GoldFever
Madmaxista
Estos días, a raíz de cosas leídas en diferentes sitios, he caído en la cuenta de algo interesante.
Hace muchos, muchos años, se tenían hijos de forma "natural", vamos, que no había televisión, ni Internet ... ni anticonceptivos. Era normal tener tres, cuatro, cinco y más hijos. Además, había otro factor a tener en cuenta:
Sacar adelante un cierto número de hijos era un requisito, por no decir una necesidad, de primer orden de cara a ser mantenido en la vejez. Había una marcada relación entre ambas cosas:
Tener hijos --> Tener la vejez cubierta.
La implicación no era de aplicación en el 100% de los casos (hijos pobres o padres ricos), pero sin duda sí lo era en un importante porcentaje.
Había un derecho (vejez cubierta) que derivaba de una obligación (criar hijos).
Esta relación concreta de obligación -> derecho ha venido aplicándose en todas las sociedades y culturas humanas desde la noche de los tiempos.
Un buen día llegó un "ingeniero social" llamado Otto von Bismarck que alteró sustancialmente las cosas. Creo las pensiones para los ancianos. Ser mantenido en la vejez dejó de depender, en buena parte, de criar hijos o no; el Estado mantendría a los ancianos.
Hace ya muchos años, antes de la aparición de los métodos de control de natalidad, la pensión a percibir pasó a depender de los años y cuantías cotizadas, es decir seguimos teniendo una relación obligación -> derecho, pero la obligación natural inicial fue sustituida por una obligación artificial:
Cotizar a la SS --> Tener la vejez cubierta.
Esta relación es totalmente artificial, ya que las cotizaciones realizadas no se guardan o acumulan, sino que se gastan, y ya cotizarán otros para cuando el actual cotizante llegue a viejo.
Aún a pesar de lo antinatural, el sistema funcionó hasta que se introdujo otro elemento de "ingeniería social", que añadió otra capa de artificialidad a nuestro sistema de vida: la posibilidad de controlar el tener hijos o no (anticonceptivos y aborto).
Tener menos hijos requiere menos esfuerzo por parte de padre y progenitora, les permite disfrutar más de la vida, y permite dar a ese menor número de hijos más oportunidades. La natalidad bajó drásticamente.
Y ahora nos encontramos con que se han forzado las cosas más de la cuenta.
Desligar el mantenimiento de los ancianos del número de hijos que estos tuvieron en edad fértil, como ha hecho la ingeniería social, tenía un límite. Y parece obvio que se ha ido más allá del mismo, con mucho.
La natalidad actual no sólo es bajísima, sino que debido a que en los últimos años los "ingenieros sociales" han preferido pillar impuestos y cotizaciones a trisca del ladrillo, ahora a incontables parejas jóvenes les será muy difícil pasar del primer hijo, si es que llegan.
El resultado es una vejez que se promete muy dura para todo el ahora tenga menos de 30/40 años, por mucho que coticen, porque con respecto al derecho de ser mantenido en la vejez, la obligación de cotizar es artificial; la natural y real es tener hijos.
Otra forma de verlo es que se han condicionado derechos individuales (pensiones) contra obligaciones colectivas (que la sociedad tenga hijos), imposibles de imponer, sin tenerse en cuenta tal cosa.
Es irónico, pero parece como si Franco, con su "cruzada" permanente pro-familia, sus leyes contra los anticonceptivos y el aborto (entre otras), hubiese sabido lo que estaba haciendo (aunque lo dudo).
¿No es esto un OWNED en toda regla a los ancianos del futuro?
Hace muchos, muchos años, se tenían hijos de forma "natural", vamos, que no había televisión, ni Internet ... ni anticonceptivos. Era normal tener tres, cuatro, cinco y más hijos. Además, había otro factor a tener en cuenta:
Sacar adelante un cierto número de hijos era un requisito, por no decir una necesidad, de primer orden de cara a ser mantenido en la vejez. Había una marcada relación entre ambas cosas:
Tener hijos --> Tener la vejez cubierta.
La implicación no era de aplicación en el 100% de los casos (hijos pobres o padres ricos), pero sin duda sí lo era en un importante porcentaje.
Había un derecho (vejez cubierta) que derivaba de una obligación (criar hijos).
Esta relación concreta de obligación -> derecho ha venido aplicándose en todas las sociedades y culturas humanas desde la noche de los tiempos.
Un buen día llegó un "ingeniero social" llamado Otto von Bismarck que alteró sustancialmente las cosas. Creo las pensiones para los ancianos. Ser mantenido en la vejez dejó de depender, en buena parte, de criar hijos o no; el Estado mantendría a los ancianos.
Hace ya muchos años, antes de la aparición de los métodos de control de natalidad, la pensión a percibir pasó a depender de los años y cuantías cotizadas, es decir seguimos teniendo una relación obligación -> derecho, pero la obligación natural inicial fue sustituida por una obligación artificial:
Cotizar a la SS --> Tener la vejez cubierta.
Esta relación es totalmente artificial, ya que las cotizaciones realizadas no se guardan o acumulan, sino que se gastan, y ya cotizarán otros para cuando el actual cotizante llegue a viejo.
Aún a pesar de lo antinatural, el sistema funcionó hasta que se introdujo otro elemento de "ingeniería social", que añadió otra capa de artificialidad a nuestro sistema de vida: la posibilidad de controlar el tener hijos o no (anticonceptivos y aborto).
Tener menos hijos requiere menos esfuerzo por parte de padre y progenitora, les permite disfrutar más de la vida, y permite dar a ese menor número de hijos más oportunidades. La natalidad bajó drásticamente.
Y ahora nos encontramos con que se han forzado las cosas más de la cuenta.
Desligar el mantenimiento de los ancianos del número de hijos que estos tuvieron en edad fértil, como ha hecho la ingeniería social, tenía un límite. Y parece obvio que se ha ido más allá del mismo, con mucho.
La natalidad actual no sólo es bajísima, sino que debido a que en los últimos años los "ingenieros sociales" han preferido pillar impuestos y cotizaciones a trisca del ladrillo, ahora a incontables parejas jóvenes les será muy difícil pasar del primer hijo, si es que llegan.
El resultado es una vejez que se promete muy dura para todo el ahora tenga menos de 30/40 años, por mucho que coticen, porque con respecto al derecho de ser mantenido en la vejez, la obligación de cotizar es artificial; la natural y real es tener hijos.
Otra forma de verlo es que se han condicionado derechos individuales (pensiones) contra obligaciones colectivas (que la sociedad tenga hijos), imposibles de imponer, sin tenerse en cuenta tal cosa.
Es irónico, pero parece como si Franco, con su "cruzada" permanente pro-familia, sus leyes contra los anticonceptivos y el aborto (entre otras), hubiese sabido lo que estaba haciendo (aunque lo dudo).
¿No es esto un OWNED en toda regla a los ancianos del futuro?