Hoy he ido a un prequirúrgico en Alemania haciendo un tour en registro, enfermera para extracción de sangre, cirujana... todos alemanes, una médica además muy guapa y simpática. Nada que ver con los hospitales españoles y las charos de allí. Hasta que llegué a la anestesista, una de color, pero de color como el carbón, que aunque hablaba perfectamente el alemán, esa de alemana lo único que tenía es que sus padres habían pegado el polvo aquí.
Y todo bien hasta que fue a grapar unos papeles y se le atascó la grapadora. Fue entonces cuando le salió la de color del cuerpo y la emprendió con unos golpes brutales contra la grapadora, con una violencia que temblaban todos los bartulos que tenía en la mesa. Le dije que si iban a tener más cuidadito conmigo a la hora de graparme.
Si no vuelvo por aquí la semana que viene, ya sabéis qué me ha pasado