Osman,disculpe usted,es un mercachifle que ha hecho su negocio mezclando graciosa y muy liberalmente escritos bíblicos con datos reales e imaginarios de la historia de Egipto,así, ha publicado infinidad de libros, cada uno más divagante que los otros que él defiende como importantes aportes revisionistas.
La Egiptología tradicional ve las propuestas de Ahmed Osman como pseudohistóricas y carentes de rigor académico, su enfoque revisionista y sus teorías sobre figuras bíblicas y su relación con personajes históricos egipcios han sido ampliamente criticados y desestimados por expertos en el campo.
Quiero suponer que usted se ha visto “convencido” por Osman de forma similar a la manera que añares atrás, a mí me “convenció” el autor de Sinuhe...
Las teorías de Freud no son aceptadas por los estudiosos de la historia y la religión. Su enfoque se basa en sus interpretaciones psicoanalíticas y no en evidencia histórica concreta, aunque sus ideas son interesantes y muy provocadoras, no se consideran confiables desde un punto de vista académico tradicional, y mucho menos para dar sosten a una teoría sobre el origen del monoteísmo.
La mayoría de los egiptólogos rechazan las teorías que intentan vincular directamente a Akhenatón con Moisés, y ante todo deberiamos aceptar que Moisés fue una persona real, lo cual nos llevaría a colisionar como ideas especulativas y carentes de evidencias sólidas en el registro arqueológico.
Cierto es que no pocos investigadores han señalado similitudes entre el monoteísmo promovido por Akenaton y ciertos aspectos del judaísmo, tal como se observa en el culto a Atón y los Salmos, por ejemplo, el Himno a Atón presenta paralelismos innegables con el Salmo 104, lo que sugiere que las ideas religiosas pudieron influenciarse mutuamente.
Sin embargo, esto no implica una conexión directa entre Akhenatón y Moisés,insisto, suponiendo que este haya existido.
Durante el reinado de Akhenatón, Egipto experimentó cambios significativos en su estructura religiosa y política, en ese contexto caótico aparecen los relatos bíblicos sobre Moisés que claramente deben aceptarse como parte de una narrativa mítica o legendaria más que como un reflejo histórico exacto.
No hay duda qu existe un interés concreto en explorar posibles conexiones entre Akhenatón y los hebreos que hipotéticamente vivían en esa época en Egipto, la opinión predominante entre los egiptólogos es que tales vínculos son más especulativos que basados en pruebas concretas. Las similitudes culturales y religiosas pueden existir, pero no se considera que haya evidencia suficiente para afirmar una relación directa entre Akhenatón. Moisés y una muchedumbre de hebreos esclavos.
Si nos apartamos del pantanoso terreno de los mitos o las especulaciones cuasifantasticas podemos,debemos, acudir a la opinión de especialistas renombrados en la materia,y poner a prueba la historicidad de los personajes y eventos que dan origen a ciertas hipótesis arriesgadas y poco confiables,que nos desvían del cauce histórico más sólido.
Y acudo a Zeev Herzog,eminente profesor de Arqueología en la Universidad de Tel Aviv, quien subraya que "ningún trámite científico prueba que haya existido una multitud hebrea prisionera en Egipto,su subsiguiente huida, lideradas por Moisés los largos años de travesía por el desierto y la conquista de la tierra prometida, definitivamente Moisés, cómo personaje histórico,no existió...y del cual, al día de la fecha no tenemos ninguna prueba arqueológica real”.
La afirmación de Herzog es avalada y sostenida en el estudio publicado en 2018 de dos investigadores judíos, Israel Liechtenstein, director del Instituto de Arqueología de la Universidad de Tel Aviv, y el arqueólogo israelí Neil Asher Silberman, donde sostienen la no existencia histórica ni de Abraham ni de Moisés ni de un supuesto Exodo.
Y así tenemos que del exhaustivo análisis de las evidencias entregadas por la Arqueología, la Historia y sus ciencias auxiliares, surge que no existe prueba alguna que alguno de los hechos desarrollados en el Éxodo haya ocurrido realmente, ni que existiera un pueblo esclavo en Egipto, ni que entre ellos surgiera un líder que los sacara de ese país, ni las plagas, ni los 40 años en el desierto…NADA.
En cuanto al relato de José, no hay duda que existen elementos muy sugestivos en el relato bíblico de José que podrían resonar con aspectos históricos del antiguo Egipto y algunos de sus altos funcionarios, pero también aquí, no hay pruebas concretas que lo avalen, cualquier conexión directa con figuras específicas de la Dinastía XVIII permanece en el ámbito de la especulación. La falta de evidencia arqueológica concreta limita las afirmaciones sobre una relación directa entre José y algún funcionario egipcio específico.
Y por ultimo,tenemos a Akenaton,el faraón hereje y sus novedosas ideas de un dios único...¿Se le ocurrieron a él...? ¿Se las sugirieron sus abuelos, Yuya y Tuyu, de un curioso origen plebeyo, tal vez esclavos hebreos...? ¿o algo tuvo que ver la inteligentisima y enigmática princesa venida de Mitani, Nefertiti, de quien todos decían :"la hermosa ha llegado…"
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