Mouguias
Madmaxista
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En el libro de Kechu Torres, "La Economia de los Celtas de la Hispania Atlantica" se hace un repaso muy interesante de la ecologia en la Edad del Hierro. La cosa da algo de pena: habia mas especies y eran superiores geneticamente, con ciervos grandes como burros y salmones como delfines.
Los salmones remontaban el Duero en epoca celtiberica, habia castores, habia linces boreales (en el norte peninsular, distintos del lince iberico) y existia, ademas, un caballo salvaje que perduro hasta la Edad Media, llamado "cebro":
Los salmones remontaban el Duero en epoca celtiberica, habia castores, habia linces boreales (en el norte peninsular, distintos del lince iberico) y existia, ademas, un caballo salvaje que perduro hasta la Edad Media, llamado "cebro":
El zoólogo Carlos Nores, profesor titular del departamento de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo, recoge el testigo y desentraña, en un libro ya muy avanzado, este interesante caso de criptozoología: el cebro.
«Lo más importante de este animal es que existió y nadie se enteró», subraya Nores. Durante mucho tiempo, el cebro se identificó como «Equus hydruntinus», una especie de équido descrita en 1904 en Otranto (Italia) que parecía un pequeño asno, de edad pleistocena, diferente del que introdujeron los fenicios. «La mayor parte de lo que aparece de este animal son restos de extremidades y dientes, no se conoce ningún esqueleto completo hasta el siglo XXI. Todo lo que, por tamaño, no podía ser de caballo se asignaba a Equus hydruntinus», explica Nores. Esa asimilación del cebro con los asnos no es exclusiva de los paleontólogos del siglo XX. Así, Alfonso X el Sabio identifica al cebro con el onagro, el asno salvaje asiático (que nunca habitó aquí), denominándolo «asno montés», y el mismo Nikolai Przewalski, coronel de Caballería, explorador y descubridor, en el último tercio del siglo XIX, del caballo mongol que lleva su apellido, pensó que debía tratarse de un onagro. La investigadora Eva-Maria Geigl, del Institut Jacques Monod de París, deshizo el equívoco el año pasado a partir del estudio de ADN mitocondrial de restos de équidos de hasta 100.000 años de antigüedad: dictaminó que el Equus hydruntinus nunca existió y que el cebro era un caballo, no un asno.
«Ahora pensamos que el cebro era un caballo salvaje similar al tarpán de estepa, descrito a finales del siglo XVIII en el sur de Rusia y en Ucrania, que se extinguió a finales del XIX, y al que llamaban tarpán de bosque, que vivió en Bialowieza, en Polonia, y desapareció hacia 1810». Nores opina que los dos tarpanes y el cebro eran un mismo tipo de caballo adaptado a ambientes diferentes, «y suponemos que también está relacionado con el sorraia portugués, descrito cerca de Lisboa, en el meollo de la distribución del cebro, pero no lo sabemos». Su aspecto sería similar al del caballo de Przewalski, que ha sobrevivido en algunos núcleos zoológicos; un caballo menudo, de patas finas, con crines enhiestas, de capa gris o isabelina, uniforme, salvo por la «raya de mulo» que recorría su espina dorsal, con el extremo distal de las patas negruzco y, en ocasiones, con cebraduras en la parte alta de las patas.