Cocer o hervir
Consiste en cocinar los alimentos sumergiéndolos en un líquido en ebullición, normalmente caldo o agua. Existen varios tipos de cocción:
- A la inglesa. Cocer con agua abundante y sal hirviendo con fuerza. Esta técnica es muy adecuada para cocinar verduras y pasta.
- A fuego lento. Se trata de una cocción a temperatura suave, para que los alimentos suelten poco a poco su sabor. Es lo que solemos hacer cuando preparamos un guisado.
- Al vapor. En este caso no sumergimos el alimento en el medio líquido, sino que lo colocamos sobre este en un recipiente con rejilla y lo tapamos para que la cocción se realice con los vapores que ascienden.
Escaldar o blanquear
Similar a la cocción a la inglesa, pero en este caso introducimos los ingredientes en el agua hirviendo durante un periodo de tiempo corto. Después se sumergen en agua fría para detener la cocción. Esta técnica suele emplearse para cocinar verduras de hoja verde como espinacas o acelgas, o para facilitar el pelado de algunos alimentos como los tomates.
Freír
En este caso, los alimentos se cocinan introduciéndolos en aceite o grasa abundante y a temperatura alta. Es el método más óptimo para realizar empanados o
rebozados.
Saltear
Para saltear necesitamos poca grasa, temperatura alta y alimentos cortados en trozos finos. Así logramos que se cocinen pero que mantengan una textura crujiente.
Pochar
También llamado sofreír o rehogar. Se realiza con poca grasa, alimentos picados en tamaño muy pequeño y temperatura suave. El objetivo es ablandarlos mientras van soltando su sabor poco a poco.
Confitar
Consiste en cocinar los alimentos sumergiéndolos totalmente en una grasa, pero en este caso a una temperatura baja. De esta manera la grasa se funde con los jugos que va desprendiendo el alimento, logrando que quede muy tierno y jugoso.