Conectan con fuerzas ocultas metafísicas que el ser humano nunca debe tocar, no es coña, te seré claro, son demonios, seres que superan en fuerza e intelecto al ser humano, engañándolo y haciéndole pagar un altísimo precio siempre que se tocan esas cosas.
No olvides que satanás príncipe de los ángeles caídos y del mundo odia al ser humano con todas sus fuerzas.
todas esas cosas de la new age; tarot, encantamientos, güija, todo tipo de magias etc, no son mas que trampas de demonios.
Yo y otros cristianos os hemos advertido y aconsejado que no toquéis ni os intereséis por esas cosas.
En lado totalmente opuesto y superior está Jesucristo, el Hijo de Dios.
Aquí dejo algunas oraciones que pueden ayudar de verdad:
Padre Nuestro (oración enseñada por cristo a sus apóstoles).
"Padre nuestro que estás en los cielos,
Santificado y Bendito sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu reino,
Hágase tu voluntad en la tierra como en los cielos.
Danos hoy el pan de cada día,
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del maligno,
Porque Tuyo es Reino, la Gloria, la Honra y el poder, por todos los tiempos, amén".
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"Señor Jesucristo, Santo Hijo de Dios, ten compasión de mí que soy pecador".
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" Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, El que era, El que es y El que ha de venir,
El Santo y todo poderoso, amén."
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“San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra las perversidad y asechanzas del malo.
Reprímelo, oh Dios, pedimos suplicantes,
y tú príncipe de la milicia celestial arroja al infierno con el divino poder
a satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.”
“Glorioso príncipe de la corte celestial, San Miguel arcángel, defiéndenos en el conflicto que tenemos que sostener contra los principados y potestades, contra los gobernantes del mundo de esta oscuridad, contra los espíritus de maldad en los lugares altos. Ven al rescate de los hombres que Dios ha creado a su imagen y semejanza, y a quienes ha redimido a un alto precio de la tiranía del malo. San Miguel arcángel, eres tú a quien la santa iglesia venera como su guardián y protector; a quien el Señor ha encargado llevar al cielo a las almas redimidas. Ora, por lo tanto, al Dios de la paz para someter al malo bajo nuestros pies, para que ya no retenga a los hombres cautivos ni lesione a la Iglesia.
Glorioso príncipe celestial, presenta nuestras oraciones al altísimo, para que sin demora pueda derramar su misericordia sobre nosotros. Agarra al dragón, a la serpiente antigua, que es el malo y satanás, átalo y échalo al abismo sin fondo, para que ya no seduzca a las naciones. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.”