-Aноñимо-
Rapero Guarderista
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Me hacen gracia los betillas que se engañan diciendo que disfrutan cambiando de marchas en su Mégane dCi o C4 HDI. 
No se puede ser más ridi.
Esos coches no sólo están inframotorizados, sino que tienen un tacto de los mandos poco agradable. Si quieres un buen cambio manual te compras un BMW o un Porsche.
La mayoría de gente conduce un manual porque es más económico. Punto.
Por otra parte están quienes se engañan al pensar que su 1.6 turbo poco agradable tiene mejores bajos "por ser turbo". Prueba un 460 de Ford y me cuentas, espantapájaros. jojojo
No estoy descubriendo la rueda ni mucho menos. En EE.UU. en los años 50 ya sabían que no había nada como un motor rellenito unido a un sedoso cambio automático para recorrer kilómetros sin despeinarse, gozando de la suavidad y el empuje que proporciona una mecánica de cilindrada generosa.
Aquí los más betillas me tacharán de flipao por considerar un V8 de cilindrada generosa unido a cambio automático el automóvil ideal para uso diario, sin embargo en EE.UU. desde los 50 hasta los 70, lejos de ser el capricho de unos pocos, era la norma que los coches más habituales fueran así. Reservando el cambio manual a coches con aspiraciones deportivas, y los pequeños motores de 6 cilindros a vehículos industriales o de gama baja. Los de 4 cilindros ni estaban ni los esperaba nadie, porque no son otra cosa que un V8 al que le falta una bancada, y nadie quiere tener medio motor pudiendo tener uno entero.
Como vivimos en un país comunista Paco de cosa, con impuestos hasta por respirar (literal), la gente ha aprendido a resignarse y aceptar la cosa. Pero no, amigos, no es normal salir a la calle en un puñetero Ibiza TDI. Es ridículo, es humillante, es hasta ofensivo.
En la buena época de EE.UU. hasta las mujers conducían cochazos enormes con motoracos y toda clase de equipamiento. Hoy es considerado un capricho de cuatro milfs pijillas con sus Q7 4.2 TDI, sencillamente porque vivimos en un país de pobres. Nadie quiere conducir un 1.5 dCi. Dejad de engañaros.
Mirad, esto es la auténtica salud, the ultimate daily driver. Coches cómodos, elegantes, con buena reserva de potencia, relajantes de conducir.
Tomad nota de una vez, salid del engaño:
Que haya gente comprando Dacia Sanderos en pleno 2020 es para descojonarse.
No se puede ser más ridi.
Esos coches no sólo están inframotorizados, sino que tienen un tacto de los mandos poco agradable. Si quieres un buen cambio manual te compras un BMW o un Porsche.
La mayoría de gente conduce un manual porque es más económico. Punto.
Por otra parte están quienes se engañan al pensar que su 1.6 turbo poco agradable tiene mejores bajos "por ser turbo". Prueba un 460 de Ford y me cuentas, espantapájaros. jojojo
No estoy descubriendo la rueda ni mucho menos. En EE.UU. en los años 50 ya sabían que no había nada como un motor rellenito unido a un sedoso cambio automático para recorrer kilómetros sin despeinarse, gozando de la suavidad y el empuje que proporciona una mecánica de cilindrada generosa.
Aquí los más betillas me tacharán de flipao por considerar un V8 de cilindrada generosa unido a cambio automático el automóvil ideal para uso diario, sin embargo en EE.UU. desde los 50 hasta los 70, lejos de ser el capricho de unos pocos, era la norma que los coches más habituales fueran así. Reservando el cambio manual a coches con aspiraciones deportivas, y los pequeños motores de 6 cilindros a vehículos industriales o de gama baja. Los de 4 cilindros ni estaban ni los esperaba nadie, porque no son otra cosa que un V8 al que le falta una bancada, y nadie quiere tener medio motor pudiendo tener uno entero.
Como vivimos en un país comunista Paco de cosa, con impuestos hasta por respirar (literal), la gente ha aprendido a resignarse y aceptar la cosa. Pero no, amigos, no es normal salir a la calle en un puñetero Ibiza TDI. Es ridículo, es humillante, es hasta ofensivo.
En la buena época de EE.UU. hasta las mujers conducían cochazos enormes con motoracos y toda clase de equipamiento. Hoy es considerado un capricho de cuatro milfs pijillas con sus Q7 4.2 TDI, sencillamente porque vivimos en un país de pobres. Nadie quiere conducir un 1.5 dCi. Dejad de engañaros.
Mirad, esto es la auténtica salud, the ultimate daily driver. Coches cómodos, elegantes, con buena reserva de potencia, relajantes de conducir.
Tomad nota de una vez, salid del engaño:
Que haya gente comprando Dacia Sanderos en pleno 2020 es para descojonarse.
