Bueno, sigue en pie mi ofrecimiento de vuelta en Harley si vive en Madrid o inmediaciones.
He tenido muchas motos, deportivas y sport, pero con el paso del tiempo me he pasado al custom por motivos de supervivencia (o miedo a la fin o la incapacidad).
Me gustan las motos.
Siempre me han gustado. Desde los 16 años, siempre he tenido motos y paso de los 50.
Ahora llevo una Harley que, para mí, es la custom por excelencia. Tiene su riesgo, como cualquier actividad en la vida, pero es un riesgo muy contenido. Pero también he de decir que es una actividad muy agradable. Me encanta coger la Harley y hacerme 50 o 60 km con cualquier excusa, ir al Decathlon, comprar cualquier cosa para mi mujer, dar una vuelta a mis hijas. Da igual. Me gusta.
Por eso le invito a exorcizar el malo de su adolescencia. No le voy a dejar llevarla, por supuesto, pero desde el asiento trastero de una Harley también se puede llegar a disfrutar de la experiencia.
De corazón se lo digo.
---------- Post added 29-feb-2016 at 20:48 ----------
Para compensar soy buena gente...me paro con mi coche, doy el warning, me pongo mi chaleco reflectante y quito animales muertos de la calzada (perros, gatos, astutas, erizos...) y obstáculos de todo tipo. Sólo porque sé lo peligrosos que son esos obstáculos para ustedes (y para los ciclistas).
Curiosamente, el accidente más grave de mi vida lo tuve por culpa de un animal muerto en la calzada. Era un cortesanazo enorme. Fue en el año 1990 con un Renault 19. Acabé volcado en la recién inaugurada M-40 de Madrid. El coche quedó siniestro total; por suerte yo salí ileso.
Sin embargo, el accidente más grave con moto fue por parar en un cruce para ceder el paso a una ambulancia que pasaba con rotativos y sirena encendidos. El coche que venía detrás de mí me dio un toque tipo taco de brillar que me hizo volar un par de metros, aterrizando grácilmente con una voltereta. También resulté ileso, aunque no pasó lo mismo con la moto.