Voy a contar una más, aquí hay implicadas más personas.
Cuando era un chavalín cerca de mi casa había una mansión abandonada hacía ya muchas décadas, perteneció a un General del ejército del Aire.
La mansión constaban de dos plantas con un montón de habitaciones y arriba era toda terraza, una vacilada de casa para unos chavales que nos criamos en completa libertad, además a las afuera de la casa había un bunker, de unos dos metros de profundidad, era muy estrecho y tendría 10 metros de largo.
La mansión no tenía ya ni una sola puerta, y de las ventanas solo quedaba el hueco de cemento, ni ventanas ni marcos, durante tantos años de abandono había sido pasto de saqueos, se llevaron todo lo que se pudieron llevar, pero aun así la mansión mantenía una cierta dignidad de su esplendoroso vestigio pasado, que indudablemente tuvo durante sus mejores años.
Aun así la mansión mantenía el techo intacto ( que era la terraza ), las habitaciones y sus paredes estaban todas en pie, no era la típica casa abandonada donde no quedaban muros o estuvieran parcialmente derruidos.
Cuando te acercabas a esa mansión y observabas su de derechasda y se te encogía el Alma, siempre pensaba que era la casa ideal para rodar una película de miedo.
Como os imagináis la casa estaba muy perjudicada por el paso de los años, con muchos cascotes y pintadas en las habitaciones, jamás nos atrevíamos a ir solo, era una casa que daba miedo, nos metíamos en las habitaciones y una en particular daba verdadero miedo, no tenía ventanas y estaba totalmente pintada de neցro, nos acojonaba estar en esa casa más allá de la puesta del Sol, y solo nos acercábamos a esa casa en Verano, cuando los días eran más largos.
Jugábamos a la guerra hacíamos dos equipos y con un palito o lo que fuera simulábamos que nos disparábamos, escondiéndonos en esa enorme mansión, otras veces simplemente subíamos a la terraza y disfrutábamos de las vistas, estaba rodeada de un inmenso jardín asilvestrado, no había nada cerca habitado.
Pero siempre que estábamos en esa mansión nos invadía una especie de temor a algo, te daba mal rollo, la adrenalina la tenías siempre a tope cuando ibas allí.
El caso es que se comentaba que este general tenía una hija, y que esta hija se suicidó ahorcándose en una de las instancias de la casa, y que a veces aparecía vestida de blanco, mucha gente decía haberla visto, de ahí nuestro temor cada vez que íbamos.
El caso es que allí te podías tirar horas pero cuando empezaba a oscurecer salíamos pitando de la casa, y todos decíamos lo mismo, nos daba miedo esa casa, os lo juro que había una energía o algo que te hacía estar incómodo, pero precisamente esa era la gracia.
Normalmente nos íbamos al anochecer, pero una de las veces nos quedamos fuera de la casa, a la altura del búnker, charlado ante de irnos.
Estábamos sentado de espalda a la casa menos uno que estaba de pie frente a la casa.
De repente este amigo se le queda la cara pálida alza el brazo señalando hacia la casa y dice que ha visto a una mujer vestida de blanco asomándose por una de las habitaciones.
Nos levantamos todos como si tuviéramos un muelle en el ojo ciego y nos giramos hacia la casa, de repente otro dice haberla visto también, pasando de una habitación a otra, yo ya no miré más, pusimos pies en polvorosa y salimos corriendo de allí como si nos siguiera el mismísimo diablo.
Estos dos amigos que dijeron verla siempre mantuvieron que la vieron de verdad, que no fue una trola, que vieron a una mujer de blanco el primero mirándonos, el segundo pasando de una habitación a otra, y los dos coincidieron que vestía de una manera que era de otra época.
P.D.
Que se me olvidó contarlo antes, la habitación sin ventanas pintada de neցro contaban los viejos del lugar a que lo mandó hacer el General, mandó tapiar las ventanas de la habitación y encerrar allí a su hija una vez que se volvió loca ( que tampoco lo conté antes, antes de ahorcarse se volvió loca ), no sabemos si con la intención de que no se escapara o para que nadie viera por fuera lo que pasaba allí dentro.
Lo que nunca entendimos es porque eligió el tonalidad neցro para pintar la habitación, y eso hacía volar nuestra imaginación de que allí dentro sucedieron cosas muy chungas.
Esa habitación era tenebrosa, la gente cogía algo punzante y escribía sobre una de sus pareces, al quitar la pintura resaltaba en blanco lo que escribieras sobre sus paredes, yo nunca escribí nada, sentía que si escribías algo de ti quedaba ahí y no me hacía ni fruta gracia.
Lo que si creo tener claro es que en esa habitación no se ahorcó la hija del General, porque su cuerpo apareció suspendido sobre la de derechasda de la casa desde una de las ventanas de una de las innumerables estancias que tenía la casa, y la habitación de color, como dije, no tenía ventanas.