Miscelánea arqueológica.

" Pero si el hielo es de Groenlandia, ¿cómo sabemos que provenía del imperio romano y no de, por ejemplo, China? Pues es lo que nos dicen los isótopos de plomo. Ya vimos que los isótopos son variaciones de un mismo elemento según el número de neutrones que tiene el átomo (de plomo en este caso). Cada mina de plomo tiene una proporción de plomo-206/plomo-207 característica y los datos encontrados en Groenlandia nos indican que provienen de las minas del sur de la península Ibérica."


Este es el primer enlace que he encontrado..., pero diria que lo que lei/vi se referia al estaño/arsenico/bronce


No se si en Arqueomania....


Por cierto..., recuerdo de hace años un docu de arqueomania en el que hablaban de las primeras navegaciones y si fueron en el oeste o en en este del mediterraneo......, y al final el karma nos dira que son primos hermanos.....

 
Última edición:
Aparece la Diadema de Montizón, que puede formar parte del Museo Ibero

A la venta · Hecha en oro hace 2.300 años, sólo hay otra similar, y emparentadas con los pendientes de Santiago de la Espada perdidos

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Decoración de la Diadema de Montizón, uno de los mejores ejemplos de la orfebrería ibera. IDEAL

(no se puede leer el artículo sin suscripción)

Éste sí:

Sale a la venta la diadema ibérica, una joya de orfebrería

La diadema no solamente ha aflorado desde el fondo de una colección privada, desconocida para los investigadores, sino que además ha permitido documentar el lugar de su origen y la historia de su deambular silencioso por el siglo XX y lo que va del XXI

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Sale a la venta una de las dos diadema ibérica que se conocen y que los expertos han calificado de «pieza excepcional», por parte de un coleccionista privado de Madrid después de un largo periplo sin conocerse su destino. Sin embargo, tras su localización, un grupo de arqueólogos de Jaén se está movilizando para instar a la Junta de Andalucía a pujar por la adquisición de la pieza, que pasaría a formar parte de la colección del Museo Ibero de Jaén.

El valor de esta pieza estriba en que se trata de una de las dos únicas diademas ibéricas (o iberas) conocidas hasta ahora. La otra, la de Jávea (Alicante), está expuesta en el Museo Arqueológico Nacional. La que sale ahora a la venta es una diadema realizada en oro y articulada en tres subunidades, con algo más de treinta centímetros de longitud.
JAÉN, 28/04/2023.- Una diadema ibérica, que los expertos califican como pieza excepcional, se encuentra puesta a la venta por parte de un coleccionista privado de Madrid después de un largo periplo sin conocerse su destino. Tras su localización, un grupo de arqueólogos de Jaén se está movilizando para instar a la Junta de Andalucía a pujar por la adquisición de esta pieza, que pasaría a formar parte de la colección del Museo Ibero de Jaén.

Según ha expresado el catedrático Arturo Ruiz, quien durante muchos años ha sido el director del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén, que la diadema fue fabricada con bandas de procesiones de simbólicas y esquemáticas palomas o paisajes de palmeras. «Está realizada con la técnica de granulado y filigrana vinculada a la influencia de la orfebrería griega sobre un sustrato ibero con un fuerte pervivencia cultural fenicia u oriental y con una fecha de finales del s. IV o inicios del s. III a.n.e.», señala Ruiz.

Su deambular silencioso

El descubrimiento de esta diadema en el fondo de una colección privada y desconocida ha permitido a los investigadores documentar el lugar de su origen y la historia de su deambular silencioso por el siglo XX y lo que va del XXI: su hallazgo debió tener lugar entre las primeras décadas del siglo XX y pasó a formar parte de la colección de Félix García de Olaya, de origen riojano, pero que residió en Jaén desde los 13 años.

Félix García de Olaya fue también desde 1890 correspondiente de la Real Academia de la Historia, por el padrinazgo del académico Joaquín Costa, y murió en 1922, fecha que actúa como tope final para fijar cuándo se produjo el hallazgo de la diadema de oro, pues perteneció a su colección.

En todo caso se sabe que la colección ya existía en 1878 pues en esta fecha, según recoge la revista Lope de Sosa en 1928, el coleccionista donó media arroba de monedas imperiales romanas para la fundición de dos campanas de la catedral de Jaén, lo que se justifica en que poseía monedas antiguas «en extraordinaria cantidad».

Después de un largo silencio, un descendiente de Félix García de Olaya, un sobrino nieto llamado Ángel de la Riva Resines, que al parecer residió después en Benalmádena (Málaga), decidió vender la colección de antigüedades o parte de ella y seleccionó una diadema, de su absoluta propiedad, que cita como «un collar o pectoral greco-fenicio».

De la pieza se indica en la factura que se vendió por setecientas mil pesetas y se dice de ella que «es de oro, cuya antigüedad aproximada es de seiscientos años antes de Jesucristo» y se añade en el contrato de venta que dicho collar fue encontrado en Montizón, cerca de Aldeahermosa y de Castellar, en la provincia de Jaén.

Una diadema propia de una Reina ibera

Gracias a los numerosos datos sobre la diadema que se han podido rescatar, los expertos han podido determinar que se trata de la diadema de Montizón. «La joya, propia de una Reina ibera, que en el área de Montizón no debería ser otra que la Reina de Cástulo, llegó a una nueva colección de Madrid donde perdió su referencia hasta 2022 en el que los propietarios de la misma han decidido venderla», sostiene Ruiz, que es también presidente de la Asociación de Amigos de los Iberos de Jaén.

«Es muy importante no permitir que esta diadema, hallada en estas tierras y reconocida como una joya única por su gran calidad estética y técnica por la carga simbólica de sus imágenes, se vuelva a diluir en las nieblas y el olvido de otras colecciones privadas», subraya el profesor Ruiz.

La orfebrería del oro en la cultura de los iberos es muy excepcional, y piezas como las extraordinarias arracadas de Santiago de la Espada (Jaén), con la representación de la diosa y la paloma, se perdieron en los años cincuenta en el Instituto Valencia de Don Juan, sin que se conozca su paradero actual. De igual modo las arracadas de Granada acabaron en el British Museum.

 
Esta charla os explica de querida progenitora quienes eran los llamados " pueblos del mar "....


De las mayores magufadas que he visto en los últimos tiempos.
 
Efedrina, atropina y escopolamina. droja en las cavernas.

Un test de drojas a alguien que vivió hace 3.000 años. Parece algo impensable, pero es lo que ha permitido a la profesora de la Universidad de Valladolid, Elisa Guerra, junto al químico de la Universidad de Chile, Hermann M. Niemeyer, y un equipo de prehistoriadores del Grupo de Investigación de Arqueoecología Social Mediterránea de la Universidad Autónoma de Barcelona concluir que ya en la Edad de Bronce se consumían estupefacientes.

Ha sido en una cueva menorquina –La Cova des Càrritx, en Ciutadella– donde el análisis de unos cabellos ha aportado «la primera evidencia directa» de esta práctica en Europa, apunta la investigadora vallisoletana que actualmente se encuentra en Cambridge para una estancia de un año.

Y es que hasta ahora tan solo se sospechaba que nuestros antecesores podrían tener contacto con estas sustancias por el hallazgo de plantas con propiedades psicoactivas en algunos yacimientos, pero este 'control' realizado en las cavernas ha demostrado que ya hace miles de años se tomaban drojas.

La cueva servía como espacio ritual y funerario, pero un desprendimiento 800 años antes de la era actual taponó la oquedad definitivamente, dejando en el olvido todo lo que allí se acumulaba. Un pequeño hueco que en 1995 observaron dos arqueólogos de la zona en el barranco de Algendar hizo que se abriera de nuevo el lugar, cargado de 'tesoros' arqueológicos muy bien conservados debido a ese sellado involuntario. Los descubridores comunicaron la existencia de la cavidad y más tarde fue la Universidad Autónoma de Barcelona la que entró en acción para analizar los restos.

Mechones de pelo

En ese momento fue Elisa Guerra, que lleva años interesándose por el consumo de este tipo de sustancias en la prehistoria, la que sugirió la «posibilidad» de hacer un control químico a los cabellos en busca de evidencias de la presencia de droja. Es en esta parte cuando entró en escena el químico Hermann M. Niemeyer, especializado en este tipo de análisis que finalmente resultaron ser positivo.

«Fue un cúmulo de felices circunstancias», expresa Guerra, ya que es «muy insólito» que hayan podido hallar esos mechones. «Lo habitual es encontrar las inhumaciones, pero no restos orgánicos», explica sobre el hallazgo en la cueva menorquina.

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La cueva donde se han localizado los restos de cabellos - universidad autónoma de barcelona

Unos 170 metros de longitud, siete salas comunicadas por grutas y pasadizos que quedaron de nuevo a la vista en 1995. En la denominada Sala 5 se encontró «escondido» un depósito en el que se hallaban envases de madera y de cuerno donde estaban los cabellos que han dado la clave. Pertenecían a algunos de los 200 cuerpos que se habían enterrado en la Sala 1, la más próxima al exterior.

Habían sido cortados y teñidos de rojo. Su análisis químico ha revelado la presencia de los acaloides efedrina, atropina, y escopolamina, ésta última también conocida como burundanga. Son estimulantes, algunas tienen efectos alucinógenos y todas ellas están presentes en la flora menorquina. Pero no todos tenían acceso a estas drojas.

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Uno de los mechones encontrados en la cueva menorquina

Es más, al parecer, solo eran para quienes tenían una función espiritual dentro de la comunidad. Una especie de chamanes a los que se otorgaba poderes. «Queda descartado que fueran utilizados por el resto de personas durante el funeral, sino que lo que pensamos es que podrían tener un uso terapeútico o espiritual relacionado con los ritos chamánicos», destaca la profesora. Junto a los cabellos, vasos, espátulas, cucharas, un peine, una cuchilla de bronce, varios objetos de cerámica que han visto pasar los años ocultos en La Cova des Càrritx hasta ahora.

https://www.abc.es/sociedad/elisa-g...rio-droja-cavernas-20230502185604-nt_amp.html
 
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Lugar del descubrimiento de los denarios.
Foto: Grupo Arqueológico y Paleontológico de Livorno.
Un tesorillo de 175 monedas de plata de un legionario romano sale a la luz en un bosque de Italia


El hallazgo se realizó de forma casual en Livorno, en una zona donde se había registrado una tala de árboles. Las piezas están fechadas entre 157-156 y 82 a.C.


Hacia el año 82 a.C., un legionario romano decidió enterrar en un bosque de Livorno una pequeña vasija llena de monedas de plata, casi dos centenares, probablemente los ahorros que había cosechado a lo largo de su servicio militar. No se sabe por qué lo hizo, pero quizá por el contexto de inseguridad generado por la primera guerra civil de la República, que enfrentó en esa década a los partidarios del futuro dictador Lucio Cornelio Sila, los llamados optimates, y a los populares de Cayo Mario.


Lo único seguro es que el soldado nunca recuperó el tesorillo de monedas, que quedó oculto hasta que salió a la luz de forma casual. Durante un paseo por una finca del municipio de Collesalvetti, en la región de Toscana, un integrante del Grupo Arqueológico y Paleontológico de Livorno se topó con el conjunto de acuñaciones en la zona de un bosque que recientemente se había visto afectada por una tala de árboles. Tras avisar a las autoridades de la Superintendencia, se realizó una excavación en las inmediaciones en las que recuperaron varias piezas más.


En total, los arqueólogos han documentado 175 denarios de plata tardorrepublicanos, fechados entre los años 157-156 y 82 a.C. Su estado de conservación es bueno salvo en dos casos, que se encuentran fracturados. El hallazgo se registró en noviembre de 2021, pero no se ha dado a conocer hasta ahora, tras un estudio en profundidad de las piezas, que son protagonistas de una exposición recién inaugurada en el Museo de Historia Natural del Mediterráneo de Livorno.




"Con excepción de los ejemplares más antiguos, datables entre 157-156 y 110 a.C., los grupos más numerosos de monedas arrancan a partir de la década 109-100 a.C. y se duplican en las décadas siguientes", han explicado los investigadores en un comunicado. Sin embargo, la máxima concentración de piezas se registra en los años comprendidos entre el 91 y el 88 a.C., los mismos que duró la llamada guerra social o de los aliados, un conflicto entre Roma y sus descontentos socii itálicos que movilizó gran cantidad de hombres y de medios.


Es posible que el legionario hubiese combatido durante esta contienda y, al regresar a su hogar, decidiese esconder bajo tierra, al lado de un árbol que sería fácil de identificar, por algún motivo desconocido, su dinero en metálico. No obstante, no se descarte que empuñase sus armas en el enfrentamiento posterior entre Sila y los marianos, ya que la última moneda documentada es de 82 a.C., poco tiempo antes de la victoria del futuro dictador. Todas las monedas fueron acuñadas en la ceca principal de Roma salvo una, que se hizo en la de la colonia de Narbona, en la Galia.


El número de piezas recuperadas coincide casi con la paga anual de un legionario romano, que era de 225 denarios, equivalente a nueve áureos de oro, aumentados a 300 durante el reinado de Domiciano (81-96 d.C.). Los soldados recibían su salario tres veces al año, recuerda el historiador Guy de la Bédoyère en su libro Gladius, una radiografía detallada sobre lo que significó vivir, luchar y morir en el Ejército romano. Estas cifras, no obstante, estaban sometidas a deducciones por comida, vestimenta y equipo.


"Los tesorillos de monedas eran una forma de mantener a salvo el dinero en metálico", explica el historiador. "En el día a día habitual, de un escondite podía sacarse dinero, añadirlo y, en último término, podía eliminarse. Algunos tesorillos se abandonaron, ya fuera porque las monedas habían dejado de tener valor a causa de la inflación o revaluaciones, ya fuera porque sus propietarios habían olvidado el lugar del escondrijo, habían muerto o, por alguna razón, no habían podido recuperar su dinero". Lo que sucedió con el de Livorno seguirá siendo una pregunta sin respuesta.

 
LA MAGIA DE LOS MUONES -

Los rayos cósmicos revelan una antigua cámara funeraria oculta bajo Nápoles
La cámara rectangular fue probablemente la tumba de una persona o familia adinerada.

JENNIFER OUELLETTE - 16/5/2023, 12:40 AM

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Los arqueólogos utilizaron rayos cósmicos para detectar una cámara funeraria subterránea secreta del periodo helenístico en Nápoles, hacia finales del siglo IV/principios del siglo III a.C. Esta es una vista en 3D escaneada con láser de la parte subterránea del yacimiento.

Las ruinas de la antigua necrópolis de Neápolis se encuentran a unos 10 metros por debajo de la actual Nápoles (Italia). Pero el yacimiento se encuentra en un distrito urbano densamente poblado, lo que dificulta la realización de excavaciones arqueológicas cuidadosas de esas ruinas. Así que un equipo de científicos recurrió a los rayos cósmicos -en concreto a una técnica de imagen llamada muografía o tomografía de muones- y descubrió una cámara funeraria subterránea oculta hasta entonces, según un artículo publicado recientemente en la revista Scientific Reports.

Como ya hemos informado, existe una larga historia de uso de muones para obtener imágenes de estructuras arqueológicas, un proceso que resulta más fácil porque los rayos cósmicos proporcionan un suministro constante de estas partículas. Un ingeniero llamado E.P. George los utilizó para realizar mediciones de un túnel australiano en la década de 1950. Pero el Premio Nobel de Física Luis Álvarez dio a conocer las imágenes de muones cuando se asoció con arqueólogos egipcios para buscar cámaras ocultas en la pirámide de Jafre, en Giza. Aunque en principio funcionó, no encontraron ninguna cámara oculta.

Los muones también se utilizan para buscar materiales nucleares tras*portados ilegalmente en los pasos fronterizos y para vigilar volcanes activos con la esperanza de detectar cuándo podrían entrar en erupción. En 2008, científicos de la Universidad de Texas, en Austin, intentaron seguir los pasos de Álvarez, reutilizando viejos detectores de muones para buscar posibles ruinas mayas ocultas en Belice. Y los físicos del Laboratorio Nacional de Los Álamos han desarrollado versiones portátiles de sistemas de imágenes de muones para desvelar los secretos de construcción de la cúpula (Il Duomo) de la catedral de Santa María de la Flor de Florencia (Italia), diseñada por Filippo Brunelleschi a principios del siglo XV. La cúpula lleva siglos plagada de grietas, y las imágenes de muones podrían ayudar a los conservadores a averiguar cómo repararla.

En 2016, científicos que utilizaban imágenes de muones captaron señales que indicaban la existencia de un pasillo oculto tras los famosos bloques de chevrones de la cara norte de la Gran Pirámide de Guiza, en Egipto. Al año siguiente, el mismo equipo detectó un misterioso vacío en otra zona de la pirámide, creyendo que podría tratarse de una cámara oculta, que posteriormente fue cartografiada utilizando dos métodos diferentes de obtención de imágenes de muones.

Hay muchas variantes de la imagen de muones, pero todas suelen implicar cámaras llenas de gas. Cuando los muones atraviesan el gas, chocan con las partículas gaseosas y emiten un destello de luz revelador que es registrado por el detector, lo que permite a los científicos calcular la energía y la trayectoria de la partícula. Es similar a las imágenes de rayos X o al radar de penetración terrestre, pero con muones naturales de alta energía en lugar de rayos X u ondas de radio. Esta mayor energía permite obtener imágenes de sustancias densas y espesas, como las piedras utilizadas para construir pirámides. Cuanto más denso es el objeto, más se bloquean los muones, lo que proyecta una sombra delatora. Las cámaras ocultas aparecerían en la imagen final porque bloquean menos partículas.

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(a) Fragmentos de cámaras funerarias griegas; (b) el Ipogeo dei Melograni; (c) el Ipogeo dei Togati; (d) otra cámara descrita por el arqueólogo Michele Ruggiero en 1888.

Neápolis era una ciudad helenística situada en una zona montañosa rica en toba volcánica. Esto la hacía lo bastante blanda como para esculpir tumbas, espacios de culto o cuevas para viviendas. La necrópolis del actual barrio de Sanita, en Nápoles, fue una de estas creaciones, utilizada para enterramientos desde finales del siglo IV a.C. hasta principios del siglo I de nuestra era. Con el tiempo, el yacimiento quedó sepultado en sedimentos por una serie de catástrofes naturales, entre las que destaca la inundación provocada por la lava dei vergini ("lava de las vírgenes"). A diferencia de la lava volcánica que engulló Pompeya, esta "lava" estaba formada por barro y rocas que se desprendían de las colinas durante las fuertes lluvias.

Se desconoce el tamaño exacto de la necrópolis, pero probablemente albergaba docenas de tumbas, cada una con varios cuerpos. A finales del siglo XIX se descubrieron cuatro de estas tumbas, conocidas como el Ipogeo dei Cristallini, bajo el palacio de la familia di Donato, situado en la calle Cristallini. (Los actuales propietarios abrieron las tumbas al público el año pasado.) Después de que un terremoto en 1980 provocara un análisis estructural en 3D de la zona, se descubrieron otras dos cámaras funerarias: el Ipogeo dei Togati y el Ipogeo dei Melograni.

Estos descubrimientos suscitaron la esperanza de hallar aún más cámaras funerarias ocultas. Los investigadores de la Universidad Federico II de Nápoles, el Instituto Nacional de Física Nuclear de Nápoles y la Universidad de Nagoya (Japón) pensaron que la muografía sería un medio ideal para ello. "Debido a su naturaleza no invasiva, esta técnica es especialmente adecuada para entornos urbanos en los que no es concebible la aplicación de métodos de inspección activos como las ondas sísmicas o la perforación de pozos", escribieron los autores. Basaron sus detectores en la tecnología de emulsión nuclear; los detectores de emulsión son sencillos, muy compactos y no necesitan una fuente de alimentación externa.

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(a, c) Montaje experimental con detectores de emulsión nuclear. (b) Detalle de las placas de emulsión.

La emulsión nuclear se desarrolló a partir de la investigación sobre la radiación a principios del siglo XX. El físico Ernest Rutherford empezó a utilizar placas fotográficas comerciales para captar los rayos alfa emitidos por diversos materiales radiactivos, que oscurecían las placas. Su colega, Kinoshita Suekiti, modificó el enfoque básico, preparando películas de emulsión de gelatina con una alta concentración de granos muy finos de haluro de plata para detectar partículas alfa. Esos granos sirven de sensores, que se activan cuando una partícula cargada atraviesa la emulsión y pierde su carga. Una vez grabadas, las huellas se hacen visibles al microscopio tras el revelado de las placas, lo que permite a los científicos medir su posición y dirección.

La emulsión nuclear fue popular en el estudio de los rayos cósmicos, lo que llevó al descubrimiento del mesón pi y la violación de paridad en los mesones K. Cuando aparecieron detectores y aceleradores de partículas más potentes, la emulsión nuclear dejó de utilizarse. Sin embargo, sigue siendo útil en ciertos experimentos de física (como OPERA y el proyecto FASER del CERN), así como en aplicaciones médicas, biológicas y arqueológicas.

Los autores del estudio de la necrópolis utilizaron dos módulos detectores, cada uno con una pila de cuatro películas de emulsión selladas dentro de un sobre para controlar la luz y la humedad, y los dejaron en una bodega subterránea (antaño utilizada para envejecer jamón) del 10 de marzo al 7 de abril de 2018. Una vez finalizado el periodo de exposición, revelaron las emulsiones al día siguiente. A efectos de comparación, se basaron en un modelo espacial de escaneado láser en 3D de todas las estructuras subterráneas accesibles.

La muografía reveló pruebas (en forma de un exceso del número esperado de muones) de una nueva estructura subterránea, así como información suficiente para que los autores estimaran el tamaño y la posición de dicha estructura. La estructura corresponde a una cámara funeraria rectangular, probablemente parcialmente rellena de roca y sedimentos. Mide 2 por 3,5 metros y su estructura es similar a la de los Ipogei dei Togati y los Ipogeo dei Melograni. Los autores creen que la cámara funeraria data de finales del siglo IV/principios del siglo III a.C., y que probablemente fue la tumba de un individuo o una familia adinerada.

DOI: Scientific Reports, 2023. 10.1038/s41598-023-32626-0 (About DOIs).

 
Hallado a 200 metros de profundidad el pecio del submarino británico HMS Triumph hundido en 1942 en el Egeo.

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Con Gobekli Tepe parece que ocurrió algo parecido, por alguna razón enterraron el complejo bajo una buena capa de tierra.

En la cultura Cucuteni, una civilización balcánica pre-indoeuropea que ocupaba un gran territorio entre Rumanía y Ucrania, pasaba algo parecido. Sus ciudades eran de las mayores del mundo en esa época (3000 AC), comparables a las mayores de Sumer, hasta 45.000 habitantes. Y cada 50 ó 60 años las quemaban enteras. Todas ellas. Eso no puede ser accidental.

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Hallado a 200 metros de profundidad el pecio del submarino británico HMS Triumph hundido en 1942 en el Egeo ...





El Triumph ya había tenido un serio escarceo con la parca en Diciembre '39, cuando una mina alemana le voló la proa. Pasmosamente ninguno de los 8 torpedos en sus tubos de proa detonó.

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IA en la arqueología. Sabemos que la IA acabará extinguiendo a la humanidad, pero nos vamos a enterar de muchas cosas antes:



CON ASOMBROSA EXACTITUD
Una inteligencia artificial revela los secretos del primer imperio de la historia
Científicos crean una nueva inteligencia artificial que puede traducir al inglés los secretos de más de medio millón de textos del acadio cuneiforme con una precisión asombrosa
Foto: Un cilindro de arcilla con textos acadios cuniformes. (Wikimedia)

Un cilindro de arcilla con textos acadios cuniformes. (Wikimedia)

Un equipo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv ha creado una inteligencia artificial capaz de traducir al inglés textos del acadio cuneiforme, una de las lenguas más antiguas que se conocen con más de 5.000 años de antigüedad y que servía para que personas de distintas regiones pudieran comunicarse entre sí. La nueva tecnología permite a cualquier persona conocer los secretos de los pueblos que lo hablaban y que no han sido revelados todavía por la falta de traductores expertos.

El acadio es una lengua que se escribió y se usó ampliamente en Mesopotamia y Oriente Próximo entre el 3.000 a.C. y el 100 d.C. aproximadamente. El acadio es sucesor del sumerio, con él comparte la técnica cuneiforme que consiste en una forma de escribir sobre tablillas de arcilla húmeda en la que una caña afilada crea marcas en forma de cuña.

El sumerio y el acadio cuneiforme son las primeras lenguas escritas que se han descubierto hasta ahora, pero hasta nuestros días han llegado muchas más muestras de la segunda que de la primera. En concreto se han recuperado más de medio millón de textos acadios escritos en tablillas repartidas por todo el mundo, decenas de miles de las cuales se han digitalizado ya. Sin embargo, la escasez de expertos traductores ha hecho que muchos de esos textos no se hayan traducido todavía.
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La inscripción cuneiforme acadia menciona los nombres de joyas en honor de la ciudad de Babilonia, Irak. C. 600 A.C. (Wikemedia)

La inscripción cuneiforme acadia menciona los nombres de joyas en honor de la ciudad de Babilonia, Irak. C. 600 A.C. (Wikemedia)
"Traducir todas las tablillas que permanecen sin traducir podría exponernos a los primeros días de la historia, a la civilización de aquellas gentes, en qué creían, de qué hablaban, qué documentaban", afirma Gai Gutherz, científico informático que comenzó el proyecto en la Universidad de Tel Aviv, en declaraciones recogidas por The Times of Israel. Tanto él como sus colaboradores acaban de hacer públicos los resultados de sus investigaciones en la revista PNAS Nexus, de Oxford University Press.
Cómo funciona
El traductor al acadio se empezó a fraguar en 2020 cuando Gutherz, el arqueólogo Shai Gordin, de la Universidad Ariel y otros investigadores publicaron un artículo sobre una IA que traduce del cuneiforme acadio a la tras*literación del latín (una técnica que reproduce la forma exacta en que una determinada palabra se representa en la lengua original). El equipo logró con este método un 97% de precisión en las traducciones cuneiforme acadio al alfabeto latino tras*literado.

El proceso actual para la traducción de estos textos suele requerir que los expertos pasen primero el cuneiforme a la tras*literación latina y de ahí, en la mayoría de los casos, al inglés. Sin embargo, crear un ‘software’ capaz de traducir del acadio al inglés directamente es mucho más complicado que hacerlo al latín tras*literado, ya que este permite traducir los símbolos cuneiformes a una sola palabra, manteniendo las palabras en el mismo orden en que fueron encontradas. Pasarlo al inglés, sin embargo, requiere que la máquina encadene frases u oraciones completas que tengan sentido dentro del órden sintáctico en inglés.

El equipo tuvo que enfrentarse también a la dificultad de contar con muy pocos textos e imágenes de tablas con la que entrenar a la IA. El equipo consiguió sus muestras de ORACC (Open Richly Annotated Cuneiform Corpus), una base de datos de la Universidad de Pensilvania. El 90% del material (50.544 frases) lo usaron para el entrenamiento, mientras que del resto, el 5% (2.808 frases) se usó para la validación y el 5% restante (2.808 frases) para la fase de pruebas.

A la dificultad de la escasez de material hay que añadir que durante los 3.000 años en los que estuvo en uso el acadio se produjeron enormes variaciones y surgieron dialectos que dieron lugar a símbolos cuneiformes completamente distintos. "La cantidad de datos con los que se entrena es correlativa a su rendimiento y cuantos más datos se tengan, mejores serán los modelos", afirma Gutherz. "ChatGPT funciona tan bien porque han conseguido entrenarlo básicamente con todo Internet. Para nosotros, la tarea principal al principio era recopilar todas las traducciones posibles que pudiéramos conseguir, para generar tantos ejemplos como fuera posible."
Traducciones de una precisión sorprendente
A pesar de esto, Gutherz asegura que aunque su tecnología está dando todavía sus primeros pasos, la nueva IA funciona mejor de lo esperado. La inteligencia artificial, dice, consigue más precisión en textos formulistas, como decretos reales o adivinaciones que siguen un patrón determinado, que en textos más literarios y poéticos, como cartas de sacerdotes o tratados, donde se ha observado una mayor incidencia de fallos o "alucinaciones".

Para determinar la calidad de las traducciones, los investigadores utilizaron el Best Bilingual Evaluation Understudy 4 (BLEU4), una herramienta de evaluación que mide automáticamente la precisión de las traducciones creadas por máquinas. Según el estudio, obtuvieron una puntuación BLEU4 de 36,52 sobre 100 para el cuneiforme al inglés y una puntuación de 37,47 para el cuneiforme tras*literado al inglés.
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Una inscripción cuneiforme acadia del siglo XVIII a.C. en Irak que menciona una lista de nombres de trabajadores. (WIkemedia)

Una inscripción cuneiforme acadia del siglo XVIII a.C. en Irak que menciona una lista de nombres de trabajadores. (WIkemedia)
Estar cerca de 37 se considera bastante bueno para un modelo de traducción en una fase inicial como esta, explica Gutherz. El investigador asegura que Google tras*late, uno de los traductores más usados y que lleva más de una década de evolución, obtendría una puntuación BLEU4 de alrededor de 60 traduciendo del español al inglés.

"Lo asombroso es que no necesito entender nada de acadio para traducir [una tablilla] y entender lo que hay detrás del cuneiforme”, asegura Gutherz. “Me basta con utilizar el algoritmo para entender y descubrir lo que el pasado tiene que decir".
 
IA en la arqueología. Sabemos que la IA acabará extinguiendo a la humanidad, pero nos vamos a enterar de muchas cosas antes:



CON ASOMBROSA EXACTITUD
Una inteligencia artificial revela los secretos del primer imperio de la historia
Científicos crean una nueva inteligencia artificial que puede traducir al inglés los secretos de más de medio millón de textos del acadio cuneiforme con una precisión asombrosa
Foto: Un cilindro de arcilla con textos acadios cuniformes. (Wikimedia)

Un cilindro de arcilla con textos acadios cuniformes. (Wikimedia)

Un equipo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv ha creado una inteligencia artificial capaz de traducir al inglés textos del acadio cuneiforme, una de las lenguas más antiguas que se conocen con más de 5.000 años de antigüedad y que servía para que personas de distintas regiones pudieran comunicarse entre sí. La nueva tecnología permite a cualquier persona conocer los secretos de los pueblos que lo hablaban y que no han sido revelados todavía por la falta de traductores expertos.

El acadio es una lengua que se escribió y se usó ampliamente en Mesopotamia y Oriente Próximo entre el 3.000 a.C. y el 100 d.C. aproximadamente. El acadio es sucesor del sumerio, con él comparte la técnica cuneiforme que consiste en una forma de escribir sobre tablillas de arcilla húmeda en la que una caña afilada crea marcas en forma de cuña.

El sumerio y el acadio cuneiforme son las primeras lenguas escritas que se han descubierto hasta ahora, pero hasta nuestros días han llegado muchas más muestras de la segunda que de la primera. En concreto se han recuperado más de medio millón de textos acadios escritos en tablillas repartidas por todo el mundo, decenas de miles de las cuales se han digitalizado ya. Sin embargo, la escasez de expertos traductores ha hecho que muchos de esos textos no se hayan traducido todavía.
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La inscripción cuneiforme acadia menciona los nombres de joyas en honor de la ciudad de Babilonia, Irak. C. 600 A.C. (Wikemedia)

La inscripción cuneiforme acadia menciona los nombres de joyas en honor de la ciudad de Babilonia, Irak. C. 600 A.C. (Wikemedia)
"Traducir todas las tablillas que permanecen sin traducir podría exponernos a los primeros días de la historia, a la civilización de aquellas gentes, en qué creían, de qué hablaban, qué documentaban", afirma Gai Gutherz, científico informático que comenzó el proyecto en la Universidad de Tel Aviv, en declaraciones recogidas por The Times of Israel. Tanto él como sus colaboradores acaban de hacer públicos los resultados de sus investigaciones en la revista PNAS Nexus, de Oxford University Press.
Cómo funciona
El traductor al acadio se empezó a fraguar en 2020 cuando Gutherz, el arqueólogo Shai Gordin, de la Universidad Ariel y otros investigadores publicaron un artículo sobre una IA que traduce del cuneiforme acadio a la tras*literación del latín (una técnica que reproduce la forma exacta en que una determinada palabra se representa en la lengua original). El equipo logró con este método un 97% de precisión en las traducciones cuneiforme acadio al alfabeto latino tras*literado.

El proceso actual para la traducción de estos textos suele requerir que los expertos pasen primero el cuneiforme a la tras*literación latina y de ahí, en la mayoría de los casos, al inglés. Sin embargo, crear un ‘software’ capaz de traducir del acadio al inglés directamente es mucho más complicado que hacerlo al latín tras*literado, ya que este permite traducir los símbolos cuneiformes a una sola palabra, manteniendo las palabras en el mismo orden en que fueron encontradas. Pasarlo al inglés, sin embargo, requiere que la máquina encadene frases u oraciones completas que tengan sentido dentro del órden sintáctico en inglés.

El equipo tuvo que enfrentarse también a la dificultad de contar con muy pocos textos e imágenes de tablas con la que entrenar a la IA. El equipo consiguió sus muestras de ORACC (Open Richly Annotated Cuneiform Corpus), una base de datos de la Universidad de Pensilvania. El 90% del material (50.544 frases) lo usaron para el entrenamiento, mientras que del resto, el 5% (2.808 frases) se usó para la validación y el 5% restante (2.808 frases) para la fase de pruebas.

A la dificultad de la escasez de material hay que añadir que durante los 3.000 años en los que estuvo en uso el acadio se produjeron enormes variaciones y surgieron dialectos que dieron lugar a símbolos cuneiformes completamente distintos. "La cantidad de datos con los que se entrena es correlativa a su rendimiento y cuantos más datos se tengan, mejores serán los modelos", afirma Gutherz. "ChatGPT funciona tan bien porque han conseguido entrenarlo básicamente con todo Internet. Para nosotros, la tarea principal al principio era recopilar todas las traducciones posibles que pudiéramos conseguir, para generar tantos ejemplos como fuera posible."
Traducciones de una precisión sorprendente
A pesar de esto, Gutherz asegura que aunque su tecnología está dando todavía sus primeros pasos, la nueva IA funciona mejor de lo esperado. La inteligencia artificial, dice, consigue más precisión en textos formulistas, como decretos reales o adivinaciones que siguen un patrón determinado, que en textos más literarios y poéticos, como cartas de sacerdotes o tratados, donde se ha observado una mayor incidencia de fallos o "alucinaciones".

Para determinar la calidad de las traducciones, los investigadores utilizaron el Best Bilingual Evaluation Understudy 4 (BLEU4), una herramienta de evaluación que mide automáticamente la precisión de las traducciones creadas por máquinas. Según el estudio, obtuvieron una puntuación BLEU4 de 36,52 sobre 100 para el cuneiforme al inglés y una puntuación de 37,47 para el cuneiforme tras*literado al inglés.
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Una inscripción cuneiforme acadia del siglo XVIII a.C. en Irak que menciona una lista de nombres de trabajadores. (WIkemedia)

Una inscripción cuneiforme acadia del siglo XVIII a.C. en Irak que menciona una lista de nombres de trabajadores. (WIkemedia)
Estar cerca de 37 se considera bastante bueno para un modelo de traducción en una fase inicial como esta, explica Gutherz. El investigador asegura que Google tras*late, uno de los traductores más usados y que lleva más de una década de evolución, obtendría una puntuación BLEU4 de alrededor de 60 traduciendo del español al inglés.

"Lo asombroso es que no necesito entender nada de acadio para traducir [una tablilla] y entender lo que hay detrás del cuneiforme”, asegura Gutherz. “Me basta con utilizar el algoritmo para entender y descubrir lo que el pasado tiene que decir".

Hipótesis para un cuento:

Utilizan esta AI para traducir una extensa colección de tablillas. Éstas empiezan a hablar de una antigua civilización anterior a los acadios, que se extinguió por su soberbia. Los investigadores empiezan a sorprenderse cuando empiezan a mencionar nombres conocidos, como Biden, Trump, pilinguin...
 
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