En un informe anual: "El sufrimiento de los ciudadanos sirios en el Golán", sometido a una comisión de la ONU que investiga abusos de los derechos humanos en los territorios palestinos, el Ministerio de Exteriores sirio ha acusado a Israel del crimen de enterrar desperdicios nucleares, radioactivos y tóxicos en el Golán, exponiendo a la población al peligro de graves enfermedades. El informe también señala que las condiciones de vida de los habitantes sirios del Golán ocupado se deterioran cada día.
Las acusaciones no son nuevas, ya que desde agosto de 2003 Siria también afirmó que unidades especiales del ejército israelí estaban cavando túneles en Jabal Al-Sheikh, también conocido como Monte Hermón, dentro de los territorios sirios ocupados, agregando que los hacían para servir de vertederos de desperdicios nucleares. Desde entonces, Siria ha afirmado repetidamente que en el Monte Hermón hay túneles utilizados para verter material radioactivo del reactor en Demona de Israel.
Semejante vertido por parte de Israel, dicen las autoridades sirias, va más allá de cualquier amenaza militar y pone en peligro el entorno de toda la región.
En diciembre de 2003, testigos presenciales sirios dijeron que los israelíes estaban cavando túneles de siete metros de diámetro y unos 100 metros de profundidad cerca de la cumbre del Monte Hermón, agregando que también habían construido ascensores y escaleras eléctricas.
Según los medios sirios de esos días, personal del ejército israelí, con efectivos uniformados o de civil, inspeccionaba regularmente los túneles, y unos camiones que tras*portaban tambores sellados con cemento depositaban desechos en ellos.
Aunque se ha cuestionado la veracidad de esos informes, las autoridades sirias han presentado más detalles sobre el supuesto vertido israelí de desechos nucleares.
Según fuentes sirias, Israel ha excavado ahora un túnel en el borde de la montaña para ocultar docenas de ojivas nucleares y ha entrampado el Golán con bombas, minas nucleares tácticas y artefactos radiactivos combustibles. Se dice que una unidad del ejército israelí supervisa las operaciones.
Según funcionarios sirios, Israel está enterrando desechos nucleares en el Monte Hermón para impedir que Siria reivindique el Golán, ocupado por Israel desde la guerra de 1967.
A principios de 2004, un funcionario sirio en la ONU volvió a acusar a Israel de enterrar desperdicios nucleares en el Golán ocupado, y el gobierno sirio envió advertencias a ciudadanos sirios y palestinos, informando de que Israel almacena material radiactivo en áreas adyacentes a la frontera sirio-palestina.
Siria también ha pedido un monitoreo internacional de las instalaciones israelíes. La iniciativa obedece a la admisión por Israel de que se había encontrado grietas en su reactor en Demona, llevando al gobierno israelí a distribuir píldoras de yodo a ciudadanos israelíes que vivían cerca del reactor en aquel entonces.
El miembro árabe de la Knesset (Parlamento israelí) Issam Makhoul ha denunciado el supuesto vertido de desperdicios nucleares en el Golán como un crimen contra la humanidad, afirmando que Israel pone en peligro la vida humana, animal y vegetal en la región.
Por su parte, Israel resta importancia a los informes, diciendo que sólo excava zanjas antitanque en el Golán.
Israel ha ocupado el Golán sirio desde 1967, y ha expulsado a cerca de 130.000 personas del área. Unas 130 aldeas sirias y 112 granjas han sido destruidas por los ocupantes israelíes, e Israel ha establecido desde entonces a 20.000 colonos en asentamientos en el Golán. El ejército israelí también estableció 600 puestos en el área, según fuentes sirias.
En diciembre de 1981, la Knesset israelí aprobó una ley que anexa el Golán y da a sus habitantes la opción de obtener la nacionalidad israelí. Sin embargo, los habitantes sirios del área se negaron a ser ciudadanos israelíes.
Los israelíes dicen que el Golán es demasiado importante para su seguridad como para devolverlo a los sirios. Siria ha dicho que no puede firmar un acuerdo de paz con Israel hasta que se resuelva el tema del Golán.
Aparte de su programa nuclear civil, Israel es considerado la sexta potencia nuclear por su tamaño del mundo. Inició su programa nuclear militar secreto con ayuda francesa en 1958 y tuvo desde entonces considerable ayuda de EE.UU. y Sudáfrica.
Según cálculos internacionales, Israel ha acumulado más de 200 ojivas nucleares durante los últimos 30 años, que van desde ojivas pequeñas para atacar objetivos limitados hasta ojivas mayores capaces de destruir grandes ciudades.
Se estima que Israel tiene suficiente uranio y plutonio para producir por lo menos 100 ojivas nucleares adicionales. Su sistema Jericó de misiles puede tras*portar ojivas a 1.500 km de distancia.
Israel es el único país en la región que tiene armas nucleares, y siempre se ha negado a firmar un tratado de no proliferación nuclear o a permitir que inspectores internacionales examinen sus instalaciones.
El reciente informe sirio sobre el supuesto vertido de desechos nucleares por Israel en el Golán ocupado es el último de una serie de solicitudes a las agencias internacionales pidiendo ayuda para investigar los túneles que Israel ha construido en el área.
El gobierno sirio también pidió la prohibición de todas las armas de destrucción masiva en la región, y Damasco ahora sostiene que el peligro para la región también proviene de los riesgos de los desechos nucleares, así como de la posibilidad de conflicto nuclear.