He respondido en otro post que a lo mejor no has visto. Te lo copio:
Pues una infección en la boca y la garganta que nunca supimos a qué se debió. La única posible responsable era la dentadura, pero estaba perfecta, ningún flemón ni nada parecido.
Mes de agosto.
Día 1: siento dolor en la garganta, el típico dolor de anginas que recordaba de cuando era pequeño, aunque hacía un calor del carajo.
Día 2: sigue el dolor y no puedo tragar alimentos sólidos. Imposible. Por la noche no puedo tragar ni agua, el dolor era insorportable.
Esa misma noche voy a urgencias. El médico me examina, me "pincha" en el paladar y a los dos minutos escribe un informe en el ordenador, se vuelve y me dice: le acabo de pedir una ambulancia para que vaya urgentemente al Gregorio Marañón. Allí me entuban, me dan unas pastillas y paso la noche.
Día 3: Aparte del dolor, prácticamente no podía hablar. La doctora, para salir de dudas, no se corta y me pregunta: ¿tiene usted siempre esa voz gangosa? Le digo que no. Va a por un aparato consistente en una pantalla de unos 15 cm y una cámara al final de un cable. Me mete el cable unos 10 cm por la garganta y pone mala cara. Me dice que es una infección galopante y que puede llegar al corazón (esto siempre me resultó raro, pero me lo dijo).
A raíz de ahí, tratamiento con antibióticos e inyecciones, y toda la demás parafernalia.
Día 4: Ya siento los efectos de la medicación, puedo beber agua, aunque la voz la sigo teniendo como Doña Rogelia.
Mismo tratamiento durante una semana. El dolor fue remitiendo, pero no desapareció del todo hasta una semana después, momento en que me dieron el alta.
Nunca supimos las causas.