MALVINAS, el anteúltimo combate...

Ver archivo adjunto 1849650


Este hombre en vida se llamó PEDRO EDGARDO GIACHINO.

Era el Jefe de la patrulla de Comandos Anfibios y Buzos Tácticos que desembarcó el 1 de abril de 1982 durante la noche, en una playa al Sur de Puerto Argentino, Islas Malvinas.

Su misión era lograr la rendición del Gobernador británico antes de que el grueso de las tropas argentinas irrumpiera en la localidad y así evitar un sangriento e inútil combate en plena planta urbana.

La patrulla desembarcó desde el Destructor A.R.A. "Santísima Trinidad", logrando llegar a las playas en botes de goma; las fuerzas enemigas de la zona no advirtieron el desembarco nocturno de los hombres de Giachino.

A las seis de la mañana del 2 de abril de 1982, Giachino rodeó con sus hombres la casa del Gobernador británico y le intimó rendición; los británicos, sorprendidos, abrieron fuego sobre la patrulla.

Tal como prescribían las órdenes recibidas, Giachino procedió de manera de no provocar bajas ni daños al oponente, actitud probablemente única en todas las batallas de la Historia, sin duda órdenes casi imposibles de cumplir por un militar en acción, pero Giachino estuvo a la altura de las circunstancias.


Repitió varias veces su intimación de rendición y los británicos redoblaron sus disparos sin dar indicación de tregua alguna, tal como correspondía.

Treinta minutos después, la primera ola de asalto de la Fuerza de Desembarco Argentina toca tierra en las playas distantes unos siete kilómetros de donde Giachino estaba tratando de lograr la rendición del Gobernador.

La recuperación de las Islas se estaba consumando.

Pocos minutos después, los vehículos anfibios blindados de la Infantería de Marina Argentina rodaban hacia Puerto Argentino, mientras naves de la Flota de Alta Mar hacían ver sus siluetas en la bahía.

Si las tropas argentinas entraban a la localidad, se iniciaría el combate con los británicos en el mismo pueblo, circunstancia que debía evitarse a toda costa.

Giachino supo que debía actuar para impedirlo, de acuerdo con sus órdenes y en su condición de Jefe, tomó la decisión más importante de su vida, si no la hubiera tomado, nadie se lo hubiera reprochado, y hoy seguramente estaba vivo.

Pero este era un Hombre de Honor.

En la evidencia de la inutilidad de lograr la rendición británica, avanzó solo hacia el interior de la casa del Gobernador, derribó una puerta y gritó:
“Stop…Enough…! all over”…!”.

Una ametralladora enemiga le hizo fuego a quemarropa hiriéndolo de fin, cayó hacia atrás gritando a sus hombres que se cubrieran.

El Segundo al mando, Teniente de Fragata Diego García Quiroga quiso sacarlo de la línea de fuego, recibiendo a su vez una descarga que lo hirió gravemente.

El cabo enfermero Urbina intentó rescatar a sus dos jefes, siendo también herido; aun así, logró dar los primeros auxilios a los oficiales y a sí mismo.

La presión de la situación general, sumado al rugido de furia de los comandos argentinos al ver la alevosía de los británicos, que hacía presagiar una masacre inminente, motivó al Gobernador británico a ordenar la suspensión del fuego y pedir una tregua, que se le concedió.

La misión del Capitán Giachino se había cumplido: el Gobernador se rindió antes de que las tropas argentinas hicieran su entrada a Puerto Argentino y ni una gota de sangre inglesa se derramó en la operación.

El precio, fue la vida de Pedro Edgardo Giachino, quien muere minutos después a causa de las gravísimas heridas recibidas.

Ya. Redujeron a una guarnición que se ocupaba mayormente de
La Nación Argentina le otorgó "Post Mortem", la máxima distinción que otorga a sus héroes, "LA CRUZ AL HEROICO VALOR EN COMBATE".

Sus restos descansan en la ciudad de Mar del Plata, su recuerdo, imborrable, en los corazones de todos los argentinos.


Ver archivo adjunto 1849653
Ya. Redujeron a una guarnición que mayormente se ocupaba de pegarle sanamente al güisqui mirando ovejas por la ventana.

Luego comenzó la guerra.
 
Quien analiza friamente la operacion de recuperacion de las Islas Malvinas en 1982 no puede escapar a la sensación de asistir a algo irreal,algo casi disparatado.

¿Cómo se puede aceptar con tanta simplicidad tal irresponsabilidad de las FFAA argentinas, de acometer una aventura bélica con una tropa recién incorporada, con casi nula preparación? ¿Cómo se puede creer que los comandantes de la marina y la fuerza aérea y sus respectivos estados mayores no tuvieron la posibilidad de advertirle al Ejército, los inmensos riesgos de esa aventura?
¿Estaban todos enloquecidos?
Esto es imposible de creer,
Algo muy siniestro ocurrió en esos dias que nadie pudo ver.

Descartada por increíble la hipótesis de que la contienda se inició por un acto de locura de las FFAA argentinas, o los delirios de grandeza de un general pasado de copas.
Tiene que existir otra explicación, basada en razones muy poderosas que tuvo,no el gobierno argentino, sino el inglés a cargo de Margaret Thatcher, para que el conflicto se desatara y tomara el curso fatal que tomó.

Y aquí nos encontramos ante el secreto más comprometedor ante la opinión pública mundial y ante la historia de la civilización, hechos que el gobierno inglés quiere preservar ocultos y que Argentina no debe permitir que no sean totalmente develados.

La realidad es que Argentina fue objeto de una trampa.
Una trampa, perfectamente orquestada por la OTAN, en resguardo de su sistema estratégico, que se hallaba en peligro de desmantelamiento.

Con la colaboración de EEUU le hicieron creer a ver a la Junta Militar argentina que una ocupación sin bajas inglesas de las Islas (tal como se hizo) serviría para destrabar las negociaciones de Nueva York, que en ese momento se hallaban estancadas por la desinteligencia sobre si debían respetarse los deseos o los intereses de los habitantes de las islas.

Todo sería solucionado por vía diplomática, sin acciones bélicas.

Tanto es así que, cuando Thatcher ordenó la movilización de la “Task Force”, John Not, Ministro de Defensa inglés, manifestó al periodismo que “cuando los argentinos vean que sus barcos comienzan a hundirse, volverán a la mesa de negociaciones”.

Esta supuesta actitud negociadora es otra mentira más destinada a convencer que la acción de ocupación era un acto de locura de los militares argentinos.

La guerra intensificó el espíritu nacionalista del pueblo inglés (es lo que se buscaba) y Thatcher fue reelegida nuevamente como Primer Ministro. Objetivo logrado: el conflicto resultante costó la vida de más de 900 solados ingleses, algo así como 1300 argentinos y más de 40 pilotos de la aviación, argentina.

A la Argentina la impulsó un motivo de honda raíz patriótica.
A Inglaterra, en cambio, la impulsó la perfidia de Thatcher.
Ahora queda a cargo del analista imparcial de este siglo XXI definir si fue una gesta o una baladronada de militares argentinos enloquecidos, o si fue una más de las argucias geopolíticas de los eternos verdugos de la Hispanidad.

¿Cuántos años más seguiremos manteniendo esta falsedad...?

Max Hastings y Simon Jenkins, periodistas ingleses mencionan en su libro La Batalla por las Malvinas en las páginas 357/358:


"Por fin, queda la Primer Ministro.
La figura de Margaret Thatcher se destaca en el drama de las Malvinas desde su entrada en el mismo hasta la euforia del triunfo final.
Su personalidad iguala a menudo su excéntrico sentido de las proporciones.

Su determinación y convencimiento de que toda negociación sería inútil, incluso su socarrona fraseología en os momentos de crisis, todo parecía revestirla de una armadura contra cualquier sospecha de que se embarcaba en una peligrosa e incluso absurda aventura. "¿Derrota?

No sé que significa esa palabra", fue una de sus expresiones que pasaron al léxico malvinense... Todos los participantes en el conflicto que fueron entrevistados para la preparación de este libro formularon una observación semejante: "fue la guerra de Mrs. Thatcher. Ella la sostuvo. Nunca pareció apartarse de su certeza sobre el resultado...".

Otros sostienen que el despacho de la fuerza de tareas con posterioridad a la oleada turística equivalía a una desmesurada, costosa y desproporcionada reacción a una situación en la cual ni las fronteras ni los intereses económicos de Gran Bretaña estaban en peligro. Una fuerza de tareas, según estos críticos, pudo ser necesaria para salvar a los "tories" en las siguientes elecciones o para salvar a la administración Thatcher del colapso inmediato, pero nunca debió ser la razón para la guerra".


Bibliografía:

Pegler, Martin, Los Francotiradores, Osprey Publishing- RBA Coleccionables, Barcelona, 2009.

Fundación Malvinas. Malvinas, historias ocultas de la guerra, Ediciones del Boulevar, Córdoba, 2011

Lawrence, John y Lawrence, Robert con Carol Prince, Después de la batalla. Una historia personal de la batalla de Puerto Argentino (Tumbledown Mountain) y sus consecuencias, Editorial R.E.I. argentina, Buenos Aires, 1989.
Pensarían que sería como cuando sukarto tomó Timor oriental.o Mohamed el Sáhara..que el comité rojeras de descolonizador de la ONU les daría la razón...y hasta invocar la doctrina Monroe esa
 
Las gestas heroicas de un pueblo son inmunes a las manipulaciones de las ideologías,la Memoria termina emergiendo,aunque a veces es necesario ayudarla.

Argentina hoy está malvinizando su memoria.


¿Qué significa malvinizar?

Malvinizar es reivindicar la gesta de Malvinas de 1982, por la hazaña valerosa y épica plagada de hechos memorables, protagonizada por todos los que se empeñaron con las armas disponibles en su defensa y todo un Pueblo encolumnados detrás de ellos.

Esto no es hacer apología de la guerra, ni menos, justificar a los ciegos ensoberbecidos,que llevaron a un país tradicionalmente pacífico a ella.

Hoy sabemos que no se planeó una guerra, sino un conflicto de bajo nivel,, que se podría haber gestionado, enfrentando dialéctica o diplomáticamente la voluntad británica que se opondría.

Pero el conflicto inesperadamente derivó en una guerra convencional con la potencia angloamericana como contrincantes,más la ONU detrás de ellos, sin mencionar a los países “amigos que nos cuidaron las espaldas...”.

Hoy es necesario, imprescindible Malvinizar aquellos hechos.

Malvinizar significa impulsar, provocar, exacerbar la natural irritación ciudadana, ante la usurpación de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, arrancadas por la fuerza mediante una operación militar británica el 03 de enero de 1833,reivindicadas invariable y pacíficamente desde aquella época. De manera siempre infructuosa.

Malvinizar es enfrentar las viles calumnias e injurias respecto del valor, conductas y bajas sufridas, con la evidencia histórica irrefutable de los números y las opiniones del mismo enemigo. Y fueron cipayos argentinos sus autores cuyo objetivo:anular a las Fuerzas Armadas, se cumplió.

Malvinizar es recordar a los oficiales, suboficiales y soldados que combatieron codo a codo, dando todo de sí mismos, hasta la misma vida ante un enemigo con poder militar aéreo, naval y terrestre muy superior en medios, pero no menores en la voluntad y el valor de combatir.

El Ejército Argentino destacó en las Islas Malvinas a 7352 soldados, tuvo 138 muertos en combate: 1,86%, 2015 suboficiales, con 35 muertos: 1,78%, y 634 oficiales, con 13 muertos: 2,05%, como vemos el porcentaje es similar en las distintas jerarquías, pero en oficiales el porcentaje es mayor que en la IIa GGM, Corea y Vietnam.

Argentina perdió 650 hombres.

El Reino Unido reconoció 255 muertos, heridos 777, total de bajas: 1032, esta cifra establece que el porcentaje de bajas en relación con los días de combate fue de los más altos en pérdidas soportadas por Gran Bretaña desde la 2a. GM. Comparativamente durante los 44 días de combate en nuestros archipiélagos del Atlántico Sur, los británicos sufrieron 6 bajas por día de combate, mientras que en la guerra de Corea donde sufrieron las mayores perdidas numéricas solo tuvieron 11 muertos por mes.

Malvinizar es honrar la memoria de los 650 héroes, trayéndolos al presente por su entrega, valor y compromiso por la Patria.


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Malvinizar es reconocer y exaltar el coraje y empeño de nuestros soldados, marinos, pilotos y civiles durante la campaña por Malvinas.

No hubo ¨chicos de la guerra¨ los que así los llaman ofenden a los soldados veteranos de guerra, hombres con mayúsculas, cuyos comportamientos heroicos han sido reconocidos por sus superiores y por el enemigo.

Los argentinos no recordamos aquella gesta por las Islas Malvinas por las políticas y estrategias empleadas,tan discutidas y discutibles, sino por los hechos tácticos y técnicos protagonizados por sus combatientes empeñados con valor, ardor e ingenio e inteligencia, refrendando el prestigio de los viejos criollos que tantas veces dieron muestras de coraje y entrega sublime, en las luchas por la independencia de la Patria y de Sudamerica.

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Malvinizar es ratificar la verdad histórica de la gesta, contra el relato de minúsculos sectores profesionales de la calumnia, con rencor ideológico hacia las Fuerzas Armadas que los derrotaron en batalla, quienes tratan de hacer creer relatos truculentos con la intención de manipular la opinión ciudadana, negando la verdad de los hechos con una narración impostada y falaz, contribuyendo a la acción sicológica del verdadero enemigo, pretendiendo la disociación de los argentinos y el demérito de los verdaderos héroes de la gesta.

Malvinizar es sostener la pureza de la más legitima e identitaria de las causas argentinas , cohesivas y compartidas por el conjunto de la ciudadanía. Nada hay mas caro al sentir argentino que las irredentas islas del Atlántico Sur, usurpadas por el viejo verdugo de la Hispanidad.

Es, sin dudas, la asignatura pendiente de la Patria,la más relevante, los 650 Héroes caídos gritan desde sus tumbas que nuestras conductas y acciones futuras le den sentido a sus muertes, y ese sentido, el único posible ES VOLVER y echar a patadas a los intrusos.

Malvinizar es amar la verdad, atentos a que hay una cosa que ni Dios puede cambiar y es el pasado.
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Es el pasado el que debe inspirar los actos del futuro, es a partir de la memoria y el tesón inclaudicable por mantener vivo el recuerdo de esos 650 bravos que dejaron su sangre en las islas como adelantados de los que volverán,y que nadie lo dude, tantas veces como sea necesario hasta que los usurpadores de Albion, al retirarse, deban aceptar que esa tierra no era, ni nunca lo será, de ellos.
 
Había un artículo creo que de Alberto Buela sobre los que NO lucharon en las Malvinas. No soy capaz de encontrarlo en Google ahora mismo, pero era interesante.
 
No puede existir duda alguna de la legitimidad del reclamo argentino sobre las Islas Malvinas.

Argentina sustenta sus derechos sobre las islas sobre la base de consideraciones geográficas, históricas y jurídicas, las cuales son:

Derechos geográficos


Continuidad geográfica.
De acuerdo a la opinión de Argentina las islas Malvinas tienen continuidad geológica con su territorio continental emergiendo frente a sus costas a menos de 400 km como parte de la plataforma continental patagónica. Este argumento de la continuidad geográfica con el continente ha sido utilizado por la corona de España cuando Bougainville les entregó las islas en 1766, quien expresó que España las había reivindicado como una dependencia del continente de la América meridional. También aparece en el decreto del gobierno de Buenos Aires del 10 de junio de 1829: (...) hallándose justificada aquella posesión por el derecho del primer ocupante, por el consentimiento de las principales potencias marítimas de Europa y por la adyacencia de estas islas al Continente que formaba el Virreinato de Buenos Aires, de cuyo Gobierno dependían (...)

Derechos históricos

España había basado sus derechos sobre las en las bulas Inter caetera y Dudum siquidem del papa Alejandro VI en 1493, y en el Tratado de Tordesillas.

Las islas habían sido avistadas por un buque de Fernando de Magallanes en su viaje de la vuelta al mundo, antes del supuesto descubrimiento atribuido a John Davis en 1592, en épocas en que el mero descubrimiento otorgaba derechos de dominio eminente. Las islas fueron una herencia colonial de España hacia Argentina.

Derechos jurídicos

Tanto España como Argentina efectuaron una «ocupación efectiva» de las islas, principio que el Reino Unido y los principales países europeos reconocían entonces como título esencial para la adquisición de la soberanía territorial.

Argentina sostiene que con su independencia, heredó los derechos de España en virtud de la doctrina del uti possidetis iuris y de la de «sucesión de estados», por lo que —siempre según su versión— ejerció un «dominio eminente» a partir de 1810. Al reconocer España la independencia argentina en 1859, cedió explícita y retroactivamente al 25 de mayo de 1810 sus derechos sobre el territorio argentino, que incluirían a las Malvinas.28

Cuando las Provincias Unidas del Río de la Plata tomaron posesión efectiva de las islas el 6 de noviembre de 1820, el Reino Unido no efectuó protesta alguna. Ni lo hizo el 15 de diciembre de 1823, cuando reconoció a las Provincias Unidas, ni tampoco cuando firmó con ellas el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación del 2 de febrero de 1825. La primera nota de protesta fue presentada por el gobierno británico el 19 de noviembre de 1829.29

El Reino Unido ocupó las islas por la fuerza en 1833, expulsando a sus autoridades y pobladores y no permitiendo su retorno, vulnerando así la integridad territorial argentina y su unidad nacional. Lo cual es —según la interpretación argentina— contrario a la Resolución 1514 (XV) de las Naciones Unidas relativa a la Declaración sobre la Concesión de la Independencia a los Países y Pueblos Coloniales, la cual establece en su párrafo sexto que «todo intento encaminado a quebrar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas».

La oleada turística de 1833 fue ilegal ante el Derecho de Gentes y forzado el artículo 4.º de la Primera Convención de Nutka firmada el 28 de octubre de 1790. Habría forzado también otros tratados firmados por Gran Bretaña que reconocían a España sus derechos en América del Sur y a la exclusividad de navegación en el Atlántico Sur: Tratado Americano de 1670 y la Paz de Utrecht de 1713 junto con los tratados posteriores que la ratificaron.

Pero también hay que reconocer que la PIRATERIA no reconoce derechos ,solo el de la fuerza que ejerce para y violarlos.


Ver archivo adjunto 1849206

Argentina, debía haberse aliado con España y haber estropeado a los puñeteros ingleses.
Pero oye, ya se han estropeado ellos solos, el 70% de Londres son extranjeros y su alcade es un jovenlandésmierda.

Eutanasia...
 
Un ideal imposible de realizar.
Por que España era parte de la OTAN.
Por que ningun español, que no levanta armas por Gibraltar, las iba a levantar para apoyar a Argentina en Malvinas.
Se equivoca usted, España el 02 de abril de 1982 no era miembro de la Otan. Entramos en la Alianza 15 días antes de que finalizara el conflicto, el 31 de Mayo.

Los argentinos se debieron pensar que como las Malvinas eran unas pobres islillas a miles de kilómetros de distancia, los ingleses no se molestarían en ir a darles pal pelo, pero no contaban que mandaba la Thatcher, que fue rauda y veloz a reconquistar sus pilinguis islas Falkland.

Así era, lo que no vieron los argentinos, lo acabada y desesperada que estaba la Thatcher momentos antes con la desindustrualizacion británica y la huelga del carbón. Si no hubiera existido ese conflicto, esta señora hubiera salido del n•10 de Downing Street por la puerta de atrás en menos de 6 meses, directamente los argentinos la resucitaron. En cualquier otro momento, esa intervención hubiera sido un éxito.
ISe burlaron todos de los argentinos. Kissinger fue a colocarles préstamos y un plan económico ya que lo único que los militares de la Pampa sabían era de armas con más años que la tana y a decirles que si eran buenos y perseguían comunistas para el Tío Sam él se encargaría de recompensarlos debidamente. Con eso, unos servicios de inteligencia que sólo sabían perseguir porteras y un ejército que sólo sabía pegar tiros en la nuca a maestras y periodistas se plantaron en las Malvinas convencidos de que USA LOS AYUDARÍA CONTRA UK, EL DESCOJONE. Se salvaron de la vergüenza los pilotos de las fuerzas aéreas, que por lo que se ve eran unos cracks.
Se burlaron de los argentinos como se burlaron de los españoles, siempre se dijo que la incorporación a la Otan incluía la devolución del peñón y aquí estamos 42 años despues y en vez de devolver el Peñón nos han seguido comiendo territorio y soberanía.
 
Dicen que fue todo un teatrillo en connivencia con los militares argentinos para establecer una base OTAN en la zona con la excusa de la guerra.
 
Los argentinos se debieron pensar que como las Malvinas eran unas pobres islillas a miles de kilómetros de distancia, los ingleses no se molestarían en ir a darles pal pelo, pero no contaban que mandaba la Thatcher, que fue rauda y veloz a reconquistar sus pilinguis islas Falkland.
no solo fue un mensaje a argentina sino a nosotros.
si a miles de kilometros podemos vencer a cientos que no podremos hacer?
 
Se equivoca usted, España el 02 de abril de 1982 no era miembro de la Otan. Entramos en la Alianza 15 días antes de que finalizara el conflicto, el 31 de Mayo.
No me haga reir.
España hacía mas de una década que lloriqueaba en cada despacho de la OTAN pidiendo que le dieran un lugarcito, para lo cual estaban dispuestos a entregar cualquier cosa.
Y lo hicieron.
Hoy son blanco dilecto de Rusia.
 
se burlaron de los españoles, siempre se dijo que la incorporación a la Otan incluía la devolución del peñón y aquí estamos 42 años despues y en vez de devolver el Peñón nos han seguido comiendo territorio y soberanía.
Exacto.
Y España, los alimenta, le da agua, gas, empleados administrativos y municipales,todo para hacerles la vida más cómoda...
Un énclave de sarama inglesa a solo 650 km de la propia capital...
Hay que tener hxuevos...
 
Última edición:
Quien analiza friamente la operacion de recuperacion de las Islas Malvinas en 1982 no puede escapar a la sensación de asistir a algo irreal,algo casi disparatado.

¿Cómo se puede aceptar con tanta simplicidad tal irresponsabilidad de las FFAA argentinas, de acometer una aventura bélica con una tropa recién incorporada, con casi nula preparación? ¿Cómo se puede creer que los comandantes de la marina y la fuerza aérea y sus respectivos estados mayores no tuvieron la posibilidad de advertirle al Ejército, los inmensos riesgos de esa aventura?
¿Estaban todos enloquecidos?
Esto es imposible de creer,
Algo muy siniestro ocurrió en esos dias que nadie pudo ver.

Descartada por increíble la hipótesis de que la contienda se inició por un acto de locura de las FFAA argentinas, o los delirios de grandeza de un general pasado de copas.
Tiene que existir otra explicación, basada en razones muy poderosas que tuvo,no el gobierno argentino, sino el inglés a cargo de Margaret Thatcher, para que el conflicto se desatara y tomara el curso fatal que tomó.

Y aquí nos encontramos ante el secreto más comprometedor ante la opinión pública mundial y ante la historia de la civilización, hechos que el gobierno inglés quiere preservar ocultos y que Argentina no debe permitir que no sean totalmente develados.

La realidad es que Argentina fue objeto de una trampa.
Una trampa, perfectamente orquestada por la OTAN, en resguardo de su sistema estratégico, que se hallaba en peligro de desmantelamiento.

Con la colaboración de EEUU le hicieron creer a ver a la Junta Militar argentina que una ocupación sin bajas inglesas de las Islas (tal como se hizo) serviría para destrabar las negociaciones de Nueva York, que en ese momento se hallaban estancadas por la desinteligencia sobre si debían respetarse los deseos o los intereses de los habitantes de las islas.

Todo sería solucionado por vía diplomática, sin acciones bélicas.

Tanto es así que, cuando Thatcher ordenó la movilización de la “Task Force”, John Not, Ministro de Defensa inglés, manifestó al periodismo que “cuando los argentinos vean que sus barcos comienzan a hundirse, volverán a la mesa de negociaciones”.

Esta supuesta actitud negociadora es otra mentira más destinada a convencer que la acción de ocupación era un acto de locura de los militares argentinos.

La guerra intensificó el espíritu nacionalista del pueblo inglés (es lo que se buscaba) y Thatcher fue reelegida nuevamente como Primer Ministro. Objetivo logrado: el conflicto resultante costó la vida de más de 900 solados ingleses, algo así como 1300 argentinos y más de 40 pilotos de la aviación, argentina.

A la Argentina la impulsó un motivo de honda raíz patriótica.
A Inglaterra, en cambio, la impulsó la perfidia de Thatcher.
Ahora queda a cargo del analista imparcial de este siglo XXI definir si fue una gesta o una baladronada de militares argentinos enloquecidos, o si fue una más de las argucias geopolíticas de los eternos verdugos de la Hispanidad.

¿Cuántos años más seguiremos manteniendo esta falsedad...?

Max Hastings y Simon Jenkins, periodistas ingleses mencionan en su libro La Batalla por las Malvinas en las páginas 357/358:


"Por fin, queda la Primer Ministro.
La figura de Margaret Thatcher se destaca en el drama de las Malvinas desde su entrada en el mismo hasta la euforia del triunfo final.
Su personalidad iguala a menudo su excéntrico sentido de las proporciones.

Su determinación y convencimiento de que toda negociación sería inútil, incluso su socarrona fraseología en os momentos de crisis, todo parecía revestirla de una armadura contra cualquier sospecha de que se embarcaba en una peligrosa e incluso absurda aventura. "¿Derrota?

No sé que significa esa palabra", fue una de sus expresiones que pasaron al léxico malvinense... Todos los participantes en el conflicto que fueron entrevistados para la preparación de este libro formularon una observación semejante: "fue la guerra de Mrs. Thatcher. Ella la sostuvo. Nunca pareció apartarse de su certeza sobre el resultado...".

Otros sostienen que el despacho de la fuerza de tareas con posterioridad a la oleada turística equivalía a una desmesurada, costosa y desproporcionada reacción a una situación en la cual ni las fronteras ni los intereses económicos de Gran Bretaña estaban en peligro. Una fuerza de tareas, según estos críticos, pudo ser necesaria para salvar a los "tories" en las siguientes elecciones o para salvar a la administración Thatcher del colapso inmediato, pero nunca debió ser la razón para la guerra".


Bibliografía:

Pegler, Martin, Los Francotiradores, Osprey Publishing- RBA Coleccionables, Barcelona, 2009.

Fundación Malvinas. Malvinas, historias ocultas de la guerra, Ediciones del Boulevar, Córdoba, 2011

Lawrence, John y Lawrence, Robert con Carol Prince, Después de la batalla. Una historia personal de la batalla de Puerto Argentino (Tumbledown Mountain) y sus consecuencias, Editorial R.E.I. argentina, Buenos Aires, 1989.
Ya salió el orate de turno …
 
Los argentinos tuvieron dignidad y valentía, pelearon por lo que es suyo. Contrasta con la cobardía arrastrada de los etnianos, que se dejaron quitar el Sáhara sin pegar un tiro, a órdenes de un rey estulto y chupóptero, se dejaron robar las aguas jurisdiccionales en casi toda su totalidad, se dejaron apiolar en Vascongadas y perderla, y hace poco perder también Cataluña, y ahora siguen perdiendo Ceuta, Melilla e Islas Canarias. Y todo sin pegar un tiro.
Pero eso sí, participaron en la destrucción de Yugoslavia, de Iraq, Libia y ahora de Rusia occidental.

Argentinos, cagaos en los muertos de todos estos etnianos del mapa Sioneuropeo, que se atreven a burlarse de vuestra heroica derrota.
 
Los argentinos tuvieron dignidad y valentía, pelearon por lo que es suyo. Contrasta con la cobardía arrastrada de los etnianos, que se dejaron quitar el Sáhara sin pegar un tiro, a órdenes de un rey estulto y chupóptero, se dejaron robar las aguas jurisdiccionales en casi toda su totalidad, se dejaron apiolar en Vascongadas y perderla, y hace poco perder también Cataluña, y ahora siguen perdiendo Ceuta, Melilla e Islas Canarias. Y todo sin pegar un tiro.
Pero eso sí, participaron en la destrucción de Yugoslavia, de Iraq, Libia y ahora de Rusia occidental.

Argentinos, cagaos en los muertos de todos estos etnianos del mapa Sioneuropeo, que se atreven a burlarse de vuestra heroica derrota.
etniano el que se ***ó a tu progenitora mientras el cornudo de tu padre estaba despistado.
 
Por lo menos plantaron cara a una Inglaterra ...Parece ser que el Krill abunda por esa zona, una verdadera riqueza.
 
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