A los ojos de un español del s. XXI puede parecer bastante histriónico. Teniendo en cuenta la endogamia entra familias reales y el consumo de alucinógenos tan extendido entre la nobleza incaica, la cosa se ve con otros ojos.
La batalla de Cajamarca fue lo que fue. Sin conocer el tema en profundidad tampoco veo que haya mucha discrepancia entre lo que pudo suceder realmente. Igual hubiese quedado mejor la cabalgata de las Valkirias como telón de fondo, pero eso ya es cuestión de gustos.
Efectivamente, un señor mayor poco agraciado, hijo ilegítimo y analfabeto, como es bien sabido. Ambicioso debía serlo, como lo fueron todos sus contemporáneos españoles en América. Lo de la barba a lo Mefistófeles y el morrión... me temo que estaba al uso en la época.
Y el patio... va como buenamente puede. Gracias por el interés y saludos
Y además edito: hay otra de Herzog sobre Aguirre que capta mejor que la española la insania del personaje, sin ser tan pretenciosa. Lo malo es que no salen berzas.
Aguirre, La Cólera de Dios