La idea de que la plata pudiera superar al oro en valor es intrigante, aunque parece más una fantasía que una realidad inmediata. Históricamente, el oro siempre ha sido el rey de los metales preciosos, pero la plata tiene algunas cartas bajo la manga. A diferencia del oro, la plata tiene muchas aplicaciones industriales: electrónica, baterías, energías renovables, y más. Esto le da un potencial de crecimiento en sectores emergentes, especialmente si la tras*ición energética sigue su curso.
Además, si el oro sigue subiendo y se vuelve demasiado caro para los inversores, muchos podrían empezar a mirar a la plata como una alternativa más asequible, lo que podría impulsar su demanda y, por ende, su precio.