Dos bisabuelos en la guerra de Cuba, uno médico militar y el otro soldado raso.
Del soldado conservo la hoja de servicios manuscrita, se que anduvo de combate con el mambí por la zona de Baracoa y Santiago de Cuba. Él y su patrulla ganaron una medalla al mérito militar tras un combate con los insurrectos. Lo repatriaron en el vapor Satrustegui hasta el puerto de Santander con alguna enfermedad que nunca me han aclarado y seguramente con un shock postraumático, porque acabó suicidándose al poco.
Abuelo paterno con 17 años en la guerra de Africa, en una batería de montaña que protege el avance de la legión en la recuperación del territorio tras el desembarco de Alhucemas. Tengo fotos suyas, con esa cara de adolescente, rodeado de rifeños, legionarios y cadaveres momificados en camillas. Este abuelo permaneció en el ejercito reenganchándose tras la mili y, cito su hoja de servicios, "se adhirió con fervor al glorioso alzamiento nacional". Siguió sirviendo en artillería de montaña durante toda la guerra, que hizo hasta el final en el frente de Aragon y en Guadalajara. Al acabar la guerra fue destinado al Pirineo a combatir el maqui. Calculo que al menos 7 años de su vida se los tiró en situación de guerra o similar.
Abuelo materno, de familia numerosisima y pobre, al quedar huerfano de niño le meten a estudiar en el seminario y con 18 años, tras 8 años y a poco de ordenarse cura, empieza la guerra y en la confusión se pasa al bando nacional, creo que al requeté. Finalmente en el año 37 hace el cursillo de alférez provisional en Dar Riffien (el cuartel de la Legión cerca de Tetuán) y el resto de la guerra como oficial de baja graduación en diversos frentes). Lo único que recuerdo que me contara es que pilló un tétanos al herirse con un pico cavando una trinchera, estando a punto de morir. Llegó incluso a tener la risa sardónica típica del tétanos por la contracción muscular. Al terminar la guerra pasó algún tiempo al protectorado de jovenlandia, donde nacieron varias de mi tías.
Un primo de mi abuela, ferroviario de la UGT se exilió a Méjico y su hijo, que murió hace poco, desde allí acabó emigrando a Venezuela. Este hombre vino alguna vez por España tras la fin de Franco y ultimamente no ocultaba que era bolivariano acérrimo. Llegó a tener algún cargo, incluso cuando murió publicaron una necrológica en algún periódico del movimiento bolivariano.