, niños y perros que viven en esas junglas de asfalto y que rara vez salen de ahí.
Yo no es que no soporte a la gente, lo que me ocurre es que la mayoría de personas no me aportan nada y me es imposible mantener una conversación de más de 5 minutos sin empezar a bostezar. Admiro a la gente que se puede pasar horas y horas hablando de las cosas más banales porque yo soy incapaz, eso si, si conecto con alguien puedo tirarme toda la tarde conversando sin cansarme.
Lo que no tiene perdón de dios es que el chaval de nuestra historia, si es cierta, haya perdido el contacto con la naturaleza, la fauna, la flora, los bosques, el mar, la montaña, el desierto, etc... La naturaleza es una riqueza que se nos ha dado y que tiene poder de sanarte la mente, esto es cierto aunque suene happy happy. Cuando estuvimos encerrados lo echaba de menos, y de hecho pasear por el monte es lo último y lo primero que hice durante aquellos días. Cuando tengo un día estropeado me pongo unas botas y me voy a dar una vuelta y eso es medicina para el alma. Compadezco a todos esos hombres, mujeres, niños y perros que viven en esas junglas de asfalto y que rara vez salen de ahí.