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Madmaxista
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Entre la cadena perpetua y la condena a fin: Dos jóvenes cristianas iraníes, encarceladas desde marzo por "apostasía" del islam
Entre la cadena perpetua y la condena a fin: Dos jóvenes cristianas iraníes, encarceladas desde marzo por "apostasía" del islam
22.07.09 • 05:34 GMT • Javier Monjas - Madrid
Aquí un artículo de un enojado escritor egipcio -en progresista sede electrónica- condenando el “doble rasero” de los “occidentales” respecto al “islam”. Y aquí el resumen de una entrevista con un miembro de las milicias paramilitares iraníes Basiji contando cómo violaron a dos detenidas adolescentes durante los pasados disturbios en Teherán porque “el islam prohíbe apiolar a mujeres vírgenes”, que es lo que iban a hacer con ellas. Aquí un artículo -en pía sede electrónica- de un, al parecer, sabio ayatola iraní glosando el “ideal islámico” de educación con la perspectiva de la “plenitud final” y “la ascensión” hacia “las cumbres de la plenitud y la beatitud”. Y aquí un dramático llamamiento de Amnistía Internacional sobre dos mujeres jóvenes iraníes conversas al cristianismo desde el islam y encerradas en condiciones extremas para ser ejecutadas por haber apostatado de “las cumbres de la plenitud y la beatitud” a las que estaban destinadas por los infalibles designios de esos mismos plenos y beatos ayatolas.
[Más:]
Antiguas compañeras de piso, Maryam Rostampour y Marzieh Amirizadeh tienen 27 y 30 años, respectivamente, además de una resplandeciente belleza abiertamente incompatible con velos ni otras sumisiones que las de su propia admiración. Pero, sobre todo, tienen un grave problema. Se convirtieron al cristianismo desde el islam. Y eso las convirtió en “apóstatas”, con un destino que pende sobre ellas de una grúa. Santa, pero grúa al fin y al cabo. Según recuerda Amnistía Internacional en una de sus escasísimas campañas contra la implacable y, en ocasiones, sanguinaria persecución de los cristianos en los países islámicos, “los conversos desde el islam (en Irán) se arriesgan a ser arrestados, atacados o condenados a fin”.
La Ley Islámica, allí donde no llega el Código Penal
“La conversión desde el islam (la apostasía) está considerada como prohibida bajo la Ley Islámica, que exige que los apóstatas sean ejecutados si rehúsan reconvertirse al islam”, añade la organización. “No hay una provisión específica en el Código Penal (iraní) por apostasía, pero se pide a los jueces que utilicen su conocimiento de la Ley Islámica para sentenciar en casos donde no exista una legislación específica en el Código Penal”, concluye Amnistía Internacional al delimitar el “marco” en el que se encuentran las dos detenidas, extremadamente duro y en el que lo menos preocupante es, precisamente, los estragos que haya provocado en sus respectivas bellezas.
Aunque el llamamiento de Amnistía Internacional es de principios del pasado mes de abril, cuando ya daba la voz de alarma sobre las insostenibles condiciones médicas y legales de Maryam Rostampour y Marzieh Amirizadeh, detenidas el 5 de marzo, a día de hoy continúan en prisión, con la sentencia de fin balanceándose sobre sus cabezas en forma de gancho del que cuelga una cuerda. En medio de lo que las iglesias describen desde el interior de Irán como "un notable incremento de la intimidación del Estado contra los cristianos", la situación se ha agravado en las últimas semanas debido a que han sido mezcladas en su prisión con las cientos de detenidas en los disturbios post-electorales iraníes, lo que las sitúa, además, en el grupo de los servidores de las vagas conspiraciones internacionales que se habrían levantado contra Ahmadenijad y los ayatolas victoriosos dentro del pulso por el poder entre todos esos hombres de Alá.
Pregunta en el parlamento británico
De hecho, las muy pocas organizaciones -todas cristianas, algunas simplemente pidiendo oraciones por las detenidas- que intentan sacar del olvido de las prisiones iraníes a las dos jóvenes piden que las cartas a las autoridades de Teherán “nunca mencionen” a ninguno de los grupos que están facilitando la información sobre el caso. “No es peligroso para un prisionero recibir cartas personales, pero si se menciona a una organización puede ser acusado de ‘lazos con organizaciones extranjeras” y recibir unas condenas más duras”, se advierte. “Además, por favor no afirmen nada negativo sobre el gobierno (iraní)”.
En el parlamento británico se gestiona una petición para que las autoridades de Exteriores medien en la situación de las dos mujeres, “cristianas practicantes”, detenidas en marzo y sobre las que “no se ha realizado acusación concreta alguna, ni bajo la ley iraní, ni bajo la ley internacional”. “El Reino Unido tiene fundados temores por su seguridad y salud, temores que se agravan por el hecho de que el parlamento iraní debate actualmente un proyecto de ley que podria contemplar la cadena perpetua para las mujeres apóstatas”, recuerda la proposición de los legisladores en Londres.
"Ninguna virgen puede ser ejecutada": forzadas antes de ser asesinadas
Según informaciones llegadas desde Irán y filtradas por las iglesias en el país, el pasado 7 de julio, Maryam y Marzieh fueron llevadas delante de un juez que les anunció cómo iban a ser ejecutadas por “apóstatas”. Las dos jóvenes habrían contestado al representante de la justicia de la república islámica que “acelerara la sentencia”. Mientras tanto, ahora se ha sabido que el miembro de la milicia paramilitar iraní que desveló las violaciones a las detenidas durante los disturbios electorales fue arrestado él mismo precisamente cuando puso en libertad a las dos adolescentes que habían forzado para cumplir con el “mandato islámico” de “no ejecutar a vírgenes”.
Según su narración, las adolescentes estaban más aterradas por la “noche de bodas” que por la “ejecución” en sí misma que las esperaba por la mañana. “Se revolvían, así que les pusimos unos somníferos en la comida. Por la mañana, las chicas tenían una expresión vacía. Parece que estaban preparadas para morir, o que querían morir”, añade el ‘miliciano’ que cumplió con el requisito del desvirgamiento y después se arrepintió. “Las recuerdo gritando y llorando después de que se consumara la violación. Nunca olvidaré cómo una de las chicas se clavó las uñas en su propia cara y cuello. Tenía profundos arañazos por todo su cuerpo”.
Entre la cadena perpetua y la condena a fin: Dos jóvenes cristianas iraníes, encarceladas desde marzo por "apostasía" del islam
22.07.09 • 05:34 GMT • Javier Monjas - Madrid
Aquí un artículo de un enojado escritor egipcio -en progresista sede electrónica- condenando el “doble rasero” de los “occidentales” respecto al “islam”. Y aquí el resumen de una entrevista con un miembro de las milicias paramilitares iraníes Basiji contando cómo violaron a dos detenidas adolescentes durante los pasados disturbios en Teherán porque “el islam prohíbe apiolar a mujeres vírgenes”, que es lo que iban a hacer con ellas. Aquí un artículo -en pía sede electrónica- de un, al parecer, sabio ayatola iraní glosando el “ideal islámico” de educación con la perspectiva de la “plenitud final” y “la ascensión” hacia “las cumbres de la plenitud y la beatitud”. Y aquí un dramático llamamiento de Amnistía Internacional sobre dos mujeres jóvenes iraníes conversas al cristianismo desde el islam y encerradas en condiciones extremas para ser ejecutadas por haber apostatado de “las cumbres de la plenitud y la beatitud” a las que estaban destinadas por los infalibles designios de esos mismos plenos y beatos ayatolas.
[Más:]
Antiguas compañeras de piso, Maryam Rostampour y Marzieh Amirizadeh tienen 27 y 30 años, respectivamente, además de una resplandeciente belleza abiertamente incompatible con velos ni otras sumisiones que las de su propia admiración. Pero, sobre todo, tienen un grave problema. Se convirtieron al cristianismo desde el islam. Y eso las convirtió en “apóstatas”, con un destino que pende sobre ellas de una grúa. Santa, pero grúa al fin y al cabo. Según recuerda Amnistía Internacional en una de sus escasísimas campañas contra la implacable y, en ocasiones, sanguinaria persecución de los cristianos en los países islámicos, “los conversos desde el islam (en Irán) se arriesgan a ser arrestados, atacados o condenados a fin”.
La Ley Islámica, allí donde no llega el Código Penal
“La conversión desde el islam (la apostasía) está considerada como prohibida bajo la Ley Islámica, que exige que los apóstatas sean ejecutados si rehúsan reconvertirse al islam”, añade la organización. “No hay una provisión específica en el Código Penal (iraní) por apostasía, pero se pide a los jueces que utilicen su conocimiento de la Ley Islámica para sentenciar en casos donde no exista una legislación específica en el Código Penal”, concluye Amnistía Internacional al delimitar el “marco” en el que se encuentran las dos detenidas, extremadamente duro y en el que lo menos preocupante es, precisamente, los estragos que haya provocado en sus respectivas bellezas.
Aunque el llamamiento de Amnistía Internacional es de principios del pasado mes de abril, cuando ya daba la voz de alarma sobre las insostenibles condiciones médicas y legales de Maryam Rostampour y Marzieh Amirizadeh, detenidas el 5 de marzo, a día de hoy continúan en prisión, con la sentencia de fin balanceándose sobre sus cabezas en forma de gancho del que cuelga una cuerda. En medio de lo que las iglesias describen desde el interior de Irán como "un notable incremento de la intimidación del Estado contra los cristianos", la situación se ha agravado en las últimas semanas debido a que han sido mezcladas en su prisión con las cientos de detenidas en los disturbios post-electorales iraníes, lo que las sitúa, además, en el grupo de los servidores de las vagas conspiraciones internacionales que se habrían levantado contra Ahmadenijad y los ayatolas victoriosos dentro del pulso por el poder entre todos esos hombres de Alá.
Pregunta en el parlamento británico
De hecho, las muy pocas organizaciones -todas cristianas, algunas simplemente pidiendo oraciones por las detenidas- que intentan sacar del olvido de las prisiones iraníes a las dos jóvenes piden que las cartas a las autoridades de Teherán “nunca mencionen” a ninguno de los grupos que están facilitando la información sobre el caso. “No es peligroso para un prisionero recibir cartas personales, pero si se menciona a una organización puede ser acusado de ‘lazos con organizaciones extranjeras” y recibir unas condenas más duras”, se advierte. “Además, por favor no afirmen nada negativo sobre el gobierno (iraní)”.
En el parlamento británico se gestiona una petición para que las autoridades de Exteriores medien en la situación de las dos mujeres, “cristianas practicantes”, detenidas en marzo y sobre las que “no se ha realizado acusación concreta alguna, ni bajo la ley iraní, ni bajo la ley internacional”. “El Reino Unido tiene fundados temores por su seguridad y salud, temores que se agravan por el hecho de que el parlamento iraní debate actualmente un proyecto de ley que podria contemplar la cadena perpetua para las mujeres apóstatas”, recuerda la proposición de los legisladores en Londres.
"Ninguna virgen puede ser ejecutada": forzadas antes de ser asesinadas
Según informaciones llegadas desde Irán y filtradas por las iglesias en el país, el pasado 7 de julio, Maryam y Marzieh fueron llevadas delante de un juez que les anunció cómo iban a ser ejecutadas por “apóstatas”. Las dos jóvenes habrían contestado al representante de la justicia de la república islámica que “acelerara la sentencia”. Mientras tanto, ahora se ha sabido que el miembro de la milicia paramilitar iraní que desveló las violaciones a las detenidas durante los disturbios electorales fue arrestado él mismo precisamente cuando puso en libertad a las dos adolescentes que habían forzado para cumplir con el “mandato islámico” de “no ejecutar a vírgenes”.
Según su narración, las adolescentes estaban más aterradas por la “noche de bodas” que por la “ejecución” en sí misma que las esperaba por la mañana. “Se revolvían, así que les pusimos unos somníferos en la comida. Por la mañana, las chicas tenían una expresión vacía. Parece que estaban preparadas para morir, o que querían morir”, añade el ‘miliciano’ que cumplió con el requisito del desvirgamiento y después se arrepintió. “Las recuerdo gritando y llorando después de que se consumara la violación. Nunca olvidaré cómo una de las chicas se clavó las uñas en su propia cara y cuello. Tenía profundos arañazos por todo su cuerpo”.