Como dice un amigo mío experto en cine: "Toda producción busca venderte un mensaje. Unas veces lo verás, otras, no, pero siempre está ahí".
La historia oficial norteamericana está tan plagada de mentiras, que lo raro es encontrar una verdad. Prácticamente todas las versiones oficiales, y todos los casus belli norteamericanos oficiales, son falsos, empezando por la voladura del Maine. El mundo en que vivimos tiene un mito fundacional, la Segunda Guerra Mundial, cuya versión para el gran público es totalmente falsa. Tanto sus causas, como su desarrollo, su finalización y sus conclusiones. Básicamente, todo es mentira.
La versión británica de la Historia en general, y ya no digamos de la suya, es un cuento de ciencia ficción. Una mera interpretación interesada.
Diríamos que esta serie es una co-producción USA-UK, pero en realidad, ambos entes están manejados por los mismos. Es, en realidad, como si dos departamentos de la misma empresa, cooperasen para hacer un producto.
Las producciones Netflix, en general, son productos de ingeniería social. Lo mismo que las de HBO, y otras plataformas. Que por cierto, son gratuitas de facto (torrent) o semi-gratuitas (lo que cuesta una suscripción es RIDICULO, y no se ajusta a sus costes reales). Es lógico que así sea, pues la misión de la propaganda no es ganar dinero, sino llegar al máximo público posible. Esto ha sido así siempre, pero desde la era internet, es simplemente escandaloso. Pero una mayoría es durmiente, y no se da cuenta.
¿Fue un accidente, o un atentado? Imposible de saber. Hay muchas cosas extrañas, que nos deberían hacer desconfiar. Cuando hay cosas extrañas, por lo general, se trata de Guerra Sucia. Si huele mal, es que está podrido. Todas las versiones oficiales de los atentados en Europa en los últimos años, incluido el 11M, son falsas. Los amos del mundo han demostrado de sobra, que no les importa apiolar a decenas, o cientos de personas, en sus juegos geopolíticos. En el caso del 11S, de miles de personas. Pero había que iniciar la Guerra contra el Terror. Tenía que haber un "enemigo".
Solo he empezado la serie, pero los guionistas ya te dan un par de pistas, para el que quiera, o sea capaz, de verlas. El británico de a pie no es como su gobierno, o como el guionista de USA, que jamás se sale del tiesto. Un británico te la puede colar en el guión, y en esta serie los mensajes están. Y esos mensajes lo que te dicen es que, lo que pasó, tal y como se cuenta, no pudo pasar. O quizá a los amos les gusta dejar pistas, como parte del juego. Igual que el malo en serie las deja, para jugar con la policía.
Todo lo que salga de los amos del mundo, vía Netflix, HBO, otras plataformas, o Hollywood, y que trate temas rusos o soviéticos, siempre, SIEMPRE, estará manipulado para dejarlos mal. Esto es independiente de que los rusos te caigan bien, o mal. Eso es otra historia.
Y si no es así, será porque Rusia habrá cedido en algo MUY importante, y esa será la forma, una de las formas, de premiarlos; con propaganda favorable. Como ocurrió en los 90, cuando los amos la estaban desguazando, bajo en mandato del borracho fulastre Yeltsin.
Luego llegó pilinguin, puso a Rusia a funcionar, y se acabó la propaganda favorable. A demonizar. Así son las cosas. Y esta serie, con una factura magnífica, eso es verdad, no es más que otra arma en la guerra geoeconómica y estratégica que llevamos tiempo librando.