HUEVOS PACO E HIJOS S.L
Honrado amaplantas
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Muchas veces he escuchado por ejemplo que los tomates del huerto, entre agua, plantas o semillas, tiempo invertido,etc al final "salen más caros que en el super". Salvo que uno valore su tiempo a cojón de mico la hora, o que sea un completo manazas, me parece una chorrada.
El tiempo a dedicarles no es para tanto. Hablo de tomates pero es cosa de ir sumando otras especies. Con 500m2 tienes una cantidad muy interesante de comida sin tener que matarte, no como para vivir de ello, pero sí para no comprar verdura de julio a octubre e ir recogiendo otro puñado de cosas a lo largo del año. Si vas a poner por ejemplo 30 tomateras:
-Los semilleros se hacen en cuarto de hora. Luego es cosa de echarles un ojo a diario y cuando haga falta regar. Pequeñas tareas de ese primer mes o dos meses como el aclareo tampoco llevan nada. Si compras plantines, que valen de 15 a 30 céntimos, te ahorras bastantes cuidados iniciales.
-30 tomateras en 40 m2 de terreno están tan sudamericanas. Cavar 40 m2 se hace en media mañana con mucha calma.
-Los trabajos de mantenimiento una vez plantado no son excesivos: quitar chupones y hojas malas, recoger los tomates.
-El riego se puede automatizar, y a una mala, con tenerlas plantadas con un buen pocillo se riegan a manguera en un ratillo.
El agua vale una cosa, al menos en los pueblos. En mi caso, tienes que hacer un gasto exageradísimo para pagar más de 20 euros al mes. El abono es básicamente gratis (cosa o compost) La tierra para los semilleros vale nada, con 10 euros tienes para un par de campañas de sobra. Las herramientas y otros implementos se compran una vez y duran décadas si se cuidan bien. Además hay otros factores más difíciles de cuantificar, pero que también inclinan la balanza:
-Entretenimiento: ahorro en otros gastos de ocio. Estás al aire libre y haces algo de ejercicio a tu ritmo.
-Calidad de los alimentos: de medirse con un precio de mercado, debería hacerse con los productos eco de querida progenitora de las tiendas para pijos hippies, y aún así (estoy convencido de que a veces cuelan cualquier cosa). Y esos son caros de pelotas.
-Soberanía alimentaria: saber cultivar y poder hacerlo es un buen recurso por si las cosas vienen mal dadas. Por ejemplo, con el hostión hacia arriba que han pegado los precios de los alimentos en el último año, no está nada mal poder depender algo menos del frutero.
-Reforzar vínculos sociales: la abundancia favorece la generosidad, la generosidad tiende a hacerse mutua y reforzar las relaciones. Esos tomates o calabacines que diste se te devuelven en forma de almendras, membrillos, higos...Tu tía te deja un trozo de bizcocho, el primo un dumper de estiércol. Tu amigo te trae unos bulbos o unos esquejes. El otro aprovecha la visita de gorroneo al huerto para echarte un ojo al cambio de la bici que suena raro. Y así se genera un círculo virtuoso de dar y recibir.
-Tema de conversación: ¿familiares o vecinos mayores a los que ya no sabes ni qué decirles? pues ahí está un tema socorrido y agradable que salta la barrera generacional. Me ha pasado con algún familiar lejano de pocas palabras, típico castellano viejo: es sacarles el tema y se les suelta la lengua que da gusto.
¿Qué os parece?
El tiempo a dedicarles no es para tanto. Hablo de tomates pero es cosa de ir sumando otras especies. Con 500m2 tienes una cantidad muy interesante de comida sin tener que matarte, no como para vivir de ello, pero sí para no comprar verdura de julio a octubre e ir recogiendo otro puñado de cosas a lo largo del año. Si vas a poner por ejemplo 30 tomateras:
-Los semilleros se hacen en cuarto de hora. Luego es cosa de echarles un ojo a diario y cuando haga falta regar. Pequeñas tareas de ese primer mes o dos meses como el aclareo tampoco llevan nada. Si compras plantines, que valen de 15 a 30 céntimos, te ahorras bastantes cuidados iniciales.
-30 tomateras en 40 m2 de terreno están tan sudamericanas. Cavar 40 m2 se hace en media mañana con mucha calma.
-Los trabajos de mantenimiento una vez plantado no son excesivos: quitar chupones y hojas malas, recoger los tomates.
-El riego se puede automatizar, y a una mala, con tenerlas plantadas con un buen pocillo se riegan a manguera en un ratillo.
El agua vale una cosa, al menos en los pueblos. En mi caso, tienes que hacer un gasto exageradísimo para pagar más de 20 euros al mes. El abono es básicamente gratis (cosa o compost) La tierra para los semilleros vale nada, con 10 euros tienes para un par de campañas de sobra. Las herramientas y otros implementos se compran una vez y duran décadas si se cuidan bien. Además hay otros factores más difíciles de cuantificar, pero que también inclinan la balanza:
-Entretenimiento: ahorro en otros gastos de ocio. Estás al aire libre y haces algo de ejercicio a tu ritmo.
-Calidad de los alimentos: de medirse con un precio de mercado, debería hacerse con los productos eco de querida progenitora de las tiendas para pijos hippies, y aún así (estoy convencido de que a veces cuelan cualquier cosa). Y esos son caros de pelotas.
-Soberanía alimentaria: saber cultivar y poder hacerlo es un buen recurso por si las cosas vienen mal dadas. Por ejemplo, con el hostión hacia arriba que han pegado los precios de los alimentos en el último año, no está nada mal poder depender algo menos del frutero.
-Reforzar vínculos sociales: la abundancia favorece la generosidad, la generosidad tiende a hacerse mutua y reforzar las relaciones. Esos tomates o calabacines que diste se te devuelven en forma de almendras, membrillos, higos...Tu tía te deja un trozo de bizcocho, el primo un dumper de estiércol. Tu amigo te trae unos bulbos o unos esquejes. El otro aprovecha la visita de gorroneo al huerto para echarte un ojo al cambio de la bici que suena raro. Y así se genera un círculo virtuoso de dar y recibir.
-Tema de conversación: ¿familiares o vecinos mayores a los que ya no sabes ni qué decirles? pues ahí está un tema socorrido y agradable que salta la barrera generacional. Me ha pasado con algún familiar lejano de pocas palabras, típico castellano viejo: es sacarles el tema y se les suelta la lengua que da gusto.
¿Qué os parece?