Qué curioso que mientras perdemos el tiempo en base a estas ideologías que nos empujan a sus facetas utópicas el mundo presente un impulso por consolidar un estado único con una única forma de dinero. Ni el liberalismo ni el comunismo tienen gran cosa de decir a ese respecto, al contrario, podría decirse que lo ven con buenos ojos.
Se podría decir que equiparamos Liberalismo y Comunismo porque ambos programas tienen el objetivo de sustituir las instituciones heredadas por una concepción del Estado "mecanicista", que organiza la sociedad desde arriba y rechaza los poderes ascendentes (orgánicos). Toda sociedad se compone de poderes ascendentes y descendentes.
Algunos entonces objetarán que existe una tradición liberal que siempre ha defendido el "Estado limitado", cuyo origen histórico se puede encontrar en la Inglaterra del siglo XVII y en la Escuela de Salamanca del siglo XVI pero este "Estado limitado", las veces que se ha llevado a la práctica ha llevado al desorden, produciendo la reacción en forma de proyecto Comunista. Por eso decimos que el Comunismo surge del Liberalismo y hereda sus tesis fundamentales.
Luego, tiene que haber un error de diseño en la filosofía Liberal. Y ese error lo atribuimos a su dualismo y atomismo filosóficos, que enfrenta al Individuo con las instituciones en las que vive inserto y que le desbordan. Este dualismo no aparece de la nada en el siglo XVII, proviene del dualismo teológico que separaba el Alma del Cuerpo, y que recorre la tradición desde el siglo I d.c. Estamos envueltos en un conflicto entre dos teologías, pero seguimos utilizamos categorias políticas confusas que no nos permiten ubicarnos.
Lo primero que hay que tener claro es que Liberalismo y Comunismo son expresiones modernas de la herejía arriana que afirmaba que el Dios Padre y el Hijo no eran cosustanciales, lo que conduce a dos callejones sin salida: 1) totalitarismo de la Voluntad Divina: omnipotencia (el Arrianismo es el modelo del Islam y del Estado Moderno) 2) nihilismo y relativismo: no es posible conocer los atributos divinos (Todo) a través del Hijo (Partes).
De ahí que encontremos dualismos presentes en la ideologia liberal (y Socialista), al Todo desconectado de sus Partes:
Estado/Mercado,
Individuo/Sociedad,
Derecho Natural/ Derecho Positivo,
Naturaleza/Cultura,
etc...
Es como si la sociedad política se sometiera a las leyes de la Química en una ingeniería que disuelve la "química social" para volverla a recomponer. El liberalismo invocaría la química federal, descomponer el Todo social en Partes. El problema es que los átomos no pueden regresar al estado anterior, sino que progresan a un Todo INDIFERENCIADO (sin partes), el Globalismo, callejón sin salida nº1.
Luego la incompatibilidad no se da entre liberales y comunistas (falsas alternativas funcionales a la "química globalista"), sino entre católicos y paganos, los que no separamos el Todo de las Partes y los que no entienden ni el Todo ni las Partes.