Agradezco la prolija respuesta, pero no sé yo si es cierto eso de que islam = occidente tal y como lo defines, o sea Australia o Canadá como países anglos serían equiparables a Egipto o Pakistán, un poco extraño creo yo.
Entonces al final ¿quién es nuestro bando? No hay cristianos en EEUU, Rusia etc? ¿Seguimos siendo cristianos nosotros?
No sé si España sigue siendo cristiana. Retiene, pero cada vez menos. Países como México o Colombia, con todas sus salvedades, lo son más, y a pesar de eso también van cayendo. El ataque evangélico y novomarxista es muy fuerte, y es posible que desaparezcamos como opción civilizatoria, como desaparecieron el antiguo Egipto, los griegos de Oriente o los cristianos bajo el Islam. Desde luego y tristemente, parece lo más probable y donde apuntan todas las tendencias.
Aún así, si esbozamos alguna ventana para el optimismo, está claro que nuestro bando en este lado del mar son los PIGS y la Europa periférica, hacia Polonia, y en el otro, la América al sur del Bravo. En algún momento, si este eje "sureño" se une, y el eje del norte (principalmente, los espacios de habla inglesa, francesa, flamenca y escandinava) se fragmenta, sí podría diseñarse algún plan en el que nuestra primera área de proyección (siempre después de la unión del Sur) fuera precisamente ese antiguo Norte hereje, porque cabecear contra el Islam o China exige una gigantesca cadena de intervenciones militares fundantes (y sus consiguientes siglos de aculturación) que son mucho más difíciles que una "simple" contrarrevolución cultural. Pero sin ese díscolo Norte, o con su poder bien alineado (el que desperdició en la época colonial e industrial), hasta eso llegaría a ser realizable.
Cuatro paisajes que parecen una auténtica ficción: unión del Sur, desunión del Norte, proyección del Sur sobre el Norte, extensión de ese nuevo "Oeste sudificado" sobre el Orbe. Es cierto que ni en nuestra mejor gloria se llegó al tercer escalón. El sometimiento de ese Norte nunca se ha conseguido del todo, y su existencia, y su obsesión materialista, es lo que ha impedido esa enorme Cruzada contra aquello situado entre el meridiano de Manila y el de Jerusalén, como decían los soñadores hispanofilipinos del XVIII, que algún día debería ser objeto de Conquista como la de América... si nos dejan.