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Madmaxista
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Creo recordar que ya había lanzado alguna pregunta similar en alguna que otra ocasión.
La lógica de la deuda va amalgamando a los países, interrelacionándolos mediante una única convención monetaria compartida con deudas de múltiples reciprocidades. Gestionadas por parte de sociedades anónimas supra o a - nacionales mientras la banca central da sentido al invento efectuando una labor de prestamista último. El sistema deuda genera sus propios auges y caídas de los países mientras les va conduciendo a lo que empieza a vislumbrase como un único destino, de ahí mi pregunta.
Desde que abandonamos los tangibles hemos podido constatar que parecemos tener solo dos opciones, deuda o "erradicación de la misma a nivel interno = planificación de la economía = mercado cautivo", estando siempre esta amenaza presente. Teniendo en cuenta que aquellos países de planificación central siempre habían mantenido algún tipo de relación externa incluso de deuda dentro de su ámbito internacional estando el sector bancario siempre en un limbo a la hora de establecer relaciones comerciales. La tesitura que se nos plantea resulta arto complicada. Entre la espada y la pared. Si bien es cierto que la Unión Soviética se centró en el comercio con países socialistas cabe destacar que también mantuvo ciertas relaciones con otros países que no estaban alineados con los Estados Unidos. Los cuales no cayeron en ese extraño experimento conocido como el socialismo/comunismo del control absoluto mediante impresora.
La pregunta es a dónde nos conduce toda esta situación en el largo plazo, pues parte del caos y la libertad interpretada o incluso asociada a ese modelo deuda se debe en parte al modelo de naciones. Modelo de naciones el cual fragmenta las "divisas" entre múltiples territorios lo cual da pie a escenarios competitivos, asociación de costes comparativos y un largo etcétera. Sin embargo, a medida que el sistema deuda avanza un tipo concreto de globalización asociado a este modelo también lo hace. No podría entenderse la vigente globalización o globalismo sin este efecto (en este caso por tanto ni tan siquiera voy a establecer algún tipo de diferenciación entre globalismo y globalización).
Si el destino último de la globalización propiciada por ese modelo deuda pudiera ser una unificación final se nos plantean ciertos problemas que antes no podíamos ver.
Quizás y digo quizás, ese caos y libertades en verdad estaría asociado al propio modelo de naciones y no tanto al sistema deuda. Dándonos una percepción distorsionada de la realidad. Pues un mundo unificado bajo un solo banco central el cual gestione una única moneda la cual sirva de enlace para diversos mercados empezaría a asemejarse de forma bastante sutil a un sistema totalitario.
La deuda solo sería el instrumento mediante el cual ir conduciéndonos a ese destino. Puede que el mundo entre en una tercera guerra mundial si no lo estamos ya y puede que tras dicho conflicto reparemos en el vacío que se nos presenta; Un valor que sirva de enlace comercial entre países. Un valor que en siglo XIX era el oro y después de la segunda guerra mundial el dólar. Estando en una fase tardía de dicho estatus quo, constatando las dificultades que presenta el ser humano a la hora de abordar sus propias convenciones base.
Un mundo regido por un solo banco central empezaría a asemejarse de manera extraña a un mercado cautivo, con posibilidad por efectuar cierta planificación a gran escala inconcebible hasta la fecha, por mucha deuda interna que pudiera presentar.
No deja de resultar extraño cómo un mundo unificado trastocaría gran parte de las nociones presentes que tenemos sobre la sociedad que conformamos y en base a qué lo hacemos.
No sé muy bien qué pensar del texto que acabo de parir, sé de antemano que voy a recibir algún insulto y crítica de índole personal por parte de ciertos foreros pero bueno, supongo que dará igual. Le doy al botón de publicar, un saludo.
La lógica de la deuda va amalgamando a los países, interrelacionándolos mediante una única convención monetaria compartida con deudas de múltiples reciprocidades. Gestionadas por parte de sociedades anónimas supra o a - nacionales mientras la banca central da sentido al invento efectuando una labor de prestamista último. El sistema deuda genera sus propios auges y caídas de los países mientras les va conduciendo a lo que empieza a vislumbrase como un único destino, de ahí mi pregunta.
Desde que abandonamos los tangibles hemos podido constatar que parecemos tener solo dos opciones, deuda o "erradicación de la misma a nivel interno = planificación de la economía = mercado cautivo", estando siempre esta amenaza presente. Teniendo en cuenta que aquellos países de planificación central siempre habían mantenido algún tipo de relación externa incluso de deuda dentro de su ámbito internacional estando el sector bancario siempre en un limbo a la hora de establecer relaciones comerciales. La tesitura que se nos plantea resulta arto complicada. Entre la espada y la pared. Si bien es cierto que la Unión Soviética se centró en el comercio con países socialistas cabe destacar que también mantuvo ciertas relaciones con otros países que no estaban alineados con los Estados Unidos. Los cuales no cayeron en ese extraño experimento conocido como el socialismo/comunismo del control absoluto mediante impresora.
La pregunta es a dónde nos conduce toda esta situación en el largo plazo, pues parte del caos y la libertad interpretada o incluso asociada a ese modelo deuda se debe en parte al modelo de naciones. Modelo de naciones el cual fragmenta las "divisas" entre múltiples territorios lo cual da pie a escenarios competitivos, asociación de costes comparativos y un largo etcétera. Sin embargo, a medida que el sistema deuda avanza un tipo concreto de globalización asociado a este modelo también lo hace. No podría entenderse la vigente globalización o globalismo sin este efecto (en este caso por tanto ni tan siquiera voy a establecer algún tipo de diferenciación entre globalismo y globalización).
Si el destino último de la globalización propiciada por ese modelo deuda pudiera ser una unificación final se nos plantean ciertos problemas que antes no podíamos ver.
Quizás y digo quizás, ese caos y libertades en verdad estaría asociado al propio modelo de naciones y no tanto al sistema deuda. Dándonos una percepción distorsionada de la realidad. Pues un mundo unificado bajo un solo banco central el cual gestione una única moneda la cual sirva de enlace para diversos mercados empezaría a asemejarse de forma bastante sutil a un sistema totalitario.
La deuda solo sería el instrumento mediante el cual ir conduciéndonos a ese destino. Puede que el mundo entre en una tercera guerra mundial si no lo estamos ya y puede que tras dicho conflicto reparemos en el vacío que se nos presenta; Un valor que sirva de enlace comercial entre países. Un valor que en siglo XIX era el oro y después de la segunda guerra mundial el dólar. Estando en una fase tardía de dicho estatus quo, constatando las dificultades que presenta el ser humano a la hora de abordar sus propias convenciones base.
Un mundo regido por un solo banco central empezaría a asemejarse de manera extraña a un mercado cautivo, con posibilidad por efectuar cierta planificación a gran escala inconcebible hasta la fecha, por mucha deuda interna que pudiera presentar.
No deja de resultar extraño cómo un mundo unificado trastocaría gran parte de las nociones presentes que tenemos sobre la sociedad que conformamos y en base a qué lo hacemos.
No sé muy bien qué pensar del texto que acabo de parir, sé de antemano que voy a recibir algún insulto y crítica de índole personal por parte de ciertos foreros pero bueno, supongo que dará igual. Le doy al botón de publicar, un saludo.
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