Urbanismo dijo:
Si vas a coleccionar, fija primero el ámbito de la colección, y cuanto mas específica mejor, (por ejemplo un tipo concreto de la Unión Latina).
En todo de acuerdo, menos en esto: es un gran error, y lo explico en varias variantes:
-Numismáticamente: la especialización viene de la mano de la experiencia; para especializarse hay que ser experto. Un recién llegado a la numismática no tiene ni experiencia, ni conocimientos y la disciplina para especializarse; probablemente tampoco recursos. Es necesario disponer de documentación y bibliografía que puede tardarse años en recopilar (creedme, de numismática prácticamente no hay nada en internet, y la mayoría de lo que hay es de calidad media-baja).
Para coger experiencia más vale tocar muchos palos, sobre todo al principio; diversificas riesgo (monetario y numismático) y te das tiempo a conocer series y facetas de la numismática; con dos o tres años de experiencia entonces ya tiene uno cierta base para plantearse una especialización.
-Económicamente: La numismática es un mercado de coleccionismo, que cuenta con una volatilidad muy alta a casi cualquier escala temporal que examinemos; especializarse (sobre todo inicialmente, que uno va a ciegas) es arriesgarse a iniciar una colección de moneda que posiblemente en un futuro esté mucho menos valorada. Esto podría implicar palmar cantidades muy altas (y no estoy hablando de unos poco miles de euros, si no de mucho más). Un colección con animo de completitud de ocho escudos borbónicos (incluso huyendo de las rarezas) es una colección de 5 ceros. Un decaida de precios importante de las piezas más caras (suponiendo un precio del oro estable) supondría palmar muchísimo, incluso más del 50%, aún suponiendo que hubiesemos comprado todas las piezas 'baratas'; ojo con esto.
-Estéticamente: excepto que la 'especialización' sea muy amplia (del palo: moneda hispana desde Emporiton hasta Juan Carlos I), centrarse en una serie 'corta' implica disponer de poca variedad tipologica. No olvidemos las componentes estéticas del coleccionismo. Una colección completa (o casi completa) de Isabel II como la Anastasia de Quiroga recientemente subastada por Aureo debe ser una gozada tenerla; pero yo hecharía de menos, por ejemplo, mis denarios romanos, o mis reales de a ocho.
-Por recursos: especializarse de manera muy concreta implica lo siguiente en la mayoría de las series; uno rápidamente (cuanto es relativo, según el tamaño de la serie, lo selectivo que seamos con las conservaciones y lo rara que sea la serie) rellena los 'huecos' fáciles, que suelen ser los 'baratos' de la serie, pero llega a un punto en que los huecos que faltan son muy caros, dandose casos extremos en los que un hueco vale tanto como lo que ya tenemos de la serie; nos podemos encontrar en que nos es imposible completar huecos por el precio de la monedas, y encontrarnos con una colección con animo exhaustivo coja por incapacidad de completarla.
Yo en concreto colecciono muchas series diferentes: (romana en general, fijada en denarios y antoninianos, pero sin despreciar otras denominaciones), alejandrina romana (la serie separada de los tipos imperiales), bizantina, ibérica, medieval castellano-leonesa, española hasta Alfonzo XIII, y británica de George I a George VI.
Son muchas, seguramente demasiadas (aunque mi horizonte temporal para estas colecciones es de 30-40 años, así que no tengo prisa, y en la mayoría de las series con 150-200 monedas puedo ya pensar que tengo una buena colección). Pero ahora mismo pienso que cualquier coleccionista que piense en meter bastante dinero en el tema debería tener al menos tres colecciones bastante diferenciadas para cubrir el riesgo económico.