Knabenschiessen
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España y Puerto Rico, una unión en beneficio de todos
España y Puerto Rico, una unión en beneficio de todos
Ivan Arrache
Ivan Arrache
Presidente de Autonomía para Puerto Rico
26 oct.- La cuestión del estatus político y la situación de crisis que atraviesa Puerto Rico es un problema del que hablan todos y prácticamente nadie brinda verdadera soluciones.
La propuesta de favorecer la integración de Puerto Rico con España como si fuera una comunidad autónoma más del país ibérico es la solución tanto para Puerto Rico como para España, e incluso también para los Estados Unidos de América y para la Unión Europea.
Me explico: Para la Unión Europea es una apuesta ganadora, porque se beneficiaría directamente de contar con una España más fuerte, con un territorio propio al otro lado del Atlántico.
Para los Estados Unidos también es una solución a la ya centenaria cuestión de qué hacer con Puerto Rico, puesto que la situación actual, por la que la isla es un "Estado Libre Asociado" ha demostrado ser un problema democrático que dura ya demasiado tiempo. La opción de favorecer su anexión plena como un estado más de los Estados Unidos es claramente un proyecto nacional de imposible armonización cultural.
Ello permitiría a Washington liberarse de la presión que supone la vergonzosa subordinación política con que mantienen a Puerto Rico, incapaz de excusar o explicar la ocupación de un territorio legítimamente español donde ni siquiera se permite el sufragio electoral por los mas altos mandatarios, ya que a los puertorriqueños ni siquiera se nos permite votar por el presidente de EE.UU.
Por lo que se refiere a Puerto Rico, nuestro pueblo contaría por fin con una alternativa verdaderamente descolonizadora y al mismo tiempo una definitiva apertura hacia el resto del mundo.
Aquí es donde entra, por encima de la autonomía, las oportunidades que ofrece la realidad ultramarina, unas oportunidades que dadas a conocer entre los puertorriqueños multiplicarían los simpatizantes de esta ideología autonomista.
Pero sin duda España sería la mas beneficiada en todo esto. Puerto Rico no solo potenciaría dramáticamente su capacidad económica, sino que también conciliaría y redimiría para la salud mental de todos los españoles su posición ante el mundo.
Además, supondría una revitalización automática del patriotismo español, sin que ni siquiera se tuviera que esperar a que se materializara el proyecto: Sólo con ver la posibilidad de que España crezca, la confianza de los españoles en el Estado español renacerá.
Existen infinidad de aspectos importantes que España tampoco debe ignorar: las incontables universidades que tiene Puerto Rico, la presencia en la isla de las farmacéuticas más grandes del planeta, o su situación como punto estratégico en las Américas.
Pero sobre todo, la gran oportunidad que ofrece Puerto Rico es su situación de estatus político inconcluso que mañana podría derivar en la independencia, la anexión plena a EE.UU. o, si España ayuda, una incorporación a España como la comunidad autónoma número 18 de un país del que nunca quiso separarse.
¿Cuántos pueden ofrecer tantas oportunidades tan fácilmente? Rusia no creyó que recuperar Crimea sería imposible, China tampoco lo creyó cuando negoció con Inglaterra por Taiwán.
Sin embargo, la clase política española adolece de un estancamiento mayúsculo en este sentido. Ante todo este revuelo, del se ha hablado hasta en Rusia, pareciera adormecida, sin percatarse de que el apoyo a nuestra causa le ayudaría a acallar las voces separatistas que sufre en su propio territorio.
Parece una locura que España invierta en fundaciones hasta en África, que no aportan en nada a su estabilidad política, e ignore a seres humanos completamente funcionales y dispuestos a fortalecer el espíritu nacional de España, que tan golpeado se ha visto últimamente.
Este ánimo anexionista no es exclusivo de Puerto Rico, existen cédulas y hermandades que miran hacia España en diferentes partes de Hispanoamérica y que merecen por lo menos una mirada por parte de la clase política española.
Solo falta ver en qué creen los políticos españoles con respecto a Puerto Rico y su relación con EE.UU. Personalmente espero que su estrategia no sea la de esperar a que las cosas se resuelvan solas como por los últimos dos siglos, mientras España cada vez va perdiendo más territorio.
Somos muchos los grupos y particulares que tanto en Puerto Rico como en España apoyamos esta idea y también somos muchos los que no tendríamos problema en unirnos en una agrupación más amplia que incluso podría estar dirigida desde España para aunar esfuerzos por esta causa.
Y es que no se trata de las manifestaciones individuales de las diferentes asociaciones que existen, las cuales en el fondo somos una misma y todas miramos hacía la recuperación del vínculo por el que hace 117 años España y Puerto Rico eran una.
(Las tribunas expresan la opinión de los autores, sin que EFE comparta necesariamente sus puntos de vista)
España y Puerto Rico, una unión en beneficio de todos
Ivan Arrache
Ivan Arrache
Presidente de Autonomía para Puerto Rico
26 oct.- La cuestión del estatus político y la situación de crisis que atraviesa Puerto Rico es un problema del que hablan todos y prácticamente nadie brinda verdadera soluciones.
La propuesta de favorecer la integración de Puerto Rico con España como si fuera una comunidad autónoma más del país ibérico es la solución tanto para Puerto Rico como para España, e incluso también para los Estados Unidos de América y para la Unión Europea.
Me explico: Para la Unión Europea es una apuesta ganadora, porque se beneficiaría directamente de contar con una España más fuerte, con un territorio propio al otro lado del Atlántico.
Para los Estados Unidos también es una solución a la ya centenaria cuestión de qué hacer con Puerto Rico, puesto que la situación actual, por la que la isla es un "Estado Libre Asociado" ha demostrado ser un problema democrático que dura ya demasiado tiempo. La opción de favorecer su anexión plena como un estado más de los Estados Unidos es claramente un proyecto nacional de imposible armonización cultural.
Ello permitiría a Washington liberarse de la presión que supone la vergonzosa subordinación política con que mantienen a Puerto Rico, incapaz de excusar o explicar la ocupación de un territorio legítimamente español donde ni siquiera se permite el sufragio electoral por los mas altos mandatarios, ya que a los puertorriqueños ni siquiera se nos permite votar por el presidente de EE.UU.
Por lo que se refiere a Puerto Rico, nuestro pueblo contaría por fin con una alternativa verdaderamente descolonizadora y al mismo tiempo una definitiva apertura hacia el resto del mundo.
Aquí es donde entra, por encima de la autonomía, las oportunidades que ofrece la realidad ultramarina, unas oportunidades que dadas a conocer entre los puertorriqueños multiplicarían los simpatizantes de esta ideología autonomista.
Pero sin duda España sería la mas beneficiada en todo esto. Puerto Rico no solo potenciaría dramáticamente su capacidad económica, sino que también conciliaría y redimiría para la salud mental de todos los españoles su posición ante el mundo.
Además, supondría una revitalización automática del patriotismo español, sin que ni siquiera se tuviera que esperar a que se materializara el proyecto: Sólo con ver la posibilidad de que España crezca, la confianza de los españoles en el Estado español renacerá.
Existen infinidad de aspectos importantes que España tampoco debe ignorar: las incontables universidades que tiene Puerto Rico, la presencia en la isla de las farmacéuticas más grandes del planeta, o su situación como punto estratégico en las Américas.
Pero sobre todo, la gran oportunidad que ofrece Puerto Rico es su situación de estatus político inconcluso que mañana podría derivar en la independencia, la anexión plena a EE.UU. o, si España ayuda, una incorporación a España como la comunidad autónoma número 18 de un país del que nunca quiso separarse.
¿Cuántos pueden ofrecer tantas oportunidades tan fácilmente? Rusia no creyó que recuperar Crimea sería imposible, China tampoco lo creyó cuando negoció con Inglaterra por Taiwán.
Sin embargo, la clase política española adolece de un estancamiento mayúsculo en este sentido. Ante todo este revuelo, del se ha hablado hasta en Rusia, pareciera adormecida, sin percatarse de que el apoyo a nuestra causa le ayudaría a acallar las voces separatistas que sufre en su propio territorio.
Parece una locura que España invierta en fundaciones hasta en África, que no aportan en nada a su estabilidad política, e ignore a seres humanos completamente funcionales y dispuestos a fortalecer el espíritu nacional de España, que tan golpeado se ha visto últimamente.
Este ánimo anexionista no es exclusivo de Puerto Rico, existen cédulas y hermandades que miran hacia España en diferentes partes de Hispanoamérica y que merecen por lo menos una mirada por parte de la clase política española.
Solo falta ver en qué creen los políticos españoles con respecto a Puerto Rico y su relación con EE.UU. Personalmente espero que su estrategia no sea la de esperar a que las cosas se resuelvan solas como por los últimos dos siglos, mientras España cada vez va perdiendo más territorio.
Somos muchos los grupos y particulares que tanto en Puerto Rico como en España apoyamos esta idea y también somos muchos los que no tendríamos problema en unirnos en una agrupación más amplia que incluso podría estar dirigida desde España para aunar esfuerzos por esta causa.
Y es que no se trata de las manifestaciones individuales de las diferentes asociaciones que existen, las cuales en el fondo somos una misma y todas miramos hacía la recuperación del vínculo por el que hace 117 años España y Puerto Rico eran una.
(Las tribunas expresan la opinión de los autores, sin que EFE comparta necesariamente sus puntos de vista)