40 escaneados siguen sin desvelar misterio de la tumba de Tutankamón
Francisco Carrión / El Mundo
Egipto está aún muy lejos de confirmar la posible existencia de cámaras ocultas en la tumba de Tutankamón. Así lo ha anunciado este viernes el equipo de expertos que desde la víspera ha efectuado hasta 40 escaneados en cinco niveles distintos durante más de diez horas. Nuevas pruebas de radar se realizarán a finales de abril desde el exterior del enterramiento en busca de certezas.
"No estamos buscando cámaras ocultas. Estamos buscando la realidad y la verdad. Tenemos hipótesis y estamos estudiándolas y solo después hablaremos de resultados concretos y tangibles", ha declarado el ministro de Antigüedades egipcio, Jaled el Anani, ante la comitiva de periodistas que se ha citado en los alrededores de la tumba de Tutankamón, en el Valle de los Reyes.
Visiblemente cansado, el egiptólogo británico Nicholas Reeves no ha modificado un ápice la teoría que divulgó el pasado estío apuntando a la existencia de dos cámaras ocultas tras los muros norte y oeste de la cámara funeraria del faraón niño. "Hemos trabajado durante las ultimas 10 horas en la tumba de Tutankamon. He dormido un par de horas en las últimas 48. Así que perdonen si hay alguna incoherencia en mis palabras", ha señalado el académico durante su breve intervención.
"Los resultados -ha detallado Reeves- no son aún concluyentes pero mantengo que la tumba de Tutankamón podría tener cámaras ocultas tras las paredes norte y oeste con elementos aún sin explorar. En la oeste habría un almacén de la época de Tutankamón y en el norte el espacio oculto podría corresponder a la cámara funeraria de Nefertiti. Eso explicaría el hecho de que el enterramiento no fuera hecho para Tutankamon sino que su cámara funeraria y anexos sería simplemente las estancias exteriores de una tumba de mayores proporciones".
Los resultados del escaneado con radar digital al que ha sido sometida la tumba -efectuado por un equipo de dos expertos estadounidenses del National Geographic y dos egipcios- serán ahora procesados por tres equipos diferentes encargados del análisis 3D. "Hemos realizado hasta 40 escaneados con dos antenas de radar diferentes, de 400 y 900 megahercios, para tratar de saber lo que hay detrás de estas paredes. Hemos reunido una gran cantidad de datos que van a ser analizados por tres diferentes equipos. No queremos confiar los datos a una sola persona o equipo", ha indicado Yaser el Shayeb, doctor en mecánica de rocas de la Universidad de El Cairo y uno de los expertos egipcios del proyecto.
El radar que ha auscultado la tumba en las últimas horas permite internarse en el muro hasta los 4 metros de profundidad y proporciona mayor resolución que el estudio anterior, firmado por el japonés Hirokatsu Watanabe. "De momento, sabemos que hay ciertas anomalías pero no puedo decir más que eso. Vemos cosas pero no están realmente claras. Por eso hemos decidido continuar las pruebas.
Tendremos a final de mes otro radar que será vertical. Se colocará en la colina donde está excavada la tumba y es capaz de alcanzar los 40 metros de profundidad. Esperamos poder confirmar lo que se observa desde dentro del enterramiento para completar toda la fotografía", ha agregado el académico, quien también ha aseverado que, aparte de estos exámenes, "se está llevando a cabo muchos trabajos científicos adicionales".
Hace dos semanas Egipto anunció la presencia de materiales "orgánicos y metálicos", que podrían indicar "la existencia de elementos arqueológicos difíciles de cuantificar en estos momentos". Las diferencias de temperatura detectadas coincidían con la tesis de Reeves. Sin embargo, la lenta y dosificada búsqueda de lo que algunos ya han bautizado "el hallazgo del siglo" ha despertado recelos en la comunidad científica. En una entrevista a EL MUNDO, el ex ministro de Antigüedades Zahi Hawass calificó de "estupidez" los nuevos exámenes de la tumba de Tutankamón.
El gran 'circo' de Tutankamón
Francisco Carrión / El Mundo
Fue Tutankamón, un faraón breve e intrascendente, quien llevó el espectáculo y las masas a la Egiptología. En noviembre de 1922 el hallazgo de su tumba intacta -con más de 5.000 "cosas maravillosas", como musitó su descubridor Howard Carter- llenó Luxor de forasteros. Una horda de periodistas y celebridades aterrizó en la antigua Tebas en busca de las alhajas del faraón niño. Desde entonces, la fascinación por Tutankamón ha convertido su recuerdo en un filón.
Las réplicas de su máscara dorada y las hoy desvaídas postales con su rostro aún inundan los otrora bulliciosos bazares de Luxor. Conscientes de su sex appeal, las autoridades egipcias se sumaron el pasado verano a la fascinante teoría sobre la existencia de cámaras ocultas en el enterramiento de Tutankamón que el británico Nicholas Reeves balbuceó en un breve ensayo.
"Es que Tutankamón es una de las personalidades más famosas del planeta", reconoce a EL MUNDO Terry Garcia, jefe de Ciencia y Exploración del National Geographic, mientras abandona el patio que antecede al enterramiento del monarca. "La expectación demuestra que al público le fascinan la exploración y los misterios. Hay un gran potencial", dice calculando cada palabra. Si Lord Carnarvon -el mecenas de Carter- logró recuperar su inversión vendiendo la exclusiva de los hallazgos al Times, hoy es el gigante estadounidense quien sufraga la aventura de Reeves a cambio de no ******* de vista sus pasos.
Dos expertos contratados por la National y otros dos técnicos egipcios concluyeron ayer el tercer escaneado de la tumba de Tutankamón, rodeado de una expectación desbocada que reconcilió al Valle de los Reyes -huérfano de multitudes desde las revueltas que hace cinco años desalojaron de palacio al octogenario Mubarak- con el séquito de periodistas.
Hace dos semanas el ministerio de Antigüedades egipcio anunció que el nuevo radar -capaz de determinar el grosor de los muros norte y oeste de la tumba de Tutankamón donde Reeves sugiere la presencia de sendas estancias- arrojaría resultados concluyentes.
Pero, lejos de aportar una confirmación, la enésima prueba a la que se somete la oquedad ha suscitado los primeros titubeos públicos del régimen egipcio, que desde el pasado septiembre ha organizado incontables ruedas de prensa alimentando el suspense. "No estamos buscando cámaras ocultas. Perseguimos la realidad y la verdad. Tenemos hipótesis y estamos estudiándolas y solo después hablaremos de resultados concretos y tangibles", declaró ayer el nuevo titular de Antigüedades egipcio, Jaled el Anani, nombrado la pasada semana al abrigo de una remodelación ministerial.
Los resultados del tercer radar serán evaluados por tres equipos en Egipto y EEUU y otro escáner explorará a finales de este mes el exterior de la tumba para tratar de desentrañar el hipotético nuevo plano de la sepultura. Según El Anani, la tierra de los faraones celebrará el próximo 6 de mayo un congreso internacional en el Gran Museo Egipcio -una mole que se construye a un tiro de piedra de las pirámides de Giza- para analizar los datos obtenidos hasta ahora.
Su predecesor en el cargo, el también egiptólogo Mamduh el Damati, había ganado fama en los últimos meses por su creciente entusiasmo hacia los trabajos de Reeves despachando en porcentajes la probable existencia de cámaras antes incluso de contar con resultados científicos. "No es cierto que haya cambiado la política en el ministerio. Yo siempre he insistido en que había que esperar a los datos", replicó ayer a este diario El Damati, involucrado aún en el proyecto.
Con la economía arruinada por la agitación política y el turismo en caída libre tras el atentado contra el avión ruso en el Sinaí, el Gobierno egipcio parecía haberse encomendado a Tutankamón en un culebrón que ha despertado las críticas y recelos de la comunidad científica. Así lo manifiestan a este diario egiptólogos españoles como José Manuel Galán y Myriam Seco, curtidos por años de excavaciones en Luxor. «En ciencia no se trata de creer o no creer. No hay actos de fe sino datos objetivos y argumentos lógicos sólidos. Por ahora yo no veo claro ni una cosa ni otra», apunta Galán. «No se pueden programar los descubrimientos ni tenemos una cualidad especial para predecir el futuro», agrega Seco.
Las críticas más duras contra el proyecto de Reeves, sin embargo, las ha pronunciado su colega egipcio Zahi Hawass, ex ministro de Antigüedades, en una entrevista con EL MUNDO: «Es una majadería. Cada semana convocan una rueda de prensa».
"Hay que ir paso por paso pero, si te digo la verdad, me gustaría que hubiera algo detrás de esas paredes. Sería bueno para Egipto, Luxor y el turismo. Sería como si se hiciera realidad un sueño. Carter y su equipo conquistaron la eternidad y ahora nuestros nombres también entrarían en la Historia", murmura Mustafa al Waziri, máximo responsable del ministerio de Antigüedades en Luxor.