Lábaro
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EL ESPAÑOL 4 - 3 - 2017
EL TRISTE FINAL DEL "PRINCIPE DE ASTURIAS" : ASI SERA CONVERTIDO EN CHATARRA EN TURQUIA POR 2,3 MILLONES
GONZALO ARALUCE @GonzaloAraluce
Tras rumores de venta a países terceros y varias subastas desiertas, el portaaviones por fin conoce su destino.
Su historia es leyenda para la Armada Española. Sus cicatrices son las de las batallas que ha librado, las de las operaciones navales en las que ha demostrado toda su capacidad. Podría contar historias de su despliegue en la Primera Guerra del Golfo, en 1991. También en el Adriático en 1994, tras el conflicto de Yugoslavia. O de cómo acogió a un joven Felipe de Borbón y Grecia en su preparación como alférez. Su esqueleto -sin armas ni otras dotaciones militares- se arrastra ahora frente a costas de Ferrol (Galicia). Aguarda su traslado a Turquía, donde sus 8.500 toneladas de metal serán desmontadas pieza por pieza. Es el destino final del portaaviones Príncipe de Asturias.
No ha sido sencillo escribir las últimas líneas de su Historia. Desde que se le dio de baja en la lista de buques de la Armada, en diciembre de 2013, se le ha buscado una salida digna. Hubo países como Indonesia y Filipinas que se interesaron por él; incluso se rumoreó con un acuerdo cerrado para su traspaso a las fuerzas navales de Angola. Pero las negociaciones quedaron en papel mojado.
Durante más de tres años se ha especulado sobre su futuro. Un grupo de exalumnos del curso de Defensa Nacional del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN) promovieron un manifiesto en el que planteaban su reconversión en un museo: así ocurre con otros buques históricos en Estados Unidos o Inglaterra. Pero la falta de fondos lastró el proyecto.
Tampoco faltaron las propuestas culturales desde Hollywood. Una productora estadounidense contactó con la Armada para pedir que se rodase una película a bordo del Príncipe de Asturias. Contramedidas narraba la historia de una psicóloga –interpretada por Geena Davis- que investigaría una trama de abusos sensuales y tráfico de armas. Finalmente se desestimó la propuesta al conocerse el guión del film.
SUBASTAS SIN COMPRADORES
Fuentes de la Armada comentan a EL ESPAÑOL que “no quedó más remedio que sacarlo a subasta pública”. Primero se le retiró todo armamento o material susceptible de ser empleado con fines bélicos; después se redactó el pliego de condiciones que debía firmar cualquier empresa interesada en su compra. El negocio está en la venta del material que constituye el Príncipe de Asturias: 8,5 millones de kilos de metal; 6,15 millones corresponden al acero. Precio de salida: 4,8 millones de euros.
Con lo que no contaba la Armada era con la devaluación que el acero ha sufrido en el mercado internacional: en los últimos años su precio ha caído más de un 90%. Así, la subasta se cerró sin ofertas.
Rebaja tras rebaja, se siguió llamando a posibles compradores en sus subastas públicas. Y una y otra vez se encontraron sin compradores. De las quince firmas interesadas en el buque, sólo una, la almeriense Logiscrap, presentó oferta. Pero la propuesta no llegó a mayores al no depositar la fianza requerida.
Ha sido este mes de marzo cuando el Príncipe de Asturias ha conocido su destino final. Se ha adjudicado a la empresa Surus Inversa, que en la última subasta pública presentó una oferta que rondaba los 2,3 millones de euros: menos de la mitad del precio que se requería inicialmente.
El Pentágono estadounidense, a través de la Office of Defense Coordination en España, ha supervisado el proceso. No quieren que el material norteamericano que formaba parte del buque terminase en manos desconocidas.
Sólo falta que se resuelvan las alegaciones que han presentado otras empresas tras la adjudicación. Entonces, el Príncipe de Asturias podrá efectuar su último viaje hasta Turquía, donde será remolcado para su desmantelamiento.
UN “RECICLAJE VERDE”
Existen antecedentes similares –aunque no de la misma magnitud- que explican cómo se desmontará el portaaviones. Surus Inversa ha formado una unión temporal de empresas (UTE) con la turca Leyal Deltas. Entre las dos someterán al Príncipe de Asturias a un “reciclaje verde”.
“Aplicamos este método con éxito al Marqués de la Ensenada”, explica Adolfo Cancelo, uno de los fundadores de Surus Inversa. Se refiere al petrolero de flota de la Armada desguazado en febrero de 2015. El portaaviones, con una eslora de 200 metros, es casi el doble de grande que aquel buque, pero el procedimiento para su desmontaje –si el plazo de alegaciones cierra sin sorpresas- seguirá los mismos pasos:
1. Retirada del combustible. Los operarios retiraron el combustible del Marqués de la Ensenada con camiones cisterna y trasladaron el material a un gestor autorizado de residuos.
2. Retirada de aguas negras. Pese a llevar tanto tiempo fuera de la lista oficial de buques de la Armada, una embarcación como el Príncipe de Asturias todavía alberga restos de aguas fecales en las sentinas (cavidad inferior del barco en la que se acumulan las inmundicias). Es fundamental extraerlos antes de su desguace.
3. Preparación de la embarcación. Adolfo Cancelo recuerda los preparativos para trasladar el Marqués de la Ensenada a aguas turcas: “Para evitar cualquier contratiempo con los componentes en cubierta de la embarcación o la entrada de agua por los orificios se realizaron los trabajos de trincado de cargas, mangueras y demás objetos en la cubierta; también se cerraron todas las escotillas, ventilaciones, puertas, portillos, válvulas y accesos del navío”.
4. Remolque hasta Turquía. Una vez obtenido el permiso de exportación, se engancha el buque a otra embarcación que hará las veces de remolque y que tras*portará la carga hasta la península de Aliaga, en Turquía.
5. Desguace de la embarcación. Los primeros elementos que se retiran son los revestimientos y la cubierta, considerados residuos peligrosos por el nivel de amianto que contienen. Después se desmontan los equipos que pueden ser reutilizados para el mismo fin para el que fueron construidos o que contengan piezas útiles. Y más tarde se desguazan todos los elementos metálicos para ser tras*portados a diferentes fundiciones. El material no recuperable termina en un vertedero controlado o es destruido. A lo largo del proceso se salvan algunos objetos que puedan constituir un elemento decorativo.
UN ÚLTIMO ADIÓS
Fuentes próximas al proceso explican a EL ESPAÑOL que “el último adiós” del Príncipe de Asturias en aguas ferrolanas puede estar revestido de una ceremonia de honores. El portaaviones ha servido durante 25 años y ha sido el orgullo de la Armada española. Su lugar como buque emblema lo ha ocupado el buque anfibio portaeronaves Juan Carlos I, con una eslora 30 metros mayor que la de su predecesor y con tecnología más puntera.
Pero como si se tratase de un soldado más, las Fuerzas Armadas despiden a uno de sus efectivos más capaces, que librará su última batalla –como muchos de los efectivos que han servido en la Armada a lo largo de su Historia- en aguas turcas.
Portaaviones "Principe de Asturias",4 años de abandono en El Ferrol (¿No podria haber sido todo este tiempo hasta su venta,un museo flotante?...)
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LA OPINION - LA CORUÑA
2 DE ABRIL 2017
UNA EMPRESA CANARIA PARALIZA LA VENTA DEL PORTAAVIONES "PRINCIPE DE ASTURIAS" A TURQUIA
El buque de la Armada, amarrado desde 2013 en Ferrol, fue adjudicado a una empresa madrileña y a otra otomana para su desguace - Defensa admite las alegaciones.
La adjudicación del portaaeronaves Príncipe de Asturias a una unión temporal de empresas (UTE) participada por una sociedad mercantil de Madrid y otra de Turquía, que se encargarán de desguazar el navío en el país euroasiático, se encuentra paralizada. El Ministerio de Defensa ha admitido a trámite la impugnación presentada por la compañía canaria Logiscrap al resultado de la venta.
El buque insignia de la Armada fue dado de baja en diciembre de 2013 por sus elevados costes de mantenimiento -30 millones el año-. El Arsenal Militar de Ferrol fue el lugar en el que estuvo custodiado hasta que Defensa logró deshacerse de sus más de mil toneladas de acero y chatarra. Para ello tuvo que convocar hasta cuatro subastas. Las tres primeras, con un precio de salida de 4,2 millones, quedaron desiertas. En la última, un comprador se hizo con el buque de la Armada con una rebaja en la puja hasta los 2,4 millones. La adjudicación recayó en la Unión Temporal de Empresas formada por la compañía española Surus Inversa y su socio turco, Leyal. El importe final de la venta se cerró en más de 2,7 millones, unos 300.000 euros por encima del precio de salida. El proceso de adquisición estaba a expensas de que se certificara toda la documentación y de la posible presentación de alguna alegación.
Cuando la Armada dio de baja el portaaviones, Defensa barajaba la posibilidad de comercializar su buque estrella a una Marina de otro país, una opción que finalmente se dio por descartada. La Armada angoleña, indonesia o brasileña mostraron interés, pero ninguna gestión llegó a traducirse en una adquisición porque les resultaba inviable mantener el portaaviones español. Un buque con capacidad para 600 personas frente a los 300 efectivos a los que no llega su sucesor, el Juan Carlos I. Se trata de una plantilla elevada con la que no cuentan todos los países en su Marina para poder mantener el buque operativo.
Alegaciones
El proceso de baja comenzó en la base naval de Rota, donde se llevó a cabo la fase previa de inmovilización y parte del desarme. En febrero de 2013, el Príncipe de Asturias realizó su última navegación hasta Ferrol para realizar allí el proceso de desmantelamiento. La desmilitarización del buque no implicó que todos sus componentes sean descartados. De hecho, muchos podrán ser utilizados para otros buques de la Armada, como los equipos electrónicos, sistemas de comunicaciones o elementos de energía y propulsión como motores o turbinas.
Jesús Sierra, administrador la empresa canaria Logiscrap que pretende despiezar el buque insignia de la Armada en su planta del Puerto de La Luz, afirma que el adjudicatario carece de algunos de los requisitos exigidos en el pliego de condiciones, concretamente el certificado de calidad ISO 30.000, que se otorga para garantizar que las instalaciones de achatarramiento cumplen todas las obligaciones legales y medioambientales, y el 14.001, que establece la implantación de un sistema de gestión ambiental. Sin embargo, desde Surus Inversa, una de las dos empresas que conforman la UTE, aclararon ayer que poseen desde 2013 al menos el primero de los certificados.
El periódico ABC adelantó el pasado enero que los trabajos se iban a iniciar ese mismo mes con un inventario de materiales peligrosos después de que Estados Unidos diera el visto bueno a la venta del portaaviones, aunque con una condición: que se desmantelara el sistema de radares, antenas y comunicaciones encriptadas con las que cuenta el buque antes de su traslado a Turquía, como recalcó el mismo medio.
Desde el Cuartel General de la Armada española se informó estos días de que aún no se ha formalizado el contrato debido a que se había presentado un recurso a la adjudicación definitiva. Y señaló que hasta que no se resuelva esta reclamación, no se procederá a su venta a las citadas empresas y, por lo tanto, hasta entonces no se llevará a cabo el traslado del Príncipe de Asturias hasta la ciudad situada en pleno mar Egeo.
Sierra advierte de que la unión de empresa hispano-otomana no posee los citados certificados de calidad, que establece una serie de condicionantes específico para el tratamiento de los buques en las plantas de desguace.
Por su parte, desde Surus Inversa aseguran que poseen el documento que certifica que tienen el certificado de calidad ISO 30.000, que fue expedido por primera vez en 2013 y renovado en septiembre del pasado año, con validez hasta 2019. Por ello, están a la espera de que Defensa falle a su favor para comenzar los trabajos de desguace.
Las alegaciones presentadas por Logiscrap ante la Junta Delegada de Enajenación y Liquidadora de Material del Cantábrico también se basan en el procedimiento que la empresa Leyal realiza para el despiece de las unidades. Así, remitió una serie de imágenes en las que se recogía cómo los buques son embarrancados en las playas de Aliaga, lugar en el que se lleva a cabo el achatarramiento. Este sistema se denomina beaching, que, según la empresa canaria, podría ocasionar fisuras en el casco y vías de agua. La compañía se apoya en estas prácticas para argumentar que la UTE incumple el punto 5.4 del pliego de condiciones para la enajenación del portaaviones, en el que se establece el proceso de desmantelamiento.
En este apartado se precisa que tiene que establecerse una serie de medidas para el drenaje controlado de cualquier líquido potencialmente peligroso que se encuentre a bordo del buque. En otro de los capítulos de la adjudicación que, según Logiscrap, se incumplió durante el proceso de enajenación es el 6, en el que se detalla la exigencia de los citados certificados de calidad. Entre estos se encuentran el ISO 9001 para el sistema de gestión de calidad, el OHSAS 18001 que concierne a la seguridad y salud de los trabajadores, y los mencionados ISO 30.000 e ISO 14.001.
Aliaga (Esmirna,Turquia): El Mayor cementerio de barcos de Europa,con unas leyes medioambientales algo "laxas"...
El turco ya tiene experiencia en la chatarreria militar : Aqui se han desguazado multitud de navios militares como los portaaviones brits "Illustrious","Ark Royal" y el "Invincible" (Que participo en la Guerra de las Malvinas")
El "Principe de Asturias" (R-11) y su gemelo siames "Chakri Naruebet" (Thailandia).Este ultimo buque fue construido a imagen y semejanza del primero por Navantia en El Ferrol para la Armada del pais asiatico (1996),donde todavia alli sigue en activo...
"Tu regere Imperio fluctus Hispane memento"
(Recuerda España que tu registe el Imperio de los mares...)
EL TRISTE FINAL DEL "PRINCIPE DE ASTURIAS" : ASI SERA CONVERTIDO EN CHATARRA EN TURQUIA POR 2,3 MILLONES
GONZALO ARALUCE @GonzaloAraluce
Tras rumores de venta a países terceros y varias subastas desiertas, el portaaviones por fin conoce su destino.
Su historia es leyenda para la Armada Española. Sus cicatrices son las de las batallas que ha librado, las de las operaciones navales en las que ha demostrado toda su capacidad. Podría contar historias de su despliegue en la Primera Guerra del Golfo, en 1991. También en el Adriático en 1994, tras el conflicto de Yugoslavia. O de cómo acogió a un joven Felipe de Borbón y Grecia en su preparación como alférez. Su esqueleto -sin armas ni otras dotaciones militares- se arrastra ahora frente a costas de Ferrol (Galicia). Aguarda su traslado a Turquía, donde sus 8.500 toneladas de metal serán desmontadas pieza por pieza. Es el destino final del portaaviones Príncipe de Asturias.
No ha sido sencillo escribir las últimas líneas de su Historia. Desde que se le dio de baja en la lista de buques de la Armada, en diciembre de 2013, se le ha buscado una salida digna. Hubo países como Indonesia y Filipinas que se interesaron por él; incluso se rumoreó con un acuerdo cerrado para su traspaso a las fuerzas navales de Angola. Pero las negociaciones quedaron en papel mojado.
Durante más de tres años se ha especulado sobre su futuro. Un grupo de exalumnos del curso de Defensa Nacional del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN) promovieron un manifiesto en el que planteaban su reconversión en un museo: así ocurre con otros buques históricos en Estados Unidos o Inglaterra. Pero la falta de fondos lastró el proyecto.
Tampoco faltaron las propuestas culturales desde Hollywood. Una productora estadounidense contactó con la Armada para pedir que se rodase una película a bordo del Príncipe de Asturias. Contramedidas narraba la historia de una psicóloga –interpretada por Geena Davis- que investigaría una trama de abusos sensuales y tráfico de armas. Finalmente se desestimó la propuesta al conocerse el guión del film.
SUBASTAS SIN COMPRADORES
Fuentes de la Armada comentan a EL ESPAÑOL que “no quedó más remedio que sacarlo a subasta pública”. Primero se le retiró todo armamento o material susceptible de ser empleado con fines bélicos; después se redactó el pliego de condiciones que debía firmar cualquier empresa interesada en su compra. El negocio está en la venta del material que constituye el Príncipe de Asturias: 8,5 millones de kilos de metal; 6,15 millones corresponden al acero. Precio de salida: 4,8 millones de euros.
Con lo que no contaba la Armada era con la devaluación que el acero ha sufrido en el mercado internacional: en los últimos años su precio ha caído más de un 90%. Así, la subasta se cerró sin ofertas.
Rebaja tras rebaja, se siguió llamando a posibles compradores en sus subastas públicas. Y una y otra vez se encontraron sin compradores. De las quince firmas interesadas en el buque, sólo una, la almeriense Logiscrap, presentó oferta. Pero la propuesta no llegó a mayores al no depositar la fianza requerida.
Ha sido este mes de marzo cuando el Príncipe de Asturias ha conocido su destino final. Se ha adjudicado a la empresa Surus Inversa, que en la última subasta pública presentó una oferta que rondaba los 2,3 millones de euros: menos de la mitad del precio que se requería inicialmente.
El Pentágono estadounidense, a través de la Office of Defense Coordination en España, ha supervisado el proceso. No quieren que el material norteamericano que formaba parte del buque terminase en manos desconocidas.
Sólo falta que se resuelvan las alegaciones que han presentado otras empresas tras la adjudicación. Entonces, el Príncipe de Asturias podrá efectuar su último viaje hasta Turquía, donde será remolcado para su desmantelamiento.
UN “RECICLAJE VERDE”
Existen antecedentes similares –aunque no de la misma magnitud- que explican cómo se desmontará el portaaviones. Surus Inversa ha formado una unión temporal de empresas (UTE) con la turca Leyal Deltas. Entre las dos someterán al Príncipe de Asturias a un “reciclaje verde”.
“Aplicamos este método con éxito al Marqués de la Ensenada”, explica Adolfo Cancelo, uno de los fundadores de Surus Inversa. Se refiere al petrolero de flota de la Armada desguazado en febrero de 2015. El portaaviones, con una eslora de 200 metros, es casi el doble de grande que aquel buque, pero el procedimiento para su desmontaje –si el plazo de alegaciones cierra sin sorpresas- seguirá los mismos pasos:
1. Retirada del combustible. Los operarios retiraron el combustible del Marqués de la Ensenada con camiones cisterna y trasladaron el material a un gestor autorizado de residuos.
2. Retirada de aguas negras. Pese a llevar tanto tiempo fuera de la lista oficial de buques de la Armada, una embarcación como el Príncipe de Asturias todavía alberga restos de aguas fecales en las sentinas (cavidad inferior del barco en la que se acumulan las inmundicias). Es fundamental extraerlos antes de su desguace.
3. Preparación de la embarcación. Adolfo Cancelo recuerda los preparativos para trasladar el Marqués de la Ensenada a aguas turcas: “Para evitar cualquier contratiempo con los componentes en cubierta de la embarcación o la entrada de agua por los orificios se realizaron los trabajos de trincado de cargas, mangueras y demás objetos en la cubierta; también se cerraron todas las escotillas, ventilaciones, puertas, portillos, válvulas y accesos del navío”.
4. Remolque hasta Turquía. Una vez obtenido el permiso de exportación, se engancha el buque a otra embarcación que hará las veces de remolque y que tras*portará la carga hasta la península de Aliaga, en Turquía.
5. Desguace de la embarcación. Los primeros elementos que se retiran son los revestimientos y la cubierta, considerados residuos peligrosos por el nivel de amianto que contienen. Después se desmontan los equipos que pueden ser reutilizados para el mismo fin para el que fueron construidos o que contengan piezas útiles. Y más tarde se desguazan todos los elementos metálicos para ser tras*portados a diferentes fundiciones. El material no recuperable termina en un vertedero controlado o es destruido. A lo largo del proceso se salvan algunos objetos que puedan constituir un elemento decorativo.
UN ÚLTIMO ADIÓS
Fuentes próximas al proceso explican a EL ESPAÑOL que “el último adiós” del Príncipe de Asturias en aguas ferrolanas puede estar revestido de una ceremonia de honores. El portaaviones ha servido durante 25 años y ha sido el orgullo de la Armada española. Su lugar como buque emblema lo ha ocupado el buque anfibio portaeronaves Juan Carlos I, con una eslora 30 metros mayor que la de su predecesor y con tecnología más puntera.
Pero como si se tratase de un soldado más, las Fuerzas Armadas despiden a uno de sus efectivos más capaces, que librará su última batalla –como muchos de los efectivos que han servido en la Armada a lo largo de su Historia- en aguas turcas.
Portaaviones "Principe de Asturias",4 años de abandono en El Ferrol (¿No podria haber sido todo este tiempo hasta su venta,un museo flotante?...)
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LA OPINION - LA CORUÑA
2 DE ABRIL 2017
UNA EMPRESA CANARIA PARALIZA LA VENTA DEL PORTAAVIONES "PRINCIPE DE ASTURIAS" A TURQUIA
El buque de la Armada, amarrado desde 2013 en Ferrol, fue adjudicado a una empresa madrileña y a otra otomana para su desguace - Defensa admite las alegaciones.
La adjudicación del portaaeronaves Príncipe de Asturias a una unión temporal de empresas (UTE) participada por una sociedad mercantil de Madrid y otra de Turquía, que se encargarán de desguazar el navío en el país euroasiático, se encuentra paralizada. El Ministerio de Defensa ha admitido a trámite la impugnación presentada por la compañía canaria Logiscrap al resultado de la venta.
El buque insignia de la Armada fue dado de baja en diciembre de 2013 por sus elevados costes de mantenimiento -30 millones el año-. El Arsenal Militar de Ferrol fue el lugar en el que estuvo custodiado hasta que Defensa logró deshacerse de sus más de mil toneladas de acero y chatarra. Para ello tuvo que convocar hasta cuatro subastas. Las tres primeras, con un precio de salida de 4,2 millones, quedaron desiertas. En la última, un comprador se hizo con el buque de la Armada con una rebaja en la puja hasta los 2,4 millones. La adjudicación recayó en la Unión Temporal de Empresas formada por la compañía española Surus Inversa y su socio turco, Leyal. El importe final de la venta se cerró en más de 2,7 millones, unos 300.000 euros por encima del precio de salida. El proceso de adquisición estaba a expensas de que se certificara toda la documentación y de la posible presentación de alguna alegación.
Cuando la Armada dio de baja el portaaviones, Defensa barajaba la posibilidad de comercializar su buque estrella a una Marina de otro país, una opción que finalmente se dio por descartada. La Armada angoleña, indonesia o brasileña mostraron interés, pero ninguna gestión llegó a traducirse en una adquisición porque les resultaba inviable mantener el portaaviones español. Un buque con capacidad para 600 personas frente a los 300 efectivos a los que no llega su sucesor, el Juan Carlos I. Se trata de una plantilla elevada con la que no cuentan todos los países en su Marina para poder mantener el buque operativo.
Alegaciones
El proceso de baja comenzó en la base naval de Rota, donde se llevó a cabo la fase previa de inmovilización y parte del desarme. En febrero de 2013, el Príncipe de Asturias realizó su última navegación hasta Ferrol para realizar allí el proceso de desmantelamiento. La desmilitarización del buque no implicó que todos sus componentes sean descartados. De hecho, muchos podrán ser utilizados para otros buques de la Armada, como los equipos electrónicos, sistemas de comunicaciones o elementos de energía y propulsión como motores o turbinas.
Jesús Sierra, administrador la empresa canaria Logiscrap que pretende despiezar el buque insignia de la Armada en su planta del Puerto de La Luz, afirma que el adjudicatario carece de algunos de los requisitos exigidos en el pliego de condiciones, concretamente el certificado de calidad ISO 30.000, que se otorga para garantizar que las instalaciones de achatarramiento cumplen todas las obligaciones legales y medioambientales, y el 14.001, que establece la implantación de un sistema de gestión ambiental. Sin embargo, desde Surus Inversa, una de las dos empresas que conforman la UTE, aclararon ayer que poseen desde 2013 al menos el primero de los certificados.
El periódico ABC adelantó el pasado enero que los trabajos se iban a iniciar ese mismo mes con un inventario de materiales peligrosos después de que Estados Unidos diera el visto bueno a la venta del portaaviones, aunque con una condición: que se desmantelara el sistema de radares, antenas y comunicaciones encriptadas con las que cuenta el buque antes de su traslado a Turquía, como recalcó el mismo medio.
Desde el Cuartel General de la Armada española se informó estos días de que aún no se ha formalizado el contrato debido a que se había presentado un recurso a la adjudicación definitiva. Y señaló que hasta que no se resuelva esta reclamación, no se procederá a su venta a las citadas empresas y, por lo tanto, hasta entonces no se llevará a cabo el traslado del Príncipe de Asturias hasta la ciudad situada en pleno mar Egeo.
Sierra advierte de que la unión de empresa hispano-otomana no posee los citados certificados de calidad, que establece una serie de condicionantes específico para el tratamiento de los buques en las plantas de desguace.
Por su parte, desde Surus Inversa aseguran que poseen el documento que certifica que tienen el certificado de calidad ISO 30.000, que fue expedido por primera vez en 2013 y renovado en septiembre del pasado año, con validez hasta 2019. Por ello, están a la espera de que Defensa falle a su favor para comenzar los trabajos de desguace.
Las alegaciones presentadas por Logiscrap ante la Junta Delegada de Enajenación y Liquidadora de Material del Cantábrico también se basan en el procedimiento que la empresa Leyal realiza para el despiece de las unidades. Así, remitió una serie de imágenes en las que se recogía cómo los buques son embarrancados en las playas de Aliaga, lugar en el que se lleva a cabo el achatarramiento. Este sistema se denomina beaching, que, según la empresa canaria, podría ocasionar fisuras en el casco y vías de agua. La compañía se apoya en estas prácticas para argumentar que la UTE incumple el punto 5.4 del pliego de condiciones para la enajenación del portaaviones, en el que se establece el proceso de desmantelamiento.
En este apartado se precisa que tiene que establecerse una serie de medidas para el drenaje controlado de cualquier líquido potencialmente peligroso que se encuentre a bordo del buque. En otro de los capítulos de la adjudicación que, según Logiscrap, se incumplió durante el proceso de enajenación es el 6, en el que se detalla la exigencia de los citados certificados de calidad. Entre estos se encuentran el ISO 9001 para el sistema de gestión de calidad, el OHSAS 18001 que concierne a la seguridad y salud de los trabajadores, y los mencionados ISO 30.000 e ISO 14.001.
Aliaga (Esmirna,Turquia): El Mayor cementerio de barcos de Europa,con unas leyes medioambientales algo "laxas"...
El turco ya tiene experiencia en la chatarreria militar : Aqui se han desguazado multitud de navios militares como los portaaviones brits "Illustrious","Ark Royal" y el "Invincible" (Que participo en la Guerra de las Malvinas")
El "Principe de Asturias" (R-11) y su gemelo siames "Chakri Naruebet" (Thailandia).Este ultimo buque fue construido a imagen y semejanza del primero por Navantia en El Ferrol para la Armada del pais asiatico (1996),donde todavia alli sigue en activo...
"Tu regere Imperio fluctus Hispane memento"
(Recuerda España que tu registe el Imperio de los mares...)
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