Віктор Чанов
Himbersor
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Breve hilo para comentar algo que tenía pendiente con @troll random
Hablo de la zona de Santarem, Torres Novas, a orillas del Tajo, al norte de Lisboa.
Diréis que en España pasa igual, pero allí es todavía peor. Trabajar allí es un suicidio, la fin en vida.
Sencillamente, no sé cómo alguien puede vivir en Portugal, con un sueldo estándar. Poco a poco, conociendo gente, fui entendiendo que allí todo el mundo vive de sus padres y de sus abuelos, que les sueltan pasta todos los meses. La mayoría de gente mayor tiene casas en propiedad en el campo, casas que se han ido construyendo ellos mismos, con lo que esa generación "langosta", por llamarlo de alguna manera, tiene una calidad de vida muy superior a la de cualquier tío que se levante un buen sueldo en Lisboa o en Oporto (la tercera ciudad más "potente" del país es pantaleta, una ciudad que potencialmente podría ser muy top, pero inexplicablemente, está semi-desierta). La gente mayor, el "idoso" portugués de aldea, es gente de otra generación, mucho más recia, que se conforma con poco, y lo poco que gastan lo gastan en comida o en farmacia, los más desafortunados.
Todo es más caro en Portugal, incluso desayunar, comer o cenar es mucho más caro que hace unos años, en comparación a las primeras veces que visité el país. Del precio de la cesta de la compra no hablemos -hay cosas más caras incluso que en España, como el café o el aceite-, y a la hora de hacer turismo interior, no hay gran diferencia, ya que el precio de los hoteles es el mismo que aquí (me llama la atención que los portugueses no viajan casi nada, como mucho, en verano, se van al Algarve; hablas con gente mayor y ni siquiera conocen el norte del país, o el sur... seguramente un "milenial" español ha visitado más sitios en Portugal que un anciano de allí). El resto de consumos domésticos es como aquí, y el precio de los alquileres está infladísimo, ya que los que están a punto de jubilarse en Francia o Luxemburgo, tienen un buen sueldo, y se están comprando cosas en Portugal para reformar o para alquilar.
La gasolina es mucho más cara que aquí -no hablar ya de coches nuevos, allí hay auténtico fetichismo por el exhibicionismo de coche o moto en el pueblo de turno-, hasta el punto de que hay ofertas de gasolineras españolas en "la raia" solo para portugueses. El tras*porte público entre ciudades es nefasto, si quieres pillar un bus de línea lo tienes que pagar en efectivo, no funciona el "cartao" extranjero. Con coche, todo es más llevadero, y puedes ver un montón de cosas, porque en general Portugal es un país fantástico y mucho más interesante de lo que la gente cree en España.
En aquella época no había controles fronterizos, y podías ir de España a Portugal y viceversa continuamente. Estuve en sitios preciosos como Guimaraes, en Nazaré y en Peniche, en Óbidos, Alcacer do Sal, Comporta, la fantástica ciudad de Evora, todo el sur -Faro me recordó mucho a Cádiz, no sé por qué-, Viseu... aunque objetivamente, hay zonas bastante deprimidas como el Alentejo, que podrían dar mucho de sí, pero están abandonadísimas y son puro siglo XX (lo cual no deja de tener su gracia).
Conduciendo son muy cagaprisas, te comen el ojo ciego si te quieren adelantar, y luego los ves haciendo colas kilométricas en el Intermarché. En ese sentido, es un país muy absurdo
La dinámica del día a día es bastante aburrida. La gente se reune en el bar a ver el fútbol en fin de semana, de vez en cuando se toman un café o juegan una "raspadinha". Se hace mucha vida en centros comerciales, y el ritmo es muy lento, casi desesperante. Lo positivo es que no hay casi inseguridad y no hay reemplazo étnico: en el Portugal interior no hay casi inmi gración (de hecho solo he visto inmi gración "descontrolada" en Lisboa y, curiosamente, en Beja). Me invitaron a una comunión y me alucinó el nivel de rechazo que tienen frente a la inmi gración: gente que hablaba maravillas de Chega, pero que luego acababa votando al PSOE de allí, echando pestes de los "ziganos", de los brasileños... incluso me decían que tenían un problema grande con los ucranianos, que había muchos... Yo alucinaba y pensaba, éstos no conocen Madrid o BCN.
El portugués de cierta edad desconfía mucho de los españoles. Pueden ser cordiales, pero en el fondo son iguales que los gallegos: ya lo dicen ellos, de España ni buenos vientos, ni buenos "casamientos".
En Portugal no hubo histeria plandemista durante todo el verano de 2020. La gente se cachondeaba del rollo de las mascaras, como pasaba aquí en febrero, antes de que nos encerrasen. La cosa se empezó a torcer en otoño, y para noviembre/diciembre, justo cuando aquí en España aprobaron el segundo estado de alarma ilegal, empezaron a apretar el acelerador con el tema de los contagios. Para enero, los portugueses estaban cagadísimos, cuando solo unos meses antes bromeaban contigo y te decían que allí "habían hecho las cosas muy bien". Creo que fue en enero de 2021 cuando cerraron la frontera con España, hasta mayo. Para entonces, ya me había quedado claro que no había nada que hacer allí, y que ésto iba a ser igual en Lisboa, o en Vladivostock.
A comienzos de enero de 2021 empezaron a enviar SMS para banderillar. La gente mayor me lo contaba, me enseñaban sus viejos móviles avisándoles de cuando tenían que recibir sus dosis. Paralelamente, me decían que en Madrid la cosa, a pesar de haber toque de queda, parecía mucho más relajada. A día de hoy, creo que en Portugal se pinchó el 90% de la gente que conocí (aquí ni de coña, aquí se ha pinchado mucha menos gente, y han inflado las cifras). En enero de 2021 se empezó a ver allí el mal rollo que hubo aquí en primavera, movidas en el "Continente" con las mascaras y los geles, etcétera.
Portugal, en resumen, es un sitio excelente para ir de vacaciones o para jubilarse. País tranquilo con gente afable, silenciosa y respetuosa en el trato. Nada de ruídos ni de fiestas, ni movidas con vecinos incómodos. Eso sí: con menos de 50 o 60 años, y con sueldos portugueses, es la fin en vida.
Portugal es un país para "velhos", para "idosos". La gente joven está deseando salir del país, no hay futuro en Portugal. Algunos se marchan a Lisboa, otros se quedan a vivir en su pequeña ciudad, o en su aldea, con lo que ello conlleva (vida tranquila, pero mucho paletismo, infidelidades, movidas de pueblo). El portugués promedio no entiende de política, ni se mete en política, y en público es muy "PC", aunque en privado es más radical, incluso salazarista o nostálgico. Estoy convencido de que les meterán sin ningún problema toda la ideología de género, y la gente se lo comerá, como nos lo comimos aquí a partir del año 2000 y en adelante.
Hablo de la zona de Santarem, Torres Novas, a orillas del Tajo, al norte de Lisboa.
Diréis que en España pasa igual, pero allí es todavía peor. Trabajar allí es un suicidio, la fin en vida.
Sencillamente, no sé cómo alguien puede vivir en Portugal, con un sueldo estándar. Poco a poco, conociendo gente, fui entendiendo que allí todo el mundo vive de sus padres y de sus abuelos, que les sueltan pasta todos los meses. La mayoría de gente mayor tiene casas en propiedad en el campo, casas que se han ido construyendo ellos mismos, con lo que esa generación "langosta", por llamarlo de alguna manera, tiene una calidad de vida muy superior a la de cualquier tío que se levante un buen sueldo en Lisboa o en Oporto (la tercera ciudad más "potente" del país es pantaleta, una ciudad que potencialmente podría ser muy top, pero inexplicablemente, está semi-desierta). La gente mayor, el "idoso" portugués de aldea, es gente de otra generación, mucho más recia, que se conforma con poco, y lo poco que gastan lo gastan en comida o en farmacia, los más desafortunados.
Todo es más caro en Portugal, incluso desayunar, comer o cenar es mucho más caro que hace unos años, en comparación a las primeras veces que visité el país. Del precio de la cesta de la compra no hablemos -hay cosas más caras incluso que en España, como el café o el aceite-, y a la hora de hacer turismo interior, no hay gran diferencia, ya que el precio de los hoteles es el mismo que aquí (me llama la atención que los portugueses no viajan casi nada, como mucho, en verano, se van al Algarve; hablas con gente mayor y ni siquiera conocen el norte del país, o el sur... seguramente un "milenial" español ha visitado más sitios en Portugal que un anciano de allí). El resto de consumos domésticos es como aquí, y el precio de los alquileres está infladísimo, ya que los que están a punto de jubilarse en Francia o Luxemburgo, tienen un buen sueldo, y se están comprando cosas en Portugal para reformar o para alquilar.
La gasolina es mucho más cara que aquí -no hablar ya de coches nuevos, allí hay auténtico fetichismo por el exhibicionismo de coche o moto en el pueblo de turno-, hasta el punto de que hay ofertas de gasolineras españolas en "la raia" solo para portugueses. El tras*porte público entre ciudades es nefasto, si quieres pillar un bus de línea lo tienes que pagar en efectivo, no funciona el "cartao" extranjero. Con coche, todo es más llevadero, y puedes ver un montón de cosas, porque en general Portugal es un país fantástico y mucho más interesante de lo que la gente cree en España.
En aquella época no había controles fronterizos, y podías ir de España a Portugal y viceversa continuamente. Estuve en sitios preciosos como Guimaraes, en Nazaré y en Peniche, en Óbidos, Alcacer do Sal, Comporta, la fantástica ciudad de Evora, todo el sur -Faro me recordó mucho a Cádiz, no sé por qué-, Viseu... aunque objetivamente, hay zonas bastante deprimidas como el Alentejo, que podrían dar mucho de sí, pero están abandonadísimas y son puro siglo XX (lo cual no deja de tener su gracia).
Conduciendo son muy cagaprisas, te comen el ojo ciego si te quieren adelantar, y luego los ves haciendo colas kilométricas en el Intermarché. En ese sentido, es un país muy absurdo
La dinámica del día a día es bastante aburrida. La gente se reune en el bar a ver el fútbol en fin de semana, de vez en cuando se toman un café o juegan una "raspadinha". Se hace mucha vida en centros comerciales, y el ritmo es muy lento, casi desesperante. Lo positivo es que no hay casi inseguridad y no hay reemplazo étnico: en el Portugal interior no hay casi inmi gración (de hecho solo he visto inmi gración "descontrolada" en Lisboa y, curiosamente, en Beja). Me invitaron a una comunión y me alucinó el nivel de rechazo que tienen frente a la inmi gración: gente que hablaba maravillas de Chega, pero que luego acababa votando al PSOE de allí, echando pestes de los "ziganos", de los brasileños... incluso me decían que tenían un problema grande con los ucranianos, que había muchos... Yo alucinaba y pensaba, éstos no conocen Madrid o BCN.
El portugués de cierta edad desconfía mucho de los españoles. Pueden ser cordiales, pero en el fondo son iguales que los gallegos: ya lo dicen ellos, de España ni buenos vientos, ni buenos "casamientos".
En Portugal no hubo histeria plandemista durante todo el verano de 2020. La gente se cachondeaba del rollo de las mascaras, como pasaba aquí en febrero, antes de que nos encerrasen. La cosa se empezó a torcer en otoño, y para noviembre/diciembre, justo cuando aquí en España aprobaron el segundo estado de alarma ilegal, empezaron a apretar el acelerador con el tema de los contagios. Para enero, los portugueses estaban cagadísimos, cuando solo unos meses antes bromeaban contigo y te decían que allí "habían hecho las cosas muy bien". Creo que fue en enero de 2021 cuando cerraron la frontera con España, hasta mayo. Para entonces, ya me había quedado claro que no había nada que hacer allí, y que ésto iba a ser igual en Lisboa, o en Vladivostock.
A comienzos de enero de 2021 empezaron a enviar SMS para banderillar. La gente mayor me lo contaba, me enseñaban sus viejos móviles avisándoles de cuando tenían que recibir sus dosis. Paralelamente, me decían que en Madrid la cosa, a pesar de haber toque de queda, parecía mucho más relajada. A día de hoy, creo que en Portugal se pinchó el 90% de la gente que conocí (aquí ni de coña, aquí se ha pinchado mucha menos gente, y han inflado las cifras). En enero de 2021 se empezó a ver allí el mal rollo que hubo aquí en primavera, movidas en el "Continente" con las mascaras y los geles, etcétera.
Portugal, en resumen, es un sitio excelente para ir de vacaciones o para jubilarse. País tranquilo con gente afable, silenciosa y respetuosa en el trato. Nada de ruídos ni de fiestas, ni movidas con vecinos incómodos. Eso sí: con menos de 50 o 60 años, y con sueldos portugueses, es la fin en vida.
Portugal es un país para "velhos", para "idosos". La gente joven está deseando salir del país, no hay futuro en Portugal. Algunos se marchan a Lisboa, otros se quedan a vivir en su pequeña ciudad, o en su aldea, con lo que ello conlleva (vida tranquila, pero mucho paletismo, infidelidades, movidas de pueblo). El portugués promedio no entiende de política, ni se mete en política, y en público es muy "PC", aunque en privado es más radical, incluso salazarista o nostálgico. Estoy convencido de que les meterán sin ningún problema toda la ideología de género, y la gente se lo comerá, como nos lo comimos aquí a partir del año 2000 y en adelante.