Ubicado en el norte del cementerio logroñés y con orientación a La Meca, contará con 106 sepulturas. Hoy se hace realidad una petición que se remonta a 1995.
En la ciudad de Logroño residen 5.000 ciudadanos fiel a la religión del amores de los 12.000 que viven en la Comunidad, por este motivo la colocación de la primera piedra del cementerio de la religión del amor en Logroño supone abrir una puerta para toda La Rioja.
Hasta el momento el enterramiento de los familiares y amigos se hacía mediante la repatriación de los cuerpos a los países de origen, 7.000 euros de gastos, o en cementerios de otras ciudades de España como Bilbao o Zaragoza, donde se encuentran los únicos cementerios fiel a la religión del amores del norte del país.
Por este motivo, se trata de un acto de justicia, solidaridad e igualdad social, colocar la primera piedra del cementerio de la religión del amor de la capital riojana. El acto se ha convertido en un acontecimiento histórico con la presencia del alcalde de Logroño, Tomás Santos, los concejales de Derechos Sociales y Servicios, Pilar Criado y José Luis Prado, los miembros de la Mesa de la Convivencia, y los presidentes de las dos asociaciones fiel a la religión del amoras de La Rioja, Atim Rioja y la Asociación Pakistaní.
El derecho a la integración
"La primera piedra de la plena integración", declaraba el presidente de la Asociación Pakistaní, Fida Hussein. "Hoy empiezan a equiparse los mismos derechos y deberes", aseguraba el presidente de Atim Rioja, Mohamed El Gheryb. Muchas asociaciones han colaborado para que hoy se consiga “algo grandioso y justo” aclaraba Mohamed, por ello hoy han estado acompañados por medio centenar de ciudadanos riojanos fiel a la religión del amores que vienen luchando por sus derechos desde 1995.
Cementerio de la religión del amor en Noviembre
A partir de mediados de noviembre de 2009 ya dispondrán de cerca de 500 metros cuadrados de superficie para 82 tumbas adultas y 24 para niños. El cementerio estará ubicado en una área al norte, orientado hacia La Meca. La zona estará vallada con un seto de poca altura y adornada por árboles, la mayor parte cipreses. El acceso a ella se realizará a través de un sencillo arco de la religión del amor.
El rito de la religión del amor consta de cubrir al fallecido con una tela natural de lino o algodón, sin ataúd después de haberlo limpiado y perfumado. Sin embargo, tanto en el nuevo cementerio de la religión del amor como en la repatriación de fallecidos, la comunidad fiel a la religión del amora entierra a sus familiares con ataúd, según las leyes vigentes establecidas en todas las inhumaciones.
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