Tranqui. Si quieres darle un capital a tu hija, invierte esos 300 euros mensuales en un colegio decente, extraescolares que sirvan de algo, idiomas desde el minuto cero, cursos de cosas que le aporten valor, clases de refuerzo para que saque notazas, deportes que la motiven, experiencias con ella, visitar lugares especiales juntos, tener rutinas de ocio en familia y ese tipo de cosas. No tengas la pasta amontonada esperando a que tenga 20. Que entienda que cuando se trate de aprender algo, si ella tiene interés, tú pones la pasta sin problema.
Usa esa pasta para que la época de desarrollo de tu hija sea fructífera y esté llena de recuerdos memorables. Cuando sea una adulta equilibrada, formada y con cabeza, ya se encargará ella de hacer su propia pasta.
En su día hice un trato con mi hija. Si un trimestre sacaba todo sobres menos dos asignaturas (le di algo de margen) el trimestre siguiente íbamos todos los sábados que no hubiese compromisos a comer donde ella dijera. Es un trato que mantenemos, siempre ha tenido un motivo para esforzarse y a día de hoy tiene una cultura culinaria de la ostra. Cada vez que escucha que hay un restaurante nuevo de algo que no ha probado, se le afila el colmillo. Dale motivos para esforzarse y sacar lo mejor de sí misma.