En las últimas décadas, hemos presenciado una tras*formación radical en lo que respecta a la propiedad y el acceso a los bienes bajo el capitalismo moderno. El auge de la digitalización, combinado con modelos basados en el pago por uso, el alquiler y el coliving, está erosionando las nociones tradicionales de propiedad individual. En lugar de priorizar la posesión permanente de bienes, el capitalismo contemporáneo parece favorecer la accesibilidad temporal, lo que implica un cambio profundo en la forma en que se entiende el concepto de propiedad.
Hoy en día, para muchas personas, acceder a una vivienda, un coche o incluso a software es más importante que tenerlos en propiedad. Este cambio hacia la economía de acceso convierte a la posesión en algo menos relevante, priorizando la funcionalidad sobre la propiedad. Sin embargo, esta nueva dependencia hacia las empresas tecnológicas implica una pérdida de control individual y una mayor vulnerabilidad ante las decisiones corporativas sobre disponibilidad y uso.
El capitalismo digital, en cambio, parece estar avanzando hacia un modelo donde el acceso a bienes y servicios se comparte, lo que puede recordar, en cierto sentido, a la idea de socialización de los medios. Pero aquí, la diferencia clave es que este acceso está controlado por corporaciones privadas que gestionan plataformas digitales, no por una colectividad organizada o el Estado.
En el tramo final de capitalismo no sólo están amenazados los medios de producción también la propiedad privada. No son los socialistas los que quieren que no tengas nada.
Capitalismo Digital: ¿Un Cambio en el Concepto de Posesión?
Tradicionalmente, la propiedad privada ha sido uno de los pilares del capitalismo. Sin embargo, el crecimiento de plataformas que permiten el acceso compartido a servicios y bienes está alterando esta dinámica. Empresas gigantes como Netflix, Uber o Airbnb están en el centro de esta revolución, proporcionando acceso a productos y servicios sin necesidad de propiedad permanente. Esto no solo concentra el poder en manos de las corporaciones que gestionan estas plataformas, sino que también modifica la percepción cultural de lo que significa "poseer".Hoy en día, para muchas personas, acceder a una vivienda, un coche o incluso a software es más importante que tenerlos en propiedad. Este cambio hacia la economía de acceso convierte a la posesión en algo menos relevante, priorizando la funcionalidad sobre la propiedad. Sin embargo, esta nueva dependencia hacia las empresas tecnológicas implica una pérdida de control individual y una mayor vulnerabilidad ante las decisiones corporativas sobre disponibilidad y uso.
Comparación con el Modelo Comunista
Este cambio en la concepción de la propiedad bajo el capitalismo digital guarda un curioso paralelo con la ideología comunista. En el comunismo, se busca la socialización de los medios de producción—fábricas, tierras y recursos—para que estén en manos de la colectividad o el Estado, y no de individuos o corporaciones privadas. Sin embargo, este modelo no necesariamente elimina la propiedad individual sobre bienes personales, como viviendas, ropa o vehículos para uso privado.El capitalismo digital, en cambio, parece estar avanzando hacia un modelo donde el acceso a bienes y servicios se comparte, lo que puede recordar, en cierto sentido, a la idea de socialización de los medios. Pero aquí, la diferencia clave es que este acceso está controlado por corporaciones privadas que gestionan plataformas digitales, no por una colectividad organizada o el Estado.
El Futuro de la Propiedad
Este fenómeno plantea preguntas sobre cómo evolucionará el concepto de propiedad en el futuro. Mientras que el comunismo teóricamente busca la equidad y la redistribución de los recursos, el modelo de capitalismo digital actual sigue estando dominado por las fuerzas del mercado y la acumulación privada, aunque difumina los límites entre lo que es propiedad y lo que es acceso temporal.En el tramo final de capitalismo no sólo están amenazados los medios de producción también la propiedad privada. No son los socialistas los que quieren que no tengas nada.
